Calles llenas de palmas y ramas de olivo

«Diumenge de Rams, qui no estrena no té mans». El refrán valenciano sirve para ilustrar el color que pintó ayer las calles de la ciudad, donde ya asoman los tonos primaverales. Adiós al negro y bienvenida al rojo, azul, naranja o blanco, como las capas que lucieron ayer los cofrades de la Semana Santa Marinera.

Domingo de Ramos y, cuanto menos, había que estrenar palma (en cualquier formato, sea en la mano o en la solapa) o rama de olivo, que cada vez se vende más. Las parroquias de la ciudad celebraron esta festividad litúrgica, tanto en el centro como en el Marítimo, donde hubo más afluencia de gente.

Es el primer día grande de la Semana Santa Marinera y se respiraba alegría en el Cabanyal, Canyamelar y Grao. Aquí, por ejemplo, fueron los últimos en realizar la bendición de palmas en las Atarazanas, un acto presidido por el Cristo de la Palma.

De forma previa, se había sucedido el mismo acto en la explanada del mercado del Cabanyal, donde acudieron las hermandades pertenecientes a la parroquia Nuestra Señora del Rosario del Canyamelar. Las de la iglesia de los Ángeles lo hicieron en la plaza del mismo nombre, donde formaron todas con la reliquia de la Cruz como una de las imágenes más destacadas. También hubo bendición en la parroquia de Jesús Obrero-San Mauro, que forma parte de la Semana Santa Marinera aunque sólo participe con una hermandad, la del Cristo de la Concordia.

En el caso de la iglesia de Cristo Redentor-San Rafael, las cofradías se concentraron en la calle José Benlliure, en el local de la Santa Hermandad de la Muerte y Resurrección del Señor. A partir de ahí, procesión encabezada por el facsímil del Cristo del Salvador y del Amparo y en la que se pudo ver el paso de Jesús en la entrada triunfal en Jerusalén, que sólo sale por el Domingo de Ramos.

Mientras, en la Catedral de Valencia, la bendición de palmas y ramos estuvo presidida por el arzobispo, el cardenal Antonio Cañizares, quien exhortó a los valencianos a participar en la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo en la Semana Santa e invitó, especialmente, a la oración para «presentar ante Cristo Crucificado a los crucificados de nuestra época, con los que Él se identifica».

Alrededor de un centenar de personas se dio cita ante la puerta románica de la Seo para acompañar al arzobispo. Junto a él, y bajo un intenso sol, el Cabildo Catedralicio y el cardenal estadounidense William Lavada, prefecto emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe, de visita en Valencia este fin de semana. Tras la bendición, y con el toque de campanas, hubo una procesión por la plaza de la Virgen y la calle del Miguelete hasta la Puerta de los Hierros, para celebrar la misa

Traslados de imágenes

Pero el Domingo de Ramos no acaba por la mañana, pues el Marítimo vive con intensidad una de las singularidades de su fiesta grande: el traslado de imágenes hasta casas particulares, que se convierten en altares durante la Semana Santa. En los Ángeles, en el Cabanyal, tras una procesión colectiva de las diez hermandades cada imagen parte hacia su destino.

Hasta 21 de ellas estarán expuestas estos días para que el público las visite hasta bien entrada la noche. Entre ellas, las tallas del Ecce-Homo y de Jesús con la Cruz que acoge el mercado del Cabanyal desde hoy en una iniciativa que se desarrolla por segundo año gracias a la colaboración de los vendedores y la Junta Mayor. O el Jesús Nazareno con la Cruz a cuestas y María Santísima de las Angustias, que se pueden ver en el casal de la falla Progreso-Teatro de la Marina.