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Los regantes del Turia piden que las inversiones se orienten a consolidar explotaciones viables

Muchas aportaciones públicas de teórica racionalización del riego duermen sobre pequeños campos de cultivos abandonados Benjamín Aparicio critica que se alargue la agonía minifundista

V. LLADRÓ

VALENCIA.

Lunes, 11 de junio 2018, 00:24

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Benjamín Aparicio, alcalde de Losa del Obispo y presidente de la Comunidad General de Regantes Canal Principal Camp del Turia, ha pedido que en el nuevo plan de regadíos de la Conselleria de Agricultura se aprovechen bien las nueinversiones de modernización y racionalización para lograr objetivos que sean prácticos de verdad y promover explotaciones agrarias bien dimensionadas y viables.

Aparicio ha recordado a los responsables del nuevo plan de regadíos que deben evitarse «errores anteriores», como los de repartir ayudas para el riego por goteo sin diferenciar su destino ni estudiar bien la rentabilidad y el buen fin a largo plazo de las inversiones públicas. La política que predominó en décadas pasadas llevó a subvencionar también las instalaciones de riego a goteo en pequeñas parcelas a lo largo y ancho de la Comunitat Valenciana. Una forma de actuar que a su juicio fue equivocada, porque «se consolidó el minifundismo y se alargó su agonía, cuando era de prever lo que ocurriría, en vez de promover lo contrario, que se aglutinaran parcelas en unidades de producción más grandes». La prueba de que fue un error es que toda la geografía está plagada de «pequeños campos abandonados, y con ellos las instalaciones de supuesta modernización del riego, inútiles en estos casos».

Por contra, mientras se empleaba dinero público en iniciativas que a la larga se han demostrado ineficaces, quedaron otros proyectos sin poder atenderse, porque su mayor tamaño suponía mayor inversión, y se prefirió repartir, sin aplicar criterios prácticos de eficiencia.

Benjamín Aparicio recuerda que en su propio pueblo, Losa del Obispo, hay pendiente de atención oficial un gran plan de cultivo en común que lleva años esperando. También señaló la paradoja de que en transformaciones agrícolas de gran envergadura «se pidan estudios de impacto ambiental y toda clase de exigencias, cuando si se trata de cada parcela de modo aislado nadie pide nada y llegaríamos al mismo punto, pero sin planificar ni coordinar nada, lo que a la larga podría llevarnos al fracaso. Así que si se hace para mejor, todo son trabas, y eso no puede ser».

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