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G. ELEJABEITIA
Jueves, 6 de abril 2017, 00:06
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«Estoy acostumbrada a fotógrafos y cámaras, pero esto es alucinante». Paula Echevarría no pudo ocultar su sorpresa ante la expectación que había suscitado la presentación ayer de su nuevo perfume, 'Sensuelle'. Pero no nos engañemos, los periodistas que atestaban el hall del hotel Palacio de los Duques no estaban allí para explicar las bondades de la fragancia, sino por el huracán mediático que se ha formado en torno a un divorcio que, de momento, sigue sin confirmarse.
Quince minutos tarde sobre la hora prevista y vestida con un conjunto blanco rematado por volantes, Paula se presentó ante los más de 50 medios acreditados sonriente, pero visiblemente nerviosa. La pregunta del millón estaba clara -«¿Es cierto que están separados?»-, pero la protagonista hizo lo que pudo para esquivarla. «Pasan cosas en mi casa, pero no voy a entrar en eso. Si alguna vez es así, lo sabréis». Si bien no era la confirmación que se esperaba, su enigmática respuesta revela cuando menos una profunda crisis en su relación con David Bustamante.
«Si no hay todavía un sí o un no, ¿por qué tengo que decir sí o no?», se preguntaba la actriz ante la insistencia de los reporteros. Es consciente de la curiosidad que provoca su relación, sobre la que han corrido ríos de tinta, pero se resiste a dar por bueno todo lo que se ha escrito. «No te voy a decir qué parte es cierta y cuál no lo es de lo que se ha publicado. Algunas lo son y otras no», deslizó.
Trata de acostumbrarse a lo que se le viene encima, pero de momento no está dispuesta a soltar prenda. «Estos días me han acompañado colegas vuestros y no les he dicho nada». Su principal preocupación es cómo puede afectar esta situación a su hija Daniella. «Mi hija está feliz. Con eso lo digo todo. Lo que me preocupa es que, a raíz de todo esto, oiga, le digan, vea...».
Sobre el silencio que mantiene con su marido en las redes sociales y que ha sido el desencadenante de este revuelo, se limitó a explicar que «en enero subimos una fotografía y no lo hacíamos desde el verano» y que en sus perfiles públicos «mi vida ha seguido siendo la misma de siempre».
Una y otra vez se esforzaba por dar una imagen de normalidad -«él sigue con su vida, con su trabajo, con su vida. Yo sigo con mi vida, con trabajo y con él incluso. Nosotros estamos bien»-, pero el ambiente terminó por minar el aplomo de la actriz. Sobrepasada por la situación, abandonó la presentación entre lágrimas para volver pasados unos minutos. «Le quiero muchísimo y él a mí».
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