Borrar
Urgente Ford Almussafes fabricará un nuevo modelo hasta que lleguen los vehículos eléctricos
Colegio del Patriarca. Claustro presidido por la estatua del patriarca, José de Ribera, realizada por Mariano Benlliure. :: damián Torres
La Valencia que escapa a los ojos de los turistas

La Valencia que escapa a los ojos de los turistas

El Colegio del Patriarca, la casa museo de los Benlliure o los Baños del Almirante son lugares que a los guías les gustaría incluir en sus visitas

DAVID GIL

Domingo, 16 de agosto 2015, 00:45

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Magníficos lugares se esconden en las calles del cap i casal. La historia nos ha legado tanto patrimonio que es imposible de abarcar. Más allá de los principales sitios de interés, importantes edificios y monumentos de gran valor y peso histórico pasan desapercibidos. Desde la Asociación Oficial de Guías de Turismo de la provincia de Valencia y varias empresas del sector, coinciden en que hay mucha «Valencia desaprovechada».

Entre estos lugares apartados de los tours convencionales, se encuentra el Colegio del Patriarca. En el barrio de Sant Francesc, se alza el seminario fundado por San Juan de Ribera en 1583. David, guía turístico de Valencia Tour, empieza la visita al Colegio presentando a su fundador, quien vino a Valencia a devolver «la gloria a la ciudad». El Patriarca fue arzobispo e incluso llegó a ser virrey de Valencia nombrado por Felipe III de España. Ribera construyó el Colegio con una decoración austera y separó la parte formativa del centro de la parte eclesiástica para que el ir y venir de los seminaristas no molestara en las misas de cada día.

El Colegio no ha perdido los valores fundacionales y después de más de 400 años continúa con sus tradiciones litúrgicas y con su deber formativo. A pesar de que su actividad no ha cesado, varias partes del edificio han estado cerradas al público durante años hasta principios de verano pasado. Ahora se puede visitar la capilla, las viejas escaleras de la de las dependencias privadas y también el claustro, el museo y la Iglesia.

En el claustro se observan columnas dóricas y jónicas y un chapado de cerámica toledana con vidriado renacentista. Es solo un aperitivo para lo que se puede contemplar en el Museo. Pocos saben que de las paredes del Colegio cuelgan lienzos de El Greco o Caravaggio y otras obras de estilos que abarcan desde el renacimiento más temprano hasta el impresionismo de Pinazo. David confiesa que hay gente que no se cree que haya obras de este nivel. «Cuando les decimos lo que pueden encontrar dentro, muchos asienten incrédulos y otros incluso dudan de que aquí hay todo esto». Desde 1962 es monumento artístico nacional. La iglesia del Colegio, con sus frescos y pinturas de las bóvedas y paredes, «es una de las mejores de Valencia», afirma el guía. En periodo no vacacional, las misas están acompañadas con cantos gregorianos y los seminaristas escenifican liturgias inauditas en la ciudad. Varias empresas de turismo coinciden en que este monumento es uno de los más ignorados. «Nos encantaría añadir este edificio en nuestras visitas, pero por el tiempo limitado y problemas con el transporte de grupos, no lo incluimos», explica Elvira Mocholí, guía turística miembro de APIT Valencia.

El claustro del Colegio del Patriarca está presidido por una escultura de San Juan de Ribera realizada por Mariano Benlliure, hermano del también pintor y escultor José Benlliure, quien adquirió la vivienda situada en Blanquería donde estuvo viviendo con su familia hasta el día de su muerte. Ahora, junto al viejo cauce del río Turia, los árboles que invaden las aceras cubren levemente la residencia del artista convertida en casa museo de la familia.

La vivienda presenta una ambientación de la burguesía del siglo XIX. La sala de visitas, el comedor, el despacho o el dormitorio del pintor conservan muebles antiguos y piezas de cerámica que forman parte del relicario de los Benlliure. En las diferentes estancias se reparten obras de arte de José Benlliure, de su hijo y de su hermano, así como pinturas de Joaquín Sorolla.

En la parte trasera se encuentra el jardín, «una de los puntos más destacadas de la casa», comenta José Vicente, guía turístico y expresidente de APIT Valencia. «Este espacio conjuga la inspiración romana y la tradición valenciana con los azulejos y la disposición de la vegetación», explica. En el centro, un busto de José Benlliure vigila que la casa museo siga cumpliendo su misión de transmisión cultural y artística y punto de referente de la cultura valenciana como su hija pretendió con la donación del edificio al Ayuntamiento en los años cincuenta. «Nos gustaría enlazar la visita de la casa Benlliure con las torres de Serrans y el centro histórico, pero todavía es una asignatura pendiente», lamenta José Vicente.

En un lugar céntrico pero recóndito, se hayan los baños del almirante, camuflados entre edificios en un callejón detrás de la plaza de la Virgen. Aunque se controla el número de visitantes para que no se amontonen en el interior, poca es la afluencia que gozan estos baños medievales.

Fue el caballero Pere de Vila-rasa quien construyó durante el reinado de Jaime II este local público que simula un 'hammam' o baño árabe. Estas instalaciones tienen una arquitectura mudéjar, con arcos de herradura y columnas de mármol. César, guía turístico de CaminArt, comenta que posiblemente fueron construidas «con mano de obra árabe». Un vestíbulo y tres salas componen los baños: la sala fría con letrinas y almacenes, la templada y la caliente. Mediante una caldera subterránea, que se observa a través de unos cristales, se calentaba esta última dependencia. «Hay baños como estos repartidos por todo el país», explica César, al que le parece «una lástima» que este espacio no sea más conocido. La visita también permite subir una altura para observar las cúpulas con inserciones en forma de estrella. El edificio estuvo abierto durante 600 años con distintas funcionalidades hasta mediados del siglo pasado. La Generalitat decidió recuperar y rehabilitar los baños y finalmente se abrieron al público en 2005 para que la poca gente que los descubra pueda visitarlos.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios