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Papelón de Oscar

Papelón de Oscar

El fallo más clamoroso en la historia de los premios. Un sobre equivocado otorga la estatuilla a la mejor película a 'La La Land' antes de rectificar y concedérselo a 'Moonlight'

OSKAR BELATEGUI

Lunes, 27 de febrero 2017, 23:45

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Hasta la ceremonia del mundo del espectáculo mejor planificada y con mayor repercusión es capaz de meter la pata. La 89 edición de los Oscar será recordada por un error histórico que jamás se había producido en toda la historia de los premios. El equipo de 'La La Land' se encontraba ya en el escenario y agradecía la estatuilla a la mejor película en lo que constituía el colofón a un anunciado triunfo con siete Oscar. «Gracias a la Academia, gracias a mi mujer y mis hijos...». Y, de pronto, uno de los productores del filme, Jordan Horowitz, prodigio de templanza y saber perder, rectificó. El premio gordo de la noche, el de mejor película, no era para ellos, sino para 'Moonlight'.

Hasta ahora, existía la leyenda urbana de que Marisa Tomei se llevó en 1993 el Oscar a la mejor actriz de reparto frente a cuatro contrincantes británicas porque la persona encargada de entregarlo, el veterano Jack Palance, salió al escenario achispado. Nadie osó corregirle. Era la única teoría conspiratoria en unos premios que anoche demostraron que no son infalibles. Más de 40 millones de euros de presupuesto para una gala planificada al milímetro, en la que todo saltó por los aires por culpa de un sobre entregado a destiempo.

Warren Beatty y Faye Dunaway, los míticos Bonnie y Clyde, ponían el broche de oro a lo que parecía el paseo final de 'La La land'. Pero recibieron por error la cartulina con el nombre de la mejor actriz, Emma Stone, por 'La La Land', un premio ya entregado. Beatty, 79 años, leyó y titubeó. La demora podía deberse a un vacile para aumentar la tensión o a que la coquetería le había llevado a quitarse las gafas de leer de cerca. Así que el actor en cuyas yemas de los dedos quiso reencarnarse Woody Allen -por su envidiable currículo amoroso- le pasó el embolado a Dunaway, 76 años, que vislumbró 'La La Land'. Y lo cantó.

«¡Warren! ¿Qué has hecho?», preguntó en medio del tumulto el presentador Jimmy Kimmel al cariacontecido Beatty, que aclaró el enredo entre la confusión general en el teatro Dolby. «Quiero contar lo que ha pasado», explicó el actor. «Abrí el sobre y ponía 'Emma Stone, 'La La Land'. Por eso me quedé mirando a Faye. No intentaba ser gracioso». «Bueno, fuiste gracioso», le replicó Kimmel, que arregló el entuerto como pudo en la caótica despedida. «La buena noticia es que hemos tenido discursos extra». ¿Un guiño a la 'posverdad' acuñada por Donald Trump, el invitado ausente de la noche?

«Si esto sucede en los Goya, los españoles estaríamos autoflagelándonos, diciendo qué desastre somos», observaba ayer el ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo. En los Goya de 2013, la actriz Adriana Ugarte se equivocó al pronunciar el nombre de los responsables de la canción de 'Los niños salvajes', cuando el galardón era para el tema de 'Blancanieves'. Al menos, el equipo no llegó a subir al escenario.

La consultora PricewaterhouseCoopers, encargada de asegurar la legalidad y confidencialidad de los votos en los Oscar, emitió un comunicado de disculpa. «Los presentadores recibieron un sobre en la categoría equivocada. Estamos investigando cómo pudo ocurrir». No fue el único error de la ceremonia. Durante el 'in memoriam', el vídeo recordatorio de las personalidades fallecidas a lo largo del año, se coló la fotografía de una persona viva: se rendía homenaje a la diseñadora de vestuario Janet Patterson, pero apareció por error su amiga y productora Jan Chapman.

Madre adicta al crack

Conclusión: el musical de Damian Chazelle se hizo con seis Oscar, incluidos los de mejor director y mejor actriz para Emma Stone. 'Moonlight' obtiene los premios a la mejor película, mejor guion adaptado y mejor actor de reparto para Mahershala Ali. Negro y el primer musulmán en ganar el Oscar, Ali encarna en el filme de Barry Jenkins a la figura paterna que otorga algo de alivio a la penosa existencia de su protagonista. 'Moonlight' cuenta a lo largo de tres capítulos -infancia, adolescencia, madurez- el despertar a la vida de un chaval en un suburbio de Miami. Pobre, negro y homosexual, no encuentra su sitio en casa, con una madre adicta al crack, ni en la escuela, donde sufre acoso.

Suena a culebrón terrible a ritmo de rap, a reivindicación racial mil veces vista, pero Jenkins se mueve en otros parámetros y cuenta entre sus influencias a directores idolatrados por la crítica europea, como Wong Kar Wai. El director afroamericano, que creció en esas calles de Miami y sufrió a una madre drogadicta, crea fascinantes atmósferas, apuesta por la sutilidad y el lirismo y obra el milagro de que tres actores distintos compartan la mirada del pequeño protagonista. 'Moonlight' es una de las grandes películas del año que, gracias a su inesperado Oscar, conocerá una nueva vida comercial.

'La La Land' barrió, como era previsible, en los apartados musicales: mejor banda sonora y mejor canción para esa 'City of Stars' (Ciudad de las estrellas) que uno tararea durante días después de verla. A sus 32 años, Damien Chazelle se convierte en el director más joven galardonado con el Oscar. Niño prodigio formado en Harvard, hijo de la escritora Celia Martin y de Bernard Chazelle, uno de los primeros científicos informáticos, gran fanático del jazz y el blues, el autor de 'La La Land' tiene carta blanca en Hollywood para rodar lo que quiera. Emma Stone, d e 28 años, lleva desde los 15 presentándose a los castings en Los Ángeles. Su encanto se impuso al genio de divas como Isabelle Huppert y Meryl Streep. En cuanto a Ryan Gosling, debió contagiarse de la melancolía que desprende 'La La Land'. Su Oscar se lo llevó Casey Affleck, el protagonista devastado de 'Manchester frente al mar', al que finalmente no le han pasado factura las acusaciones de violación.

«Yo me espero aquí. A ver si se han equivocado también en los cortos», tuiteó Juanjo Giménez, el director catalán que no pudo llevarse el Oscar por su cortometraje 'Timecode'. El patinazo final eclipsó una gala discreta, en la que hubo números musicales que presagiaban el (frustrado) triunfo de 'La La Land' y una inteligente utilización de las redes sociales, principal razón de que Kimmel fuera contratado por la ABC. Sirva como ejemplo el desopilante gag con unos turistas que realizaban un tour por Los Ángeles, a los que invitó al escenario. Armados con sus móviles y palos de selfi, los sorprendidos visitantes se hicieron fotos con las estrellas. Una ceremonia lubricada como un mecanismo de relojería en la que todo saltó por los aires con las campanadas finales.

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