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Turismo interplanetario. Así veríamos el sistema de TRAPPIST-1 si estuviéramos de visita en el quinto planeta. :: nasa
A la caza de vida extraterrestre

A la caza de vida extraterrestre

PPLL

Miércoles, 22 de febrero 2017, 23:54

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Hasta 1995 no teníamos constancia de la existencia de planetas alrededor de otras estrellas, lo que se conoce como exoplanetas. Aunque la ciencia ficción había poblado la Vía Láctea, nuestra galaxia, de mundos -y vida inteligente-, no había pruebas de que existieran fuera del Sistema Solar. Entonces, los astrónomos suizos Michel Mayor y Didier Queloz descubrieron el primero: 51 Pegasi b, un gigante gaseoso como Júpiter, a 50 años luz. Y comenzó una caza que, de momento, se ha plasmado en la captura de más de 3.500 mundos en más de 2.600 sistemas solares. Veintidós años después de 51 Pegasi b, los siete mundos rocosos de TRAPPIST-1 marcan otro punto y aparte.

El hallazgo es un hito por tres razones: porque nunca se habían encontrado mundos orbitando una enana roja -el tipo de estrella más abundante en el Universo-, porque jamás se habían visto tantos mundos del tamaño de la Tierra alrededor de otra estrella -hay tres más que en nuestro Sistema Solar- y porque tres están en la zona habitable. «Las siete maravillas de TRAPPIST-1 son el mejor objetivo para estudiar la atmósfera de mundos del tamaño de la Tierra potencialmente habitables», dijo ayer el líder del equipo autor del hallazgo, Michaël Gillon.

«Es lo más emocionante que he visto en catorce años de operaciones del 'Spitzer'», reconoció Sean Carey, director del Centro de Ciencia Spitzer de la NASA. El observatorio espacial estadounidense apuntó en otoño de 2016 al sistema de TRAPPIST-1 durante 500 horas para confirmar los datos del telescopio belga. Según lee usted estas líneas, el veterano 'Hubble', en órbita desde el 24 de abril de 1990, ha empezado a observar cuatro mundos de TRAPPIST-1, incluidos los tres de la zona habitable, y el cazaplanetas 'Kepler' mide los cambios de brillo de la estrella durante los tránsitos para afinar las características de cada planeta. «Con la próxima generación de telescopios, como el Telescopio Europeo Extremadamente Grande del ESO y el telescopio espacial James Webb, pronto seremos capaces de buscar agua y quizás hasta pruebas de vida en estos mundos», augura Gillon.

«Este descubrimiento es una pieza importante en el puzle de encontrar entornos habitables, lugares propicios para la vida. Responder a la pregunta de si estamos solos es una prioridad científica y encontrar tantos planetas como estos por primera vez en una zona habitable es un paso notable en esa línea», según Thomas Zurbuchen, director de misiones científicas de la NASA. Hoy estamos más cerca que ayer de resolver esa incógnita.

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