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El alcalde, Carlos González, bebe agua junto a los ediles socialistas antes de comenzar su comparecencia de ayer.
El tripartito aguanta ocho meses

El tripartito aguanta ocho meses

Ilicitanos por Elche sale del equipo municipal y el alcalde propone a Compromís gobernar en minoría

Gaspar Macià

Sábado, 13 de febrero 2016, 01:14

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El gobierno municipal tripartito ya es historia. El alcalde, Carlos González, certificó ayer su defunción al firmar a mediodía un decreto por el que destituía a los dos concejales de Ilicitanos por Elche, Cristina Martínez y Fernando Durá, como miembros de la Junta de Gobierno Local y les retiraba sus competencias y las tenencias de alcaldía.

Ponía así fin a ocho meses de «conflictos, desencuentros y problemas» con la portavoz de Ilicitanos, Cristina Martínez, que han originado una creciente tensión con el grupo socialista. La polémica contratación (y supresión a los 40 días) del servicio de ambulancia tras rescindir el contrato con DYA, y la aprobación de una zona para perros en la playa de La Marina, sin consensuar con los vecinos, han precipitado una decisión que en el PSOE se daba por inevitable, más bien pronto que tarde.

González anunció ayer que apuesta por mantener el acuerdo con Compromís y gobernar en minoría (suman 12 ediles de los 27), mientras que la portavoz de esta formación, Mireia Mollà, dijo sentirse «decepcionada» por la decisión del alcalde y anunció que la ejecutiva y la asamblea adoptarán la próxima semana una decisión al respecto.

El alcalde compareció a las 12.45 -cuando Martínez ya había anunciado en las redes sociales y en la rueda de prensa que inició unos minutos antes que su partido rompía el acuerdo de gobierno-, acompañado por los ediles socialistas, a excepción de Carlos Sánchez, por motivos profesionales.

Explicó que al término de la sesión, y ante el secretario general y la interventora, «y después de haberlo debatido en el grupo», había solicitado a Martínez que «rectificara públicamente y pidiera disculpas por su actitud autoritaria hacia sectores de la sociedad ilicitana». Así como por su «falta de respeto» hacia miembros del equipo de gobierno, que había creado una «situación enrarecida» en estos ocho meses. Le advirtió que, de no hacerlo, firmaría a las 13.00 el decreto de separación del equipo de gobierno y retirada de las competencias.

Un ultimátum al que la portavoz de Ilicitanos respondió presentando un escrito en el Registro municipal a las 12.20 en el que tanto ella como su compañero Fernando Durá anunciaban que dejaban el gobierno y pasaban a la oposición.

Decreto

Cumpliendo su advertencia, González firmaba pasadas las 13.00 el decreto por el que ambos ediles cesaban como miembros de la Junta de Gobierno y tenientes de alcalde, y les retiraba sus competencias: Deportes, Sanidad, Consumo, Seguridad Ciudadana, Barrios y Pedanías y Bomberos en el caso de Martínez, y Turismo en el de Durá. Provisionalmente, todas ellas pasan a la Alcaldía.

González había anunciado su intención de hablar con Durá para saber si quería seguir en el gobierno municipal, puesto que la petición de disculpas públicas iba dirigido exclusivamente a la portavoz, pero al tener constancia del escrito de renuncia de ambos, lo incluyó en el decreto.

En la rueda de prensa el alcalde explicó que «hemos tenido ocho meses muy difíciles de gobierno» en los que el grupo socialista ha realizado «un esfuerzo de sensatez, responsabilidad, serenidad, autocontención» para «garantizar la estabilidad y la viabilidad de este proyecto político». Durante esos «ocho largos y duros meses, hemos visto cómo día si, día no, nos encontrábamos con conflictos innecesarios, gratuitos, caprichosos» con sectores de la sociedad ilicitana que, «en la búsqueda de sus legítimas aspiraciones, se encontraban con desencuentros desproporcionados, arbitrarios, estridentes y caprichosos» con la concejal Cristina Martínez. Por este motivo, se han visto obligados a «poner paños calientes» para evitar males mayores.

Ante esta serie de «desencuentros caprichos, arbitrarios, injustificados y reiterados» en estos ocho meses, el alcalde se ha visto «en la compleja disyuntiva de tener que plantearle a un miembro del gobierno municipal que o cambia de actitud o sale» del mismo. Indicó que había comunicado esta decisión a los responsables del PSOE en Alicante y Valencia y a los portavoces de la oposición. Por la tarde, Carlos González dio cuenta también a la ejecutiva socialista local.

El alcalde destacó los «continuos esfuerzos por evitar desencuentros y rupturas» y «mantener estable y vivo un gobierno de cambio en la ciudad». Pero apuntó que «atendiendo al interés general de la ciudad, «este gobierno es insostenible, no puede seguir funcionando» porque, según apuntó, «uno de sus miembros ha estado provocando conflictos, enfrentamientos injustificados, caprichosos con distintos sectores de la ciudad», que se sienten «agraviados». Sobre Durá, González aclaró que no tiene «ninguna queja» de su «actitud y compromiso» en estos meses.

Tras esta situación, González dijo que ahora confía en renovar la «viabilidad del gobierno de progreso» formado por dos grupos en minoría (PSOE y Compromís), pero con «criterio y seriedad» para «garantizar la estabilidad política y sacar adelante el proyecto político de progreso que dé respuesta a las necesidades y retos de esta ciudad».

Ante la posibilidad de abrir conversaciones con otros partidos para entrar a formar parte del gobierno local, González dijo que no cierran «ninguna puerta». Indicó que «hemos mantenido una relación de respeto, colaboración y entendimiento» con la oposición, «fundamentalmente con el Partido de Elche y Ciudadanos, aunque también hemos visto una actitud razonablemente constructiva del PP». Pero precisó que se encuentran en estos momentos en un «estadio preliminar de esta nueva etapa» y deben «conocer los criterios» del otro socio, Compromís.

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