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El director Llorenç Mendoza Ruiz.
El director de banda,  una asignatura pendiente

El director de banda, una asignatura pendiente

«Tener estudios no te garantiza saber desempeñar bien tu trabajo», explica Llorenç Mendoza Ruíz, profesor de conservatorio

OCTAVIO HERNÁNDEZ BOLÍN

Jueves, 4 de febrero 2016, 00:26

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valencia. La figura del director de banda es la pieza fundamental en cualquier agrupación artística. Pese a que desde fuera pueda parecer que se trata de un puesto reconocido y respetado, a veces no lo es tanto como debiera. Los directores de bandas de música amateurs son un colectivo heterogéneo y diverso. Un sector laboral que necesita de una regulación y también de ser valorado en su justa medida.

Hace años estas plazas se cubrían en muchas ocasiones por profesores de la Banda Municipal de Valencia. De ahí nació aquel apodo familiar de 'La Mare de totes les Bandes' con el que Octavio Hernández Torrado -fundador y primer director de 'Nuestras Bandas de Música' bautizó a la Banda Municipal de Valencia. Las enseñanzas y experiencias que allí vivían sus profesores eran después transmitidas por estos en las numerosas agrupaciones que dirigían.

Hoy en día todo este colectivo es consciente de lo necesaria que es la formación. Formación técnica pero sobre todo didáctica, como reivindica el director y profesor de conservatorio Llorenç Mendoza Ruíz. «Tener estudios no te garantiza siempre saber desempeñar bien tu trabajo. Las personas que están capacitadas son las que además también tienen experiencia. Destreza en dirigir y en gestión pues hoy en día los directores son los responsables del 90% de la gestión cultural de la banda de música: han de programar y han de generar nuevos proyectos», comenta Mendoza Ruíz. A su juicio, gran parte de la oferta de cursos que existen no están bien orientados, «pues sólo enseñan técnica cuando la formación didáctica es, por lo menos, igual de importante. Una banda de música no es una formación profesional y hay que saber trabajar con músicos amateurs y enseñarles a afrontar los problemas con los que se van a encontrar».

La difícil situación económica y la imposibilidad de labrarse un futuro profesional como intérprete o como docente ha hecho que muchos jóvenes se decanten por la dirección de bandas en un intento de poder dedicarse profesionalmente a la música. Eso ha hecho que en la actualidad proliferen cursos y seminarios para ofrecerles la necesaria formación.

La carrera de dirección con la especialización de banda de música sólo se imparte en España en el Conservatorio Superior de Castilla la Mancha, que está en Albacete. Ellos fueron los pioneros en crear este itinerario oficial reglado en España que se diferencia de los estudios oficiales de dirección de orquesta.

En la Comunitat existen diferentes centros donde se imparten clases de dirección de banda. Algunos de los más reconocidos son la Escola Comarcal de Música de la Vall d'Albaida, donde José Rafael Pascual Vilaplana, director de la Banda Municipal de Bilbao, forma a sus alumnos desde 1997; o Allegro Centro Musical, academia en la que el director y reconocido compositor Ferrer Ferran forma a sus alumnos dándoles la posibilidad de graduarse en dirección de banda por la Associated Board of the Royal Schools of Music de Londres.

Estilo propio

Son muchos los cursos impartidos por diferentes maestros que intentan dar respuesta a esa inquietud por la formación que tienen las nuevas batutas. Trabajar con diferentes maestros y conocer sus técnicas ayuda a crear un estilo propio y complementar la necesaria formación, algo imprescindible para combatir el intrusismo presente también en el sector.

Según el último censo de la Federación de Sociedades Musicales de la Comunitat Valenciana, en la actualidad hay un total de 1.686 formaciones artísticas dentro de nuestras sociedades musicales en la Comunitat Valenciana: 1.075 bandas de música, 174 orquestas, 233 coros, 133 grupos de cámara, 52 big bands y 19 grupos de dulzaina y tabal. Son muchas oportunidades profesionales las que se abren para nuestros jóvenes músicos. Sólo hace falta calidad, formación y constancia, valores que les sobran a nuestros jóvenes intérpretes y que han hecho que nuestros músicos sean considerados y reconocidos por toda España.

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