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Rocío Gil, durante la exaltación.

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Rocío Gil, durante la exaltación. Juan J. Monzó

Rocío seduce a los valencianos

La representante de las Fallas recupera el color marrón no utilizado desde la exaltación de 1992

LOLA SORIANO

Viernes, 26 de enero 2018

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Por segundo año consecutivo la lluvia apareció en un día tan importante para el mundo fallero como la exaltación de la máxima representante de las Fallas. A pesar de la brusca bajada de temperaturas, el sueño de Rocío Gil Uncio, fallera mayor de Valencia 2018, no se empañó y la joven de 26 años y representante de la falla Plaza de la Merced fue consciente minuto a minuto de uno de los días que recordará siempre como el más importante de su vida, para el que eligió un espolín de color marrón habane, inédito desde que lo utilizó Mónica Palmer en 1992. Sólo hubo un imprevisto y fue que el coche de época que la trasladaba desde la plaza del Ayuntamiento se caló y la llegada al Palau de la Música fue andando.

El alcalde Joan Ribó le impuso la banda que la acredita como fallera mayor de Valencia, en un acto con variaciones respecto al año pasado, al sustituir un espectáculo de baile por un concierto de la Colla El Cudol nacida en la falla Marqués de Montortal-Torrefiel. De hecho, el director de la orquesta de percusión y dolçaina, Antonio de la Asunción, es el presidente de la comisión.

El público estuvo expectante en un primer momento por lo novedoso de cómo sonaría la música de cine con dolçaina. Para los 14 intérpretes de este instrumento valenciano y los compañeros de percusión supieron meterse al público en el bolsillo, que se arrancó a aplaudir y cantar melodías conocidas como ‘Mamma mia’, ‘Star Wars’, ‘Piratas del Caribe’, ‘Blancanieves y los siete enanitos’, ‘Cantando bajo la lluvia’ o de películas del Oeste.

La fallera mayor eligió un espolín de color marrón habane, confeccionado por Vives y Marí que destacó por su elegancia. Como anécdota, destacar que fueron decenas los fans que se desplazaron a media tarde hasta la finca donde reside para comprobar en vivo el color del espolín. Amparo Gil, tía de Rocío, desveló que desde el principio la joven se decantó por el color marrón y quería comentarlo con tonos pastel. La tonalidad, que sorprendió a casi todos, tiene «mucha fuerza y es elegante a la vez, lo que junto con los colores más suaves y dulces que se han aplicado para sus diferentes ramos y la combinación de dos metales (oro volteado y oro brescado) consigue una tela dulce y con mucha personalidad», según explicó la firma. En la elección del colorido, del fondo y de los motivos florales, la empresa ha contado con el gusto de la fallera mayor. El espolín está cosido con 6.210 hilos y tejido en tres turnos de trabajo.

El concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, y la mantenedora del acto, Ana Cuesta, acompañaron a Rocío hasta su llegada al Palau. Allí fue recibida por el alcalde Joan Ribó y la consellera de Sanidad, Carmen Montón, en representación de la Generalitat, con un traje chaqueta de terciopelo, junto a la concejal de Cultura, Glòria Tello, con un traje negro y torera crema.

En el posado oficial con las autoridades los focos permitieron ver con más detalle los complementos de la indumentaria de la fallera mayor. Destacó la manteleta y pañuelo de Viana con un dibujo exclusivo que se bautizó con el nombre de ‘Rocío, con un bordado sobre organza de seda natural con punto de cadeneta manual. En el caso de las puntillas, Santos Textil apostó por un dibujo con pequeñas flores. Rocío arropó en todo momento a sus doce compañeras de la corte que lucieron un estrecho de seda natural de nombre ‘Sant Joan’ de Vives y Marí confeccionado por Eugenia Puertes y con unas manteletas de Viana.

Daniela Gómez, fallera mayor infantil de Valencia, tomó buena nota de la exaltación, ya que hoy será ella la protagonista. Para este acto lució un espolín ‘San Juan’ de la firma Garín de color verde hoja. Su corte de honor asistió con el segundo traje oficial de Entretelares y confeccionado por La Joia. Era un diseño antiguo de nombre ‘Elionor’ y con manteletas de batista bordadas en oro de Carmen Esteve. Y tanto mayores como infantiles sacaron buen partido a los pañolones de la Compañía Valenciana de la Seda.

La fallera mayor de Valencia tuvo como pajes a su hermana Carla Gil con su traje de fallera mayor infantil de la Merced y a su primo Javier Gil. La velada estuvo llena de sorpresas como la gran canastilla de flores entregada por la Universidad Politécnica al son de los tunos de la Escuela de Ingenieros de Telecomunicaciones. El patio de butacas del Palau estaba repleto como es habitual en este acto y muchos de los presentes intentaron descubrir a la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, entre las falleras mayores (lo es de la comisión El Cid), aunque no acudió al estar en Vinàros.

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