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La reina Margarita, en los fastos por la boda de Guillermo de Inglaterra con Kate Middelton. :: d. deme
Falsa alarma en  la Corona danesa

Falsa alarma en la Corona danesa

Sofoca los rumores de abdicación que disparó la reina Margarita al convocar al Consejo de Estado por quinta vez en 45 años

I. OCHOA DE OLANO

Jueves, 23 de marzo 2017, 10:32

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Todavía tengo mucho trabajo que hacer. Ni voy a abdicar, ni voy a dejar de fumar». La propia soberana de Dinamarca lo dejó así de claro hace dos abriles, cuando recibió a la prensa en su palacio de Amalienborg con motivo de su 75 cumpleaños. Y si por algo se distingue la reina Margarita es por ser una mujer de palabra. Tanto es así que, a día de hoy, sigue encendiendo pitillos -eso sí, jamás ya en público- y piensa soplar las velas de su 77 aniversario sentada en el trono. La Corona de ese país nórdico se apresuró ayer a confirmarlo cortando de raíz la cascada de rumores sobre su posible abdicación que la propia monarca desató al convocar al Consejo de Estado a una cena, algo que únicamente había sucedido antes cuatro veces en los 45 años que lleva al frente de la monarquía de la nación. Y siempre con resultados extraordinarios. De hecho, tres de esos encuentros desembocaron en el anuncio de boda de sus hijos y la cuarta, en la dimisión del primer ministro.

Advertida de que los medios de comunicación internacionales hacían correr ríos de tinta ante una posible e inminente renuncia al trono en favor del príncipe Federico y su esposa, la australiana Mary Donaldson, la Corona ponía coto a las especulaciones. Lo hacía ayer, pocas horas antes de que se celebrara la cena de gala con los miembros del Consejo de Estado. «La única razón por la que se realiza ahora esta convocatoria es que hacía tiempo que no se organizaba por cuestiones de agenda y por los continuos cambios del gobierno danés», zanjaba el secretario del gabinete de la reina, Henning Fode. Pese a sus problemas de movilidad, que le impiden practicar ballet o esquiar, dos actividades que le apasionan, la reina Margarita no se corta la coleta. Como ha dicho alguna vez, «este es un deber de por vida».

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