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El profesor que ha coordinado el proyecto premiado junto a alumnos del centro.
El Mercè Rodoreda, centro de referencia en el país

El Mercè Rodoreda, centro de referencia en el país

El Ministerio de Educación concede el primer premio Miguel Hernández a esta escuela de formación de adultos por su proyecto pionero

María Teresa Bolívar

Jueves, 3 de diciembre 2015, 01:02

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El modelo educativo del centro público de formación de personas adultas Mercè Rodoreda se ha convertido en un referente nacional. El proyecto que lleva a cabo ha sido reconocido por el Ministerio de Educación, que le ha concedido el máximo reconocimiento en los premios Miguel Hernández, un galardón dotado con 38.000 euros que el centro tiene previsto reinvertir en sus instalaciones.

'Adaptación de los centros de personas adultas a los nuevos retos de la sociedad del conocimiento' fue el título del proyecto presentado por el Mercè Rodoreda a esta convocatoria, de la mano del profesor y jefe del departamento Científico-Tecnológico, José Tomás Pastor, quien aseguró que la máxima de su centro es «adaptar la formación del colectivo a sus propias necesidades y demandas», un trabajo que han realizado en este centro en los últimos años y que se refleja en el estudio presentado a la convocatoria del Ministerio de Educación.

Este método pionero tiene su origen en el proyecto Europeo Grundtvig, en el que el centro lleva participando dos años, junto a nueve socios de ocho países. La base del mismo fue una encuesta previa realizada a los alumnos a través de la cual se detectó que lo que más demandaban era el conocimiento de las nuevas tecnologías y el aprendizaje de idiomas. Frente a dicha realidad, el centro actuó de inmediato aumentando el número de horas destinadas a estas enseñanas.

A partir de las experiencias del proyecto europeo, según Pastor, «se ha puesto en marcha un servicio de asesoramiento personal del alumnado reforzando, además, el aprendizaje no-formal e informal».

Estas son algunas de las medidas adoptadas por el Mercè Rodoreda, que se enmarcan entre los cinco objetivos que la escuela se ha planteado para ofrecer el mejor modelo formativo. Se trata de: el desarrollo de las TIC, la ampliación de los talleres de idiomas, la introducción de competencias en el currículo, también de la formación formal (académica), la no formal (cursos) y la informal (actividades), así como el asesoramiento al alumnado.

Para el centro, el galardón, que también ha conseguido La Atalaya de Villena -el tercer premio-, es «un aliciente» y el trabajo presentado «un ejemplo para que otros centros puedan mejorar las perspectivas personales y profesionales de sus alumnos», según indicó el coordinador del proyecto, quien resató que en la actualidad las instalaciones ilicitanas cuentan con cerca de un millar de alumnos, entre los tres turnos de clase, mañana, tarde y noche. A estos se suman los inscritos en los talleres programados por la asociación de alumnos, entre ellos los de teatro, coral, pintura y manualidades, que se ha implantado este curso.

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