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Los misioneros valencianos piden ayuda para contar con más voluntarios y fondos

Las parroquias de la diócesis destinarán las colectas del domingo a las 300 personas que ejercen su labor pastoral en otros países

S.V.

Jueves, 26 de abril 2018, 17:17

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«Hacen falta más misioneros». Es el mensaje que ayer difundió el Arzobispado de Valencia como antesala de la Jornada Valencia Misionera que se celebrará el domingo en la diócesis y en la que se toma como referencia la petición lanzada por el papa Francisco y el cardenal arzobispo, Antonio Cañizares.

Como explicó el responsable de la delegación de Misiones, Arturo García, entre las necesidades de los misioneros valencianos repartidos por el mundo figura que nuevos voluntarios «reemplacen su labor» ya que, en algunos casos, «pueden pasarla a un clero del lugar pero, en otros casos, su trabajo peligra por la falta de continuidad». «Necesitan dinero para subsistir, evangelizar y ayudar, pues están entre los más pobres», apuntó.

Por ello, las colectas del próximo domingo de las parroquias de la diócesis se destinarán a los 300 misioneros valencianos -22 de ellos sacerdotes diocesanos- que ejercen su labor pastoral por el mundo, principalmente en Sudamérica. Además, ese día, las Carmelitas de la Antigua Observancia de Valencia acogerán, a las 19.00 horas, una oración por los misioneros y las vocaciones.

La campaña de la jornada Valencia Misionera, que lleva por lema 'Misión de todos. Actúa', se completa con un Encuentro Diocesano de Misiones que tendrá lugar el sábado en el Seminario Mayor de Moncada. Allí se darán cita los misioneros que se encuentran en estos momentos en Valencia, los que ya han regresado de misión, sacerdotes, religiosas, voluntarios y fieles sensibilizados con las misiones.

Según indicó el arzobispado en un comunicado, «es el día de los misioneros valencianos y una oportunidad para tenerlos presentes, valorar la importancia de su trabajo y también colaborar económicamente con su labor».

Especial atención merecerán los vicariatos de Requena y de San José, ambos en el Amazonas, que forman parte de la diócesis valentina desde el pasado octubre por encargo del Pontífice. Se trata, según Arturo García, de dos espacios «muy abandonados por las administraciones públicas, son muy pobres».

Hospitales y colegios

Un ejemplo de esas carencias es el vicariato apostólico de Requena, un lugar en el que las condiciones de vida son duras y la pobreza es extrema, sin carreteras o caminos por los que transitar de un poblado a otro por lo que en muchos sitios hay que ir en canoa de un lugar a otro.

«Hay poblados en los que no se celebran una eucaristía desde hace seis o siete años. Nos cuesta creerlo, pero hay sitios donde la comunión no está garantizada», relata el sacerdote valenciano y delegado diocesano de Juventud, Virgilio González, que estuvo allí durante unos meses cuando todavía era seminarista.

Según la información facilitada por el arzobispado, en ambos vicariatos los misioneros tienen que atender puestos de misión, un hospital, puestos de salud en el río Napo, colegios, centros de rehabilitación y parroquias o capillas.

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