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Trump se tapa y su mujer e hijo se mojan. A la derecha, Stormy Daniels. AFP
La tormenta persigue a Trump

La tormenta persigue a Trump

Tras las críticas por no cubrir a su familia con un paraguas,se airea su viejo 'affaire' con la actriz porno Stormy (tormentosa) Daniels

ISABEL IBÁÑEZ

Viernes, 19 de enero 2018, 00:18

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De los creadores de 'El paraguas es mío', llega ahora 'La actriz porno que me amó'. Que a estas alturas Melania descubra la relación mantenida por su marido con una reina del cine X en 2006, cuando apenas se había recuperado del parto de su hijo Barron, tiene que molestarle menos que el desplante del otro día en el aeropuerto; el presidente protegía su flequillo de la tormenta con un gran paraguas mientras ella y el crío luchaban contra viento y agua subiendo por la escalerilla del 'Air Force One'. Porque ese mismo año también se le relacionó con la 'conejita' de 'Playboy' de 1998. Vamos, que llueve sobre mojado.

Ahora se trata de Stormy (tormentosa) Daniels, una actriz porno con pechos como torpedos de largo alcance a la que los abogados del hoy presidente de EE UU pagaron más de 100.000 euros antes de las elecciones de 2016 con el objetivo de cerrarle la boca, al menos en lo que respecta a aquel asuntillo, se entiende. Y la chica se ha mantenido discreta, pero ocurre que en 2011 Trump era solo un empresario que participaba en el programa de televisión 'El aprendiz' (dando trabajo o despidiendo de sus compañías a los concursantes) y Stormy contó sin más su relación a la revista 'In Touch', que ahora ha recuperado aquella historia en su edición digital.

La escena, más que de cine para adultos, parece de comedieta: Trump sobre la cama desnudo de cintura para arriba y soltando a la joven un «Ven aquí» subrayado quizá, es un suponer, con unas palmaditas en el colchón. Todo había empezado en julio (su hijo Barron nació en marzo), cuando Trump y la actriz se conocieron en un torneo de golf para famosos en el Estado de Nevada. Todo muy previsible: él le pidió el telefono y ella enseguida recibió un mensaje para verse esa misma noche.

«Eres impresionante»

Lo cuenta Stormy: «Acabamos cenando en su habitación de hotel. Él estaba tirado en el sofá, con los pantalones del pijama puestos. Me fui al baño y, cuando volví, estaba sentado en la cama y me dijo: 'Ven aquí'. Después nos empezamos a besar», relata Daniels. Tras el revolcón, le aseguró que la llamaría: «Tengo que verte de nuevo. Eres impresionante. Tenemos que llevarte a 'El aprendiz'».

La personalidad de Trump adquiere matices más inquietantes cuando soltó a la chica, siempre según su versión, que era «fuerte, preciosa y lista, tal y como su hija». Se refería a su primogénita, Ivanka, de la que en una ocasión aseguró que si no fuera de su sangre quizá saldría con ella. Otro detalle escabroso se aprecia en el hecho de que, al parecer, no usó preservativo. Y, sorprendentemente, después de aquello hubo más veces.

En cuanto a la 'conejita' de Play Boy de 1998, Karen McDougal, también recibió dinero por ser discreta: según una investigación de 'The Wall Street Journal, el tabloide 'National Enquirer' -propiedad de un amigo de Trump- pagó a la chica 130.000 euros no para contar su relación, sino para ocultarla.

Hasta aquí, relaciones extramaritales consentidas. Pero, hace un mes, tres mujeres que ya le habían denunciado por conducta sexual inapropiada pidieron al Congreso una investigación con un vídeo donde hablan 16 mujeres de las 19 que lo acusan de acoso sexual o tocamientos. Todo muy Trump.

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