Pleamar de Cuadri, de Las Ventas a Vall d'Uixó

valencia. La expectación está por las nubes. Mañana sábado es día grande para los aficionados de bous al carrer: se suelta un toro de la ganadería de Cuadri, que son palabras mayores y motivo de gran acontecimiento. Será en Vall d'Uixó, en las fiestas de San Antonio Abad, más de una década siendo fieles al ganadero de Trigueros, y que llevan un año, justo desde que adquirieron el toro, esperando este día.

Y es que el toro que mañana saldrá a las calles de este barrio de La Vall, no sólo ha despertado interés por su trapío y belleza, sino porque tiene una historia detrás digna de contar. Estuvo reseñado en la corrida que finalmente Valencia no quiso lidiar y viajó hasta Madrid, donde lo dejaron fuera por su excesivo peso. Viendo que los kilos podían ser un handicap, su ganadero Fernando Cuadri optó por dejarlo para las calles.

Los miembros de la Peña El Plastic estuvieron rápidos y adquirieron un toro que ha contado con muchos pretendientes. Así lo cuenta José Antonio Pérez, miembro de la Peña y de la comisión de fiestas de San Antonio. «Se llevaron ocho toros para la corrida de Madrid del año pasado, pero decidieron quitar los toros de menor y mayor peso para igualar la corrida. Nos enteramos enseguida de lo que había pasado en los corrales de Las Ventas y nos pusimos en contacto con el ganadero para quedarnos con el de mayor peso. Sabíamos que faltaba todo un año hasta que se lidiara por las calles, pero no podíamos desaprovechar tal oportunidad. El toro es todo un espectáculo por su seriedad y trapío. Fernando aceptó a vendernos el toro -continúa explicando José Antonio cómo fue el trato- y aguantarlo un año en su finca, pero a cambio nos pidió que lo pagáramos. Así hicimos. Al poco tiempo tuvimos que anunciar públicamente que el toro se iba a soltar en nuestras fiestas porque cada vez que alguien lo veía, lo quería comprar».

Pleamar se llama el toro, uno de los más serios que se verán este año por las calles. Tan es así, que en Las Ventas, donde se exige un toro serio, fue rechazado por exceso de peso. Así lo cuenta el propio ganadero, Fernando Cuadri: "Dio en la báscula 742 kilos y decidieron dejarlo fuera. Aunque tiene muchos kilos, no está gordo, está proporcionado porque tiene caja para soportar tanto peso. Ahora, después de un año, estoy seguro que el toro rondara los 800 kilos de peso. Seguro que en la canal ronda los 450. Si el toro se hubiese lidiado en Las Ventas y se para, nos hubieran achacado el problema del exceso de peso, cuando no es verdad. La movilidad no va relacionada con los kilos y además, este toro, era muy ligero, así lo habíamos podido comprobar en el campo. Así que para evitar este problema del peso, pensé que lo mejor sería dejarlo para las calles», explica el ganadero.

Fernando desvela que le hubiese hecho ilusión verlo en la plaza porque proviene de una reata importante. «Viene de la familia del mar, una reata muy contrastada que da productos muy buenos. Además, tanto creemos en él, que lo utilizamos como semental puente. Cubrió vacas con el objetivo de dejar algún hijo suyo como futuro semental de la ganadería, con la idea de refrescar y no caer en la consanguinidad. Por eso nos hubiese gustado ver su juego en la plaza, además, el otro día tentamos una vaca hermana suya y ha sido una de las mejores que hemos visto en esta ganadería, y nos acordamos de Pleamar».

Varias poblaciones tendrán la suerte y la fortuna de anunciar en sus carteles un toro de Cuadri. No es fácil. Museros, Alcalá de Xivert, Massamagrell y Canet den Berenguer son de momento algunas de ellas. La alta demanda de estos toros y la poca disponibilidad de cuadris para las calles, hace que la suerte y el poder adquisitivo jueguen un papel importante para las peñas taurinas.

Le preguntamos al ganadero qué tienen sus toros para que gocen de tanto cartel en esta tierra. «Hay algo fundamental en esta ganadería y es que nosotros buscamos la casta y eso es lo que más tenemos en cuenta. Esa casta lleva al toro a un afán de lucha hasta el final y quizá sea eso lo que guste», explica Fernando. José Antonio Pérez profundiza algo más en este aspecto: «El toro de Cuadri marca su terreno y se hace respetar. Gusta su mirada, su manera de arrancarse tan eléctrica, de hacer hilo detrás de los rodadores. Gusta mucho a los aficionados esa manera tan diferente de estar en la calle».

Pleamar será el quinto toro de Cuadri adquirido por la Peña El Plastic, formada por miembros de la comisión de fiestas de San Antonio, así como de aficionados de toda la comunidad e incluso de Madrid, fieles y seguidores de esta ganadería onubense. Mañana a las siete de la tarde, desde la calle Espadán, verán salir al toro que han estado esperando durante todo un año, rezando incluso para que todo llegara a buen puerto pues saben que en esta ganadería se producen bajas. Pero antes que Pleamar, abrirá fiestas un toro de la ganadería de Garcigrande. «Creemos que es el primero de este hierro que va a salir a las calles», admite Pérez. Y cerrará la jornada por la noche otro toro de Cuadri, esta vez embolado, de nombre Esquimal. «Viene de la familia del frío, otra reata con la que tienen mucha confianza», matiza José Antonio.

Las fiestas culminarán el próximo sábado 28 con una nueva jornada taurina que abrirá un toro de Manuel Ángel Millares, otra de las ganaderías predilectas por esta comisión. «Nos une mucha amistad con el ganadero desde hace tiempo». Posteriormente se soltará un toro de Valdefresno con 625 kg. de peso, patrocinado por la peña Amics de l'Assumpció; y concluirá la jornada vespertina un astado de Torreherberos, de la peña Gent del Bar. Por la noche se embolará un toro de pelo jabonero, de José Luis Marca. Este es el cartel con el que las fiestas de San Antonio cumplen su 15 aniversario. Y además, para celebrarlo, estrenarán su recién inaugurada sede que a buen seguro que será punto de encuentro para hablar y debatir sobre el juego ofrecido por los toros.