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Viernes, 12 de febrero 2016, 02:19
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«Empezamos con cuatro alumnos y ahora somos un total de cuarenta». Son palabras de Sergio Delgado, uno de los recortadores más laureados de la historia, digamos que una máxima figura en su especialidad, y ahora profesor de la Escuela de Recortadores de Castellón, puesto que ocupa desde que el proyecto, impulsado por la Diputación y Juan Carlos Paricio, viera la luz en 2014. «Cuando me lo propusieron era un poco reticente y no tenía muy clara la idea porque siempre he sido de la opinión que esto se aprende en las calles y en las capeas pero al ver que a los chavales no les costaba dinero acepté, y ahora, visto con el tiempo ha sido todo un acierto».
La escuela, de acceso gratuito, proporciona uniformes, así como el material para los entrenamientos, como carretones. «Mi condición fue esa, no quería que los chavales pagaran por su afición», señala antes de poner en valor la importancia de un centro que fomenta la afición por la Fiesta entre los más jóvenes. «Es una apuesta por la base y por la cantera que al fin y al cabo son el futuro del espectáculo. A nivel público es una iniciativa totalmente pionera en todo el mundo», afirma. Por encima de todo, Sergio Delgado trata de transmitir «valores como el sacrificio y la constancia que a mí me han servido mucho en esta vida. Antes de ser recortador, torero o ingeniero hay que ser buena gente y buen compañero. He conseguido que seamos una piña, una familia», reconoce.
El escenario de los entrenamientos es la plaza de toros de Castellón. Cada martes y jueves, durante dos horas, el coso del Paseo de Ribalta se convierte en un vivero de aficionados. «Las clases las estructuramos en dos partes. Primero una física a través de ejercicios específicos encaminados a resolver las dificultades que plantean los toros; se trabaja la rapidez y los reflejos. Y luego llega la parte práctica en la que intento transmitirles conocimientos acerca de los terrenos y la colocación del toro, así como los diferentes comportamientos de los animales según su encaste», explica. Pero el aprendizaje no termina ahí, ya que las clases se complementan con la enseñanza de la historia, usos, costumbres y prácticas del bou al carrer para formar no solo a futuros recortadores, sino también a aficionados que conozcan todos los entresijos del festejo popular. Conocer el espectáculo desde dentro, sus raíces y su significado, ayudará, según Sergio Delgado a que todos los chicos y chicas que pasen por la escuela «tengan argumentos para defender la Fiesta contra los ataques externos que recibe».
Desde su condición de maestro del recorte, Sergio Delgado inculca, por encima de todo, afición. «Vivir del mundo del recorte es muy complicado, por eso quiero que todos se los tomen como un hobby», apunta antes de incidir en la idea. «Mi finalidad como profesor no es que salgan fenómenos del recorte, sino que aprendan a disfrutar de su afición y, por supuesto, que adquieran unos conocimientos básicos para enfrentarse al toro. A mí me ha costado veintiún años de carrera aprender lo que sé sobre el toro, así que mi objetivo es tratar de que ellos puedan llegar a saber todo eso en menos tiempo».
Sergio Delgado es una de las voces autorizadas para hablar del mundo del recorte. El palmarés le avala: cuatro veces campeón de España, tres títulos en Madrid, dos en Zaragoza, triunfador en Valencia, Castellón «Me estoy implicando mucho porque es un proyecto que me apasiona cada día más. Los chavales son una maravilla y ver la ilusión y la dedicación que le ponen me recuerda a cuando yo estaba en su situación».
Natural de la localidad madrileña de Chinchón y desde hace un tiempo afincado en Onda, Delgado ha vivido desde muy pequeño el mundo del toro con los encierros y ferias que se celebraban en la plaza de su pueblo, muy cercana a la casa familiar. Su concepto puro del recorte caló pronto en los aficionados y creó escuela entre sus compañeros.
«Lo más importante para un recortador es conocer tus límites, saber lo que eres capaz de hacer. Sobrepasar ese límite es tirar la moneda al aire. Delante del toro, ante todo, lo que hay que tener es cabeza y saber hasta dónde puedes llegar». El valor, indudablemente, es otra de las capacidades para enfrentarse al animal. «Hace falta corazón y valor, por supuesto, pero eso no se puede enseñar, eso viene de serie con cada uno», responde sonriendo.
Los frutos del trabajo
El trabajo de estos tres años está empezando a dar sus frutos. «El año pasado Joaquín Gadea quedó segundo en el concurso de la Magdalena de Castellón», recuerda con orgullo. «Hemos ido a varios concursos, quedando campeones en plazas como Vinarós y Oropesa. Si llegan los trofeos, mejor que mejor, pero lo más importante es que adquieran recursos para estar delante del toro y sobre todo que se diviertan», apunta Delgado.
La Escuela de Recortadores de Castellón estará presente en los festejos populares de la próxima Feria de la Magdalena en el concurso de Jóvenes Promesas del 1 de marzo donde harán su participación algunos de los alumnos y donde el grupo de mujeres de la Escuela hará una exhibición. «Actualmente tenemos tres chicas, una de ellas nueva. Me encanta porque tienen una dedicación asombrosa, una constancia envidiable y sobre todo, mucho valor. Me han sorprendido gratamente», reconoce Delgado.
Como uno de los grandes exponentes de todos los tiempos, Sergio Delgado no duda a la hora de defender el toreo a cuerpo limpio como un arte. «Sí que es un arte porque al fin y al cabo estamos creando con nuestro cuerpo. Quizá en la sociedad no se considera un arte y no llegamos a tener esa consideración pero para mí sí lo es», concluye.
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