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Algunos de los paneles incluidos en la exposición de la RACV. :: damián torres
Los guardianes del legado de San Vicente Ferrer

Los guardianes del legado de San Vicente Ferrer

El Capítulo de Caballeros Jurados celebra su 50 aniversario con exposiciones, actos académicos y la publicación de un libro

ISABEL DOMINGO

Lunes, 5 de diciembre 2016, 00:44

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Setenta miembros como setenta fueron los años de la vida de San Vicente Ferrer, uno de los patrones de Valencia. Es el número máximo de integrantes del Capítulo de Caballeros Jurados de San Vicente Ferrer, la entidad creada en 1966 (aunque no fue hasta 1972 cuando el arzobispo de Valencia, José María García Lahiguera, aprobó sus estatutos) y que actualmente celebra su 50 aniversario.

En ese tiempo, la institución que entonces presidía Juan Martí Belda como lloctinent general fue la impulsora de la llegada a Valencia de la reliquia del brazo izquierdo de San Vicente Mártir, donada por Pietro Zampieri y que estaba depositada en la iglesia de la Sagrada Familia de Padua. Precisamente Martí fue su custodio durante el viaje en barco.

Sus orígenes hay que encontrarlos en el «movimiento eclesiástico, social y popular que surgió con motivo del V centenario de la canonización de San Vicente Ferrer», explica el actual lloctinent general, el profesor José Francisco Ballester-Olmos. Se pensó en crear una institución que, «con naturaleza caballeresca, fuera guardia de honor del patrón de Valencia y de su memoria, velara por su mayor culto, defendiera sus recuerdos y cubriera las carencias que históricamente existían en lo concerniente al fomento de estudios, publicaciones, conferencias y otras actividades culturales», desgrana. Y así fue.

Hoy el Capítulo de Caballeros Jurados une a esos principios la colaboración con obras sociales vinculados al santo, como el Colegio Imperial de Niños Huérfanos de San Vicente Ferrer y, sobre todo, la promoción de la declaración de Doctor de la Iglesia a favor del patrón valenciano, que lleva en marcha desde 1993. Este es, precisamente, uno de los retos de futuro que tiene la entidad pues es una de las integrantes de la parte actoral del proceso «que ha de designar el postulador que redacte la 'positio', que es el documento básico y esencial» para la obtención del doctorado, revela Ballester-Olmos.

Pero antes de que arranque esa fase (está prevista una reunión con el cardenal arzobispo, Antonio Cañizares), el Capítulo de Caballeros Jurados está inmerso en los actos de su 50 aniversario. Esta misma semana clausuraban una exposición en la Real Acadèmia de Cultura Valenciana (RACV) en la que, a través de paneles fotográficos y objetos, repasaban su historia y sus actos corporativos. Ha sido complemento de otra, también la RACV, sobre la vida y la obra del santo, también con 20 paneles divulgativos.

«Próximamente se celebrará un acto en la capilla del Arzobispado y ante el cardenal arzobispo de Valencia, que es el magnífic senyor prior del Capítulo, todos los caballeros van a renovar su juramento en presencia ante la biblia que usó San Vicente Ferrer y ante la reliquia del hueso de la mano de sus bendiciones», detalla el lloctinent general.

Ostensión de la reliquia

Esta reliquia ha protagonizado otro de los actos conmemorativos bajo la denominación de 'Ostensión de la reliquia'. «Lo hemos celebrado por primera vez y ha quedado instituido como acto anual en el que sacamos la reliquia de un hueso del metacarpo de la mano de San Vicente, propiedad del Capítulo, de su urna ubicada en el altar situado en el lugar que ocupó la alcoba de matrimonio donde nació el santo en la Casa Natalicia», detalla el profesor Ballester-Olmos. Con el Capítulo formado, el consejo y el clero se llevó en procesión hasta la iglesia de ese santuario vicentino, «donde se celebra un acto capitular y una función religiosa».

Habrá un solemne acto institucional en la parroquia de Santo Domingo en el que, además, se recibirá como nuevos miembros de la entidad a varios caballeros novicios. Pero el calendario por el medio siglo de vida no acaba aquí, pues en 2017 hay prevista una jornada académica en la que un experto internacional dictará una lección magistral acerca del proceso canónico «y estrategias necesarias para la consecución del Doctorado de la Iglesia Universal para San Vicente Ferrer».

Asimismo, se presentará el libro 'El carisma de los Caballeros Jurados de San Vicente Ferrer», en el que se analiza con detalle las singularidades de esta organización, que posee «naturaleza caballeresca». Lo explica Ballester-Olmos de esta forma: «el carácter caballeresco del Capítulo tiene en la actualidad una gran vigencia moral, porque denota el espíritu de servicio, de abnegación y de disciplina. La acción caballeresca, antaño asociada a la espada, requiere hoy instrumentos pacíficos en el testimonio y la defensa de la fe católica, y en la lucha contra la marginación, la injusticia, la intolerancia y la miseria».

Y, de nuevo, en la celebración, el horizonte del Doctorado de la Iglesia, que ha llevado al Capítulo de Caballeros Jurados a publicar dos opúsculos acerca de San Vicente Ferrer y San Vicente Mártir «y hemos editado un grabado de 'la vera facies' de San Vicente Ferrer del siglo XVII».

Intervención en la celda

En ese ámbito se inscribe también la promoción del honoris causa para el patrón de Valencia a título póstumo en alguna de las universidades valencianas, el impulso a nuevos trabajos de investigación o la promoción de la transcripción de los sermonarios de San Vicente Ferrer, manuscritos en latín en el siglo XV, «conservados en el archivo de la Catedral y que están inexplorados».

El trabajo no se detiene ahí pues también quieren impulsar varias restauraciones, como una intervención en la celda de San Vicente Ferrer que permita recuperar los paneles de azulejos del siglo XVIII o la bóveda gótica oculta en su capilla del nacimiento y la restauración de las lápidas de la fachada de la iglesia de Santo Domingo.

Sin olvidar la difusión de los eventos conmemorativos en Valencia del VI Centenario de la muerte de San Vicente Ferrer, que se celebrará en el 2019. Y otro deseo que expone Ballester-Olmos: «promover la creación de nuevos altares en los barrios de la capital y en los pueblos».

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