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LOLA SORIANO
Sábado, 27 de mayo 2017, 00:54
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valencia. Han tardado prácticamente un mes en presentarse de forma oficial, pero ya se conocen los detalles de las fallas municipales de 2018. Primero llegó la imagen de la falla grande, eso sí por vía extraoficial y con bronca política y fallera incluida -por la filtración producida dos días antes del acto en el Palacio de la Exposición-, y ayer se dio cumplida información de la altura de los proyectos, los materiales utilizados y las actividades interactivas que les rodearán.
El acto contó con una nutrida representación de medios, pero eso sí, faltó un poco de calor fallero con más presencia de público. Acudió la concejal de Ciudadanos Amparo Picó y el concejal del grupo popular Félix Crespo. Como anécdota justo se sentó detrás de Fuset. Aunque la tensión se palpaba en el ambiente, después de que Fuset señalara a Crespo y a su asesor como los únicos que estuvieron con los proyectos un minuto y medio sin custodia, el saludo fue cordial y respetuoso. Preguntado ayer Fuset por la denuncia judicial planteada por el edil popular, el concejal de Cultura Festiva explicó «que como es un tema que se ha judicializado, no voy a hablar más del tema».
Una vez transcurridos los primeros minutos de nerviosismo, la atención se centró en los proyectos. En el caso de la propuesta de los artistas José Latorre y Gabriel Sanz, con diseño de artista plástico Okuda San Miguel, la falla cumple con los pronósticos. Aportará una explosión de color a la plaza del Ayuntamiento. El material predominante será la madera y se teñirá de vivos colores.
La vareta se ha instalado este año también en el ADN de la falla municipal, pero eso sí, no albergará los volúmenes de Manolo García sino que se reservará para los cabellos de las figuras humanas representadas.
La falla no tratará de competir en altura con Manolo García, ya que el reto de 42,89 metros es difícil de plantear. Según explicaron Latorre y Sanz medirá algo más de 20 metros, aunque no se concretó cuánto más. Eso sí, contaron de forma meticulosa el reto de dar volumen a la madera. «En la mayoría de las piezas se juega con estructuras de polígonos y todas compondrán los distintos iconos de la amplía obra de Okuda», indicó Gabriel Sanz.
Para conseguir un modelado adecuado, «en principio se usará corcho para hacer el soporte, pero cuando las estructurales poligonales estén construidas, se irá retirando o vaciando el corcho del interior».
Presentación con caretas
La presentación contó con la presencia de Okuda San Miguel que aportó un toque de color a la jornada, puesto que trajo unas caretas con la cabeza de un animal que repartió a sus dos artistas compañeros y al concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, para que posaran con ella.
«El jueves inauguré en el Centro de Arte Tomás y Valiente (CEART) de Fuenlabrada mi primera exposición en un museo. La misma careta lleva un texto explicativo de la muestra y he querido traerlas a la presentación del boceto de la falla».
Si bien Okuda, Latorre y Sanz ya anunciaron que el diseñador pintará en directo el día de la plantà para que la gente pueda conocer el proceso, ayer dieron un paso más y explicaron que se pedirá la participación del público. Es decir, invitarán a la gente a que pinte la falla más colorista de la plaza del Ayuntamiento. «Se pedirá que pinten elementos de la parte inferior para garantizar la seguridad», dijo Okuda.
Okuda explicó que está acostumbrado a hacer proyectos a lo grande, con murales, incluso decoración de iglesias -como el templo de Denver donde se hace un consumo ritual de marihuana-, pero añadió que tenía mucha ilusión de hacer su primera falla e incluso traerá a su madre y familiares. «He hecho muchas esculturas, pero esta vez serán muchas juntas y en un tótem mágico. Además, las esculturas que he hecho en otras ocasiones son de ocho metros y aquí se superarán los 20».
En cuanto al lema, se ha mantenido el de 'Equilibrio universal' y hablará del cosmos y la vida. En la parte inferior se representa el tiovivo de la vida, con caballos y unicornios, ciervos y pájaros y en la parte central se podrá ver «uno de mis retratos facetados desde distintos puntos de vista». Añadió que la figura «no llevará ojos porque es una mirada introspectiva al universo. Si normalmente es el público el que mira a la falla, ahora la falla mirará a la gente».
Hablarán de la necesidad de un equilibrio entre animales y personas y entre las culturas o razas, aunque no faltará una crítica al capitalismo con las Venus que coronan la falla y que sujetan el mundo convertido en hucha.
Latorre y Sanz explicaron que hace una década plantaron en la plaza del Ayuntamiento y «queríamos volver a presentarnos de una manera ganadora. Llevamos tiempo siguiendo a Okuda. Es un artista con muchos matices».
Latorre añadió que como las Fallas son Patrimonio de la Humanidad, «buscábamos un proyecto abierto al mundo y participativo». Indicó que querían «retomar lo que se hizo a finales de los 70 y 80, como con Manolo Martín, que apostó por artistas de otras disciplinas».
Latorre dijo que está seguro de que «Okuda dará proyección a la falla municipal porque tiene mucha gente que le sigue a nivel internacional». La misma idea expresó el concejal Pere Fuset. «Okuda muestra sus obras en muchos países. Ha estado en EE.UU., Polonia o Francia y puede ser un gran embajador porque tiene miles de seguidores. Es positivo que una nueva hornada de diseñadores se atrevan a trabajar en las fallas. Ya hay muchos artistas que se están rodeando de grandes diseñadores, como Algarra».
De Latorre y Sanz elogió que «son grandes artistas que están acostumbrados a adaptarse a los diseños de artistas plásticos». Y dijo que habrá sorpresas. Quizá la luz tenga protagonismo.
Fuset también tuvo palabras amables para Miguel Hache, autor de la falla municipal infantil. «Es un artista puente, capaz de gustar al público tradicional y de abrir nuevos públicos». Este artista es 'la joya de la corona' de Malvarrosa-Antonio Ponz-Cavite donde lleva unos seis años. En 2015 obtuvo el primer premio de Ingenio y Gracia de Especial y el cuarto de sección. La falla será un homenaje al 75 aniversario del libro de 'El Principito', el segundo más leído tras la Biblia.
Planetario móvil
La estructura de la falla estará basada en un planetario de madera interactivo para recrear el ambiente plasmado en la novela con el plus de que el espectador podrá interactuar jugando con la posición de los diferentes planetas que visita El Principito. En las escenas se podrá ver el plantea del bebedor; el del rey; del vanidoso; el planeta del hombre de negocios; el del farolero y el astrólogo. La Tierra estará repetida tantas veces como historias sucedan, como los encuentros de El Principito con la serpiente, la flor, el zorro o el piloto. «El Principito se escapará del planeta con unas figuras híbridas, entre pájaros y globos», comentó Miguel Hache que además aseguró que ya está trabajando «a la vez con la falla municipal y la de Malvarrosa». Este gran artista merecía estrenarse en la plaza del Ayuntamiento.
Para este proyecto contará con el buen hacer de Reyes Pe, diseñadora de moda que ha trabajado con Miguel Hache cuatro veces en Malvarrosa, y en el Palleter y Cronista de Torrent. «Resulta que vivimos en la misma finca del Carmen, él en el tercer piso y yo en el primero. Nos conocimos y vio que tenía una máquina de coser. Comencé haciendo prácticas con él, vistiendo los ninots, y también trabajo para el mundo del teatro, como el de la Caixeta, creando el vestuario de los actores y de marionetas», dijo Reyes Pe.
En la falla vestirá a los personajes y cada uno de los Principitos que llevará telas y texturas diferentes.
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