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Miles de personas acuden cada jornada al reclamo de los bous al carrer. En la imagen, Massamagrell. :: rullot
Los bous al carrer batirán su récord histórico en 2015

Los bous al carrer batirán su récord histórico en 2015

La temporada se cerrará con más de 8.500 festejos celebrados, un 8 por ciento más que el año pasado

JOSÉ IGNACIO GONZÁLEZ

Jueves, 5 de noviembre 2015, 23:49

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valencia. Los bous al carrer cerrarán el año con más de 8.500 festejos celebrados. Los datos, que serán ratificados de manera oficial por la Consellería de Gobernación en un par de meses, han sido registrados por la Federación de Peñas Taurinas de Bous al Carrer en la Comunidad Valenciana y suponen un incremento de más de un ocho por ciento respecto al ejercicio 2014, cuando se autorizaron un total de 7.866. Ni los ataques que algunos partidos políticos realizaron contra los toros en algunas poblaciones, ni la crisis económica que sigue atravesando el país, ni los antitaurinos, han sido capaces de frenar el ascenso de los bous, que se consolidan como una de las tradiciones de mayor arraigo, aceptación y poder de convocatoria de cuantas se celebran en la Comunitat.

Castellón volverá a ser la provincia con más festejos celebrados seguida, por este orden, de las de Valencia y Alicante. Según datos de la Policía Autonómica, cada día de toros en un pueblo moviliza una media de 5.000 personas -1.000 participantes y 4.000 espectadores-, que generan un impacto económico de cerca de cincuenta millones de euros anuales y permite que en la Comunitat existan más de un centenar de explotaciones ganaderas que se dedican a la cría o venta del ganado bravo. Y es que, cada temporada se celebran bous al carrer siete de cada diez días del año y con ellos se generan más de 6.000 puestos de trabajo de manera directa o indirecta.

Los datos hablan por sí solos y el crecimiento es imparable. En 2011, por ejemplo, hace solo cuatro años, se celebraron 6.070 festejos, 2.500 menos que en el presente ejercicio. Y todo, en plena crisis. Tampoco los políticos contrarios a la Fiesta han frenado el crecimiento de los festejos populares, algo que por ejemplo sí ha sucedido con los espectáculos taurinos de la plaza. De hecho, hasta las elecciones municipales, 2015 estaba siendo el primer año de crecimiento tras varios de recesión, pero la llegada al poder de partidos contrarios a su celebración ha motivado que se cerrara la temporada con un sensible descenso en el número de festejos.

En la Comunitat, solo los gobernantes de Alzira, Alaquás, Xirivella y el barrio alicantino del Moralet han logrado su propósito, algo que provocó además un efecto rebote, ya que fueron muchos los pueblos que se echaron a la calle para defender su tradición, teniendo como referencia la multitudinaria manifestación de Castellón, que congregó el pasado mes de febrero a más de 10.000 personas. Por todo ello, desde la Federación de Peñas Taurinas de Bous al Carrer en la Comunidad Valenciana irradian satisfacción. «Los bous al carrer son del pueblo y así lo hemos demostrado. Será muy difícil que alguien se atreva a ir en contra de esta tradición que cuenta con el respaldo de todo un pueblo y que aporta tantos y tantos millones de euros a la economía de nuestra Comunidad», manifestaba hace unos días en Aplausos su presidente Vicente Nogueroles, antes de proseguir: «debemos felicitar a la afición y a las peñas, sin su trabajo y dedicación no hubiera sido posible aumentar el número de festejos ni hacerlo con carteles de calidad. El listón está muy alto».

Todos los espectáculos de tauromaquia popular que se celebran en la Comunitat lo hacen cumpliendo el reglamento más seguro, completo y exhaustivo de cuantos hay en España. Los percances son algo inevitable y desafortunadamente, que haya víctimas mortales, también. Diego de la Cruz, de la plataforma La Economía del Toro, publicaba hace unas fechas un estudio revelador, que reproducimos a continuación para desvelar el bajísimo índice de mortalidad que tienen los bous al carrer pese a que, cada vez que ocurre una desgracia, algunos medios de comunicación se empeñen en difundir lo contrario para cuestionar su celebración:

«La concurrencia media en festejos populares asciende a 5.000 personas por celebración. En 2014 se dieron 7.886 celebraciones de este tipo. Por tanto, con estas cifras oficiales podemos concluir:

Los festejos taurinos populares celebrados en la Comunidad Valenciana cuentan con 7.886.000 participantes. La tasa de mortalidad sería, por tanto, del 0,00006%. Si aumentamos el cálculo para incluir también el número de asistentes, vemos que estas celebraciones reúnen a 39.430.000 espectadores. La tasa de mortalidad sería en este caso del 0,00001%.

Y arrojamos una comparación muy significativa: la Asociación Española de Técnicos de Salvamento Acuático y Socorrismo explicó en junio que a lo largo de 2014 se dieron 339 muertes por ahogamiento en las playas, piscinas o ríos españoles. La cifra absoluta es 33 veces superior a la registrada en festejos populares, pero evidentemente nadie plantearía prohibir el baño porque ocurran percances».

Seguridad

Vicente Nogueroles se muestra tajante respecto a este tema. «La proporción de fallecidos es menor que otros años teniendo en cuenta que han aumentado el número de festejos y de espectadores. Lo que sí debe saber cada participante es que el riesgo está presente, forma parte de la esencia de esta fiesta y hay situaciones que no se pueden evitar a pesar del importante dispositivo de seguridad que hay en un festejo», afirma el presidente de una entidad que sigue luchando cada día para defender sus tradiciones, ahora también jurídicamente.

«Hemos alcanzado un acuerdo con un bufete de abogados de Valencia con el objetivo de asesorar a las peñas y comisiones taurinas, y cuando sea necesario, defenderlas jurídicamente. Es hora de que se nos respete de manera institucional. Una de las primeras tareas que van a emprender es la defensa de los cuatro municipios a los que este año se les ha impedido celebrar festejos taurinos. Es ilegal prohibir algo que está protegido por ley. Lo importante es trabajar y hacer todo lo posible para que nuestros hijos y nietos sigan disfrutando de algo tan nuestro y que vivimos con tanta pasión: los bous al carrer», concluye.

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