Ramón Mampel: «En este mundo global, el agricultor se organiza con los competidores o muere»

-¿Qué balance hace de lo que llevamos de año?

-Las lluvias y el tratado de la Unión Europea con Sudáfrica echaron a perder la campaña de cítricos en cuanto a los precios, mientras que las variedades tardías compensaron ese déficit. En concreto, la campaña de clementina y clemenules ha sido desastrosa con una caída del 60%. El balance general es negativo. La sequía ha reducido un 20% la cosecha de cítricos, además de que la distribución ha apretado con los precios.

-¿Han pedido a los supermercados que den preferencia a lo local?

-Estuvimos hablando con varios para que dieran preferencia a los productos valencianos, pero seguimos viendo en los lineales cítricos de otros países. Es cierto que hubo alguna empresa que se implicó más que otra. Cuando alguno se saltó los acuerdos, les dimos un toque de atención a través de la prensa.

-¿Qué compañías cumplieron con vuestra reclamación?

-Las valencianas, Consum y Mercadona cumplieron el acuerdo.

-¿Cuántos empleos genera el sector agrario en la Comunitat?

-A cierre de julio había afiliados al régimen agrario 39172, el 2,2% del total. Pero tan sólo en cítricos se contratan 200.000 personas por campaña. Hay que añadir que al sector agrícola se suma la industria agroalimentaria, que en ocasiones supera a la automoción en cuanto a exportaciones de la Comunitat.

-Solicitan a la Generalitat un incremento de las ayudas, ¿de cuánto?

-Nos vemos un poco condenados con este tema. Hace cinco años, teníamos un presupuesto del 4,67% de total de la Generalitar. Ahora, un 1,30%. Como organización pedimos 40 millones de fondos propios para políticas agrarias y medioambientales.

-¿Cuáles son las principales políticas agrarias?

-Entre ellas, las principales son afrontar el envejecimiento del sector. En ese sentido, 900 jóvenes solicitaron ayudas para incorporarse al campo, pero solo se dieron 240. A día de hoy, tenemos solo el 2% de trabajadores menores de 30 años. Otra propuesta es la Ley de Estructuras Agrarias, que la conselleria quiere poner en marcha. En dicha norma se contempla la captación de jóvenes para el sector. Lo que está claro es que el paso previo a nuevas incorporaciones es que el campo sea rentable.

-¿Qué otras reivindicaciones hace desde La Unió?

-En resumen, pedimos dos cosas. Una es que se conserven las modificaciones de la futura ley, de manera que sobreviva a los distintos gobiernos autonómicos. La otra es que pongan dinero para financiar esa ley y sus planes. Es decir, pedimos consenso y dinero.

-¿Qué echa en falta dentro del sector?

-No puede ser que cada agricultor solo mire por lo suyo. Hace falta unión. En este mundo global y variable, o te organizas con el resto de competidores o mueres. Esta división se puede observar en los cítricos de toda España; deben hacer un esfuerzo para entenderse.

-¿Observa discriminación en las ayudas autonómicas en favor de los cultivos ecológicos?

-El producto ecológico es una línea de futuro y hay que trabajarla. Pero no podemos obviar al resto de productos, que también generan riqueza. Es cierto que Europa exige que avancemos en el camino ecológico, donde la Comunitat está muy atrasada. En España, Andalucía, la autonomía con mayor extensión, cuenta con un millón de hectáreas en ecológico. Mientras, la región valenciana solo tiene 400 en ecológico y 600.000 si se aglutinan todos los tipos de cultivos. Murcia, por su parte, cuenta con 2.500 hectáreas de hortalizas ecológicas.

-¿Qué le parece la oposición de muchos agricultores al arranque de árboles para evitar el contagio de la Xylella?

-Ese es el plan de contingencia que marca la Unión Europea y las autoridades valencianas han hecho bien en seguirlo. El arranque de árboles implica un factor sentimental muy importante para el agricultor y es cierto que es complicado de gestionar. Pero es peor si no se hace, ya que lo que ocurrirá será que se siga expandiendo y mueran muchos más árboles y cultivos.

-¿A qué cree que se debe la aparición de esta bacteria?

-Observamos que la Xylella ha salido en zonas turísticas y creemos que la mano del hombre ha estado detrás de su aparición de manera no intencionada. Con el boom inmobiliario hubo mucho trasiego de tierras y material vegetal. Se hicieron muchas urbanizaciones y, sin embargo, nadie se quejó de que se arrancaran árboles. Actualmente, la Xylella cuenta con 360 huéspedes en la Comunitat.