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Fallas 2016: El año de las fallas experimentales

Fallas 2016: El año de las fallas experimentales

La comisión Ripalda-Beneficència-Sant Ramon ha resultado vencedora en las dos categorías

Rafa Muñoz

Jueves, 17 de marzo 2016, 14:47

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La fiesta de las Fallas guarda cada año un espacio para la innovación, para aquellos que apuestan por romper moldes. Desde hace dos décadas, Junta Central Fallera reconoce en unos premios especiales los monumentos que desafían las reglas de la tradición.

Este año, en la 18ª edición de este galardón, se ha querido reconocer también, por primera vez, las fallas infantiles que han apostado también por monumentos experimentales.

Ejemplo de esta apuesta es la Falla Borrull-Socors, que ha obtenido el segundo premio en la categoría experimental infantil. La hicimos con materiales sostenibles y reciclados; la hemos construido entre toda la comisión, explicó Andrea Oliva, una de las artífices del monumento. Los niños han participado en la creación de los animales, con el papel y pintando, y han ayudado también con los taburetes, añadió.

Hay diferentes opiniones sobre esto; creo que toda la comisión están contentos con el resultado y con los premios que hemos ganado; la gente que pasa por la calle nos da la enhorabuena y nos dicen que les gusta mucho, concluyó.

En la categoría de monumentos grandes, el segundo premio lo obtuvo la Falla Lepanto-Guillem de Castro. La artista Anna Ruiz ha reproducido a unos caminantes que cargan una casa a su espalda. Una imagen que nos recuerda a las que vemos todos los días en los telediarios de los miles de refugiados que las guerras provocan.

Para ver los dos mejores monumentos experimentales de este año hay que trasladarse al Carmen. Allí, la Falla Ripalda-Beneficència-Sant Ramon se ha convertido en la vendedora absoluta, alzando sus dos monumentos hasta la primera plaza en la categoría infantil y grande.

Ha sido algo que jamás nos había pasado, nunca; para la falla ha sido un cambio radical de la primera falla el pasado año que estuvo bien, entre comillas, a ésta, que ha sido súper, explicó Enrique Andrés, miembro de la falla.

Este veterano, con más de medio siglo de experiencia en el mundo de las fallas, no termina de entender el sentido de los monumentos experimentales. Sin embargo, reconoce que son dos obras de arte y que la gente se para cada vez que pasa junto a ellas.

Lo hemos hecho para no usar productos contaminantes en la quema; los dos monumentos están hechos de madera, nada que contamine; es nuestro objetivo por segundo año, concluyó.

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