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Monedas de euro en circulación, obras del Corredor Mediterráneo y tubería del trasvase Tajo-Segura.
La financiación, único acuerdo

La financiación, único acuerdo

Los partidos divergen de los proyectos en marcha y las soluciones a los problemas sociales

José Vicente Pérez Pardo

Viernes, 18 de diciembre 2015, 00:46

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En el último día de la campaña electoral, poco más queda que decir. Los partidos políticos se han pasado 14 días recorriendo la geografía alicantina para darse a conocer, mostrar sus propuestas y explicar por qué su opción es la mejor que la del resto de sus rivales. Los mensajes que querían colocar ya los han soltado en entrevistas, mítines y encuentros ciudadanos en los que los candidatos se han multiplicado. Hoy solo queda replegar velas y carteles y esperar al domingo para ver qué es lo que han decidido los votantes alicantinos y, a partir de ahí, empezar a construir o a oponerse, según el sitio en que queden cada uno.

Todos los candidatos han afirmado que estas elecciones eran especiales, por cuanto que se abre un tiempo nuevo en el panorama político con el final del bipartidismo y la irrupción de dos fuerzas políticas (Ciudadanos y Podemos) con las que habrá que contar para cualquier tipo de alianza, un paso más al que ya se dio en los pasados comicios autonómicos y municipales de mayo. También porque mucho se ha debatido de un cambio hasta de modelo de Estado, con continuas referencias a modificaciones de la Constitución Española de 1978 en todos los ámbitos, desde la desaparición del Senado hasta un nuevo sistema autonómico, pasando por la capacidad de algunas regiones para decidir su independencia (léase Cataluña). Todo ello sin contar los problemas de corrupción y del actual sistema de partidos que vienen desde el desarrollo de la Carta Magna y que algunas formaciones también quieren cambiar bien para quitar aforamientos o modificar la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) para una única circunscripción, por poner algunos ejemplos de propuestas presentadas estos días.

Más allá de las cuestiones meramente políticas, el desempleo y el desarrollo económico tras la peor crisis en décadas en España son las dos principales preocupaciones en la calle. Los partidos también han incidido en ellas, bastante de manera ambigua y con algunas propuestas esporádicas.

A nivel provincial, dos han sido los principales debates sobre los que ha pivotado la campaña electoral: la financiación autonómica y el agua. Son dos males endémicos (uno más actual que el otro por cuestiones de la crisis) a los que no han podido escapar los candidatos de las preguntas. Tampoco a temas como el Corredor Mediterráneo o el proyecto de zona franca que impulsa la Diputación Provincial, vitales para el futuro desarrollo de la provincia.

Son cuestiones en las que no cabe refugiarse en los programas electorales nacionales, como en el resto, aunque ha sido importante escuchar a los líderes nacionales que han pasado por la provincia para reforzar siempre los argumentos que sus candidatos venían lanzando días antes. Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias no han olvidado pasar por la provincia en esta campaña, aunque los dos primeros casi de pasada camino de Murcia. Al fin y al cabo, ellos serán quienes al final decidan lo que se hará.

No hay que olvidar que los doce escaños en juego en la provincia son muy jugosos. Alicante es, junto con Sevilla, la cuarta provincia con mayor representación en el Congreso de los Diputados, lo que la convierte en pieza codiciada para los grandes partidos, más aún con la incertidumbre de saber dónde irán a parar los votos perdidos por los populares, que hasta ahora mantenían la provincia totalmente controlada.

Otra variable ha venido a condicionar el desarrollo de la campaña electoral: la gran bolsa de indecisos que muestran los sondeos, casi uno de cada votantes no tenía decidido su voto. Por si alguno queda, los partidos ya han lanzado sus mensajes y solo el resultado dirá si ha sido efectiva la campaña.

Financiación autonómica

Rechazo del actual modelo, pero nadie define el nuevo

Si hay algo en lo que todos los partidos políticos se han puesto de acuerdo es en que el actual sistema de financiación autonómica no vale. El déficit que arrastra la Comunitat Valenciana (un 40% del PIB al cierre de este ejercicio) no le permite cumplir con un mínimo desarrollo de los servicios públicos por la carga financiera impuesta. En otras palabras, no llegan suficientes ingresos para cubrir tantos gastos y otra legislatura semejante es inviable.

Todos los candidatos lo han puesto de manifiesto en campaña y todos los líderes se han comprometido a cambiarlo en la próxima legislatura. El problema es que ninguno ha dicho cuáles serán los criterios de reparto de los ingresos del Estado.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, sueña con un concierto económico como el vasco o navarro, pero si a Cataluña no se lo han dado, el problema valenciano no lo va a conseguir. El PSPV ha propuesto un nuevo sistema por el cual la autonomía obtendría unos 15.000 millones adicionales, pero todavía se tiene que negociar. Para ello irá a Madrid Julián López Milla, el candidato socialista por Alicante y experto en el tema.

El PP, por su parte, recuerdan que este sistema de financiación se aprobó en época de Rodríguez Zapatero. El candidato popular, José Manuel García-Margallo, ha mantenido todo este tiempo que el actual reparto está demasiado volcado en la renta y que era necesario modificarlo. Pero no hay una medida clara de su propuesta, a expensas de que las negociaciones de gobierno y, después, las de legislatura lleven a algún sitio.

Ciudadanos propone que algunos servicios como sanidad sean finalistas, es decir, se destinen desde el Gobierno a cubrir las necesidades de las comunidades, siempre con los mismos niveles de servicio. Pero no explican cómo repartir para que se cubran los de todos. Pero ya dijo Rivera en una entrevista que la Comunitat no era la que peor estaba.

Tampoco Compromís-Podemos ofrece un sistema concreto, aunque todos están de acuerdo en que se tenga que modificar el sistema de financiación que hace inviable a día de hoy la Generalitat Valenciana.

Agua

Continua batalla entre agrupaciones

El tema del agua continúa siendo el principal reflejo de los reinos de taifas en los que se ha convertido el sistema autonómico. Lo que unos defienden en una comunidad lo atacan en la región contraria. Casi ya olvidado el trasvase del Ebro, pese a que el PP lo saque a relucir de vez en cuando, ahora están en disputa dos transferencias de caudales básicas para la provincia: el Tajo-Segura y el Júcar-Vinalopó.

Del primero, el PP hace bandera y asegura que está blindado con el memorándum firmado por cinco autonomías por la que se aumenta el caudal ecológico a cambio del mantenimiento. Sin embargo, los socialistas aducen que con estos niveles será imposible que el año que viene llegue agua si no llueve y piden volver al anterior, mientras al presidente manchego, el socialista García-Page, le gustaría cerrar la tubería.

Respecto al segundo, había un acuerdo para que la toma se traiga desde el azud de la Marquesa, al que se oponen la Junta Central de Usuarios del Vinalopó. Mientras el PP lo defiende, los socialistas insisten en la toma inicial en Cortes de Pallás, que era lo que al principio reclamaban los populares. Mientras, Compromís-Podemos se ha mostrado en contra del trasvase al Vinalopó desde Cortes y mantiene discrepancias en el Tajo-Segura. Mientras la vicepresidenta, Mónica Oltra, mantiene su apoyo a la tubería, el diputado Joan Baldoví votaba en contra. Mientras, Ciudadanos ve el agua como un asunto de Estado en el que centralizar todas las decisiones, como si fuera una cuenca única. Achacan al PP el cambio de la toma del Vinalopó y participaron en una manifestación contra el Tajo-Segura en Guadalajara.

Infraestructuras

El Corredor, fundamental, pero ya llega con retraso

En principio, todos coinciden en que el Corredor Mediterráneo es imprescindible para el desarrollo económico de la provincia, pero ya divergen en cuanto ha sido su desarrollo. Los populares aseguran que hace cuatro años el proyecto tan solo era un 'power point' y que las obras en la Comunitat Valenciana estarán terminadas en 2016 gracias al esfuerzo inversor del Ejecutivo de Rajoy. Sin embargo, los socialistas les achacan dos cosas: la tardanza en la adjudicación de las obras, que entienden podrían estar ya, y su finalización. Aseguran que el proyecto no era un tercer carril de mercancías paralelos al de pasajeros, sino que tenía que haberse hecho una línea nueva completamente. El resto de las formaciones queda un poco aparte de todo, esperando y prometiendo que si de ellos depende se finalizará como estaba previsto.

Compromís-Podemos añade la necesidad, por ejemplo, de arreglar las líneas de Cercanías y modernizar corredores como el Alicante-Elche o las líneas de la parte norte de la provincia como el Alcoy-Xàtiva y completar un sistema de transporte más cercano.

A este debate en infraestructuras se ha sumado la propuesta de zona franca que ha impulsado la Diputación Provincial. Pese a que todos apoyan la idea, que debe aprobar un Consejo de Ministros a propuesta del Ministerio de Hacienda, el PSPV todavía le pone reproches hasta conocer las interioridades del proyecto. Todo para no dar apoyo explícito.

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