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La infanta Elena, junto a Marta Álvarez, en el funeral de su padre. :: AFP
Marta y Cristina, las discretas herederas de El Corte Inglés

Marta y Cristina, las discretas herederas de El Corte Inglés

Isidoro Álvarez las adoptó al casarse con su madre. No las dejó trabajar en el imperio familiar hasta que sus niños crecieron

EIDER BURGOS

Miércoles, 17 de septiembre 2014, 00:01

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Aunque el testigo de la presidencia de El Corte Inglés pasa a manos de Dimas Gimeno, sobrino de Isidoro Álvarez, las verdaderas herederas del fallecido empresario se llaman Marta y Cristina.

Son sus hijas, aunque no biológicas. Álvarez las adoptó cuando se casó con la madre de las niñas, María José Guil. Ella era viuda, casada anteriormente con Alfonso Camorra. Juntos regentaban el restaurante El Riscal, situado en la calle Marqués de Riscal de Madrid, lugar de encuentro de la alta sociedad de los años cincuenta y sesenta. Allí se vieron por primera vez Isidoro y María José, y el destino los unió años más tarde. El matrimonio Camorra-Guil tuvo a las niñas, pero el padre falleció cuando apenas eran bebés.

La viuda y Álvarez volvieron a coincidir y acabaron pasando por el altar. El empresario asturiano no tardó en acoger a las niñas bajo su nombre, cuando estas solo contaban con tres y cuatro años. Ellas, comentan en su entorno, no recuerdan a su padre biológico. Papá siempre fue Isidoro.

Marta y Cristina acostumbran a mantener un perfil bajo, alejadas de la vida pública y sacándose las castañas del fuego a pesar de su apellido. «No ejercen de 'hijas de' porque tampoco lo habría admitido su padre», aseguran antiguos compañeros. Ambas trabajan en el negocio familiar desde hace diez años. Álvarez prefirió que criaran a sus hijos antes de volcarse por completo en el imperio del triángulo verde.

Marta estudió Derecho y trabajó en la casa de subastas británica Sotheby's, de prestigio internacional y con sedes en las principales capitales del mundo. En 2000, se casó en Madrid con Juan Claudio Abelló Gamazo, hijo del empresario Juan Abelló y Ana Gamazo. Una boda a la que acudieron el por entonces Príncipe Felipe y los duques de Lugo. Ese mismo año nació su primera hija, Marta. Dos años después, el benjamín, Juan.

Cristina trabajó en la empresa de su marido, Iñaki Álvarez Valdés, dedicada al intercambio de estudiantes en el extranjero. Ahora se encuentra en el área de compras de El Corte Inglés. Cristina e Iñaki tienen dos niños, Cristina y Pelayo.

Las hermanas comparten aficiones: esquían en invierno y navegan en verano. Ambas estaban muy unidas a su padre. Los domingos no faltaban en su casa a la hora de comer.

Junto a su madre, son las herederas absolutas de Isidoro Álvarez. El empresario -nacido en Báscones, Asturias, y fallecido el domingo en Madrid con 79 años- deja un imperio que el año pasado ganó 171,5 millones de euros y emplea a un 93.300 personas. Su sobrino Dimas Gimeno, nombrado ayer presidente, será quien llevará las riendas del negocio de los Álvarez. Sus primas seguirán alejadas de los focos.

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