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Parte del equipo que está llevando a cabo las excavaciones en Caramoro, durante los trabajos.
Las excavaciones en el yacimiento de Caramoro se reanudan 25 años después

Las excavaciones en el yacimiento de Caramoro se reanudan 25 años después

Los trabajos en este poblado fortificado, con más de 4.000 años de antigüedad, sacan a la luz un taller para montar adornos con marfil

María Teresa Bolívar

Viernes, 31 de julio 2015, 00:42

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Recuperar una de las joyas arqueológicas y arquitectónicas del patrimonio ilicitano, el yacimiento de Caramoro, es el objetivo de los trabajos que se están realizando en este poblado fortificado prehistórico, situado en una zona del paraje conocido como Aigua Dolça i Salà.

  • Caramoro.

  • Se trata de un yacimiento fortificado que data de la Edad de Bronce, uno de los más antiguos de la península dedicado al control de espacios fronterizos.

  • El yacimiento fue excavado en dos ocasiones anteriores, a principios de los años 80 y en 1989.

  • Conservación. Se mantiene parte de la muralla, de una altura de 3 metros, y el bastión.

  • Las excavaciones se han retomado hace un mes, tras 25 años, por parte de un equipo de 10 personas.

  • Hallazgos. Han permitido sacar a la luz un taller dedicado a la fabricación de adornos hechos con marfil.

Las excavaciones se han reanudado 25 años después de las últimas intervenciones en este lugar, merced a la apuesta del Ayuntamiento, el Museo de Historia y Arqueología de Elche (MAHE) y el Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico de la Universidad de Alicante.

Los últimos trabajos se realizaron a principios de la década de los ochenta a cargo del que fuera director del MAHE, Rafael Ramos y, más tarde, en 1989, por el profesor de la Universidad de Alicante Alfredo González y por la arqueóloga Elisa Ruiz. En ambas actuaciones se puso al descubierto un importante complejo arquitectónico, integrado por una muralla de más de 35 metros de perímetro y un bastión defendiendo el único acceso al lugar de hábitat, integrado por varias viviendas. También se pudo documentar el enterramiento de un niño de menos de dos años de edad, con señales de haber recibido la muerte por el golpe de una espada. Sus restos se pueden ver actualmente en el MAHE.

Las nuevas excavaciones, que llevan en marcha algo más de un mes, pretenden finalizar las labores que quedaban pendientes desde entonces de «completar la documentación, mejorar la información arqueológica del mismo, trabajos de topografía y fotogrametría», indicó el responsable del instituto universitario, Francisco Javier Jover, quien puntualizó que el objetivo es poner en valor este lugar y lograr que en un futuro sea visitable para los ilicitanos.

Precisó, además, que en estas semanas se han realizado tareas de limpieza y documentación de los restos arqueológicos que han ido apareciendo. Calculó que del yacimiento de Caramoro queda un 30% por excavar todavía, por lo que confió en que el proyecto tenga continuidad.

Al margen de «la importante línea de la muralla, de la que se conservan tres metros de altura y el bastión», resaltó entre los hallazgos varias dependencias, habitaciones de gran tamaño dedicadas a labores domésticas, «pero sobre todo tenemos constancia un pequeño taller de fabricación de objetos de marfil, un material que evidentemente procedía de África, de colmillos de elefantes, que llegaban a la península cortados en rodajas».

Con él se fabricaban en Caramoro adornos, pulseras y collares, que eran distribuidos luego a otros poblados y territorios «más allá de la cultura argárica, que en este caso el yacimiento es uno de los poblados fronterizos de esa cultura», agregó Jover, quien comentó que el proyecto contempla el estudio del sistema defensivo de la fortificación, en la parte exterior.

Sobre la antigüedad del poblado, de unos 1.000 metros cuadrados y que data de la edad de Bronce, explicó que al menos hubo tres momentos de ocupación. Según los estudios realizados, se fundaría en el año 2.000 a.C. y entre el 1.500 y 1.600 a.C. se abandonaría.

Exposición en el MAHE

Los concejales de Cultura y Urbanismo, Patricia Maciá y José Manuel Sánchez, respectivamente, visitaron ayer el yacimiento. Tal y como indicó Maciá, la apuesta del Ayuntamiento es poner en valor los restos arqueológicos encontrados y organizar una exposición en el MAHE, donde ya existe un importante lote de materiales de las anteriores excavaciones.

La idea, tal y como recalcó, es incluir algunas piezas significativas de esta última etapa para una muestra monográfica, en la que también se incluirán trabajos realizados como los vuelos aéreos, que permitirán ver cómo era el poblado. En los trabajos de este mes está participando un equipo de diez personas entre técnicos y estudiantes en prácticas.

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