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La protección de datos frena el plan de regadíos

La Politécnica inicia los trabajos previos de planificación pero aún no dispone de todos los datos de superficies regadas, instalaciones y recursos hídricos La Confederación Hidrográfica del Júcar no facilita información a la Conselleria de Agricultura por si se vulnera la nueva normativa

VICENTE LLADRÓ

VALENCIA.

Lunes, 11 de junio 2018, 00:24

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La Conselleria de Agricultura ha empezado a preparar un nuevo plan de modernización de los regadíos de la Comunitat Valenciana, veinticuatro años después de que se pusiera en marcha el anterior. Las circunstancias cambian, como es lógico, y por tanto también los criterios y las prioridades. Hoy no se trata sólo de orientar las actuaciones a promover el máximo ahorro de agua que sea posible, sino que se suma el necesario ahorro de energía. Porque en múltiples inversiones de años anteriores se ha visto claramente que para lograr ahorros de caudal, que era el objetivo básico, se ha desembocado en un fortísimo incremento del consumo energético, coincidiendo además con un encarecimiento de la electricidad y los combustibles que hacen mover las bombas de impulsión del agua, lo que ha terminado por poner en entredicho actuaciones de aquella época, que se enfocaron con prismas muy distintos.

De los trabajos preliminares de este plan se encarga el Centro Valenciano de Estudios sobre el Riego, de la Universidad Politécnica, que ha empezado a convocar a comunidades y otras agrupaciones de regantes a fin de informar sobre los objetivos que se persiguen y recabar datos para perfilar la situación actual y las necesidades más importantes.

En la documentación inicial se explica que los objetivos primordiales son: «Mejorar y modernizar el regadío valenciano, fomentar el uso de energías renovables, incorporar nuevas tecnologías de comunicación, compatibilizar la fertirrigación comunitaria con la agricultura ecológica y el policultivo, mejorar la gestión del riego y reducir el consumo de agua».

El objetivo es que más de 100.000 hectáreas optimicen su eficiencia hídrica y energética En 20 años se invertirán mil millones de euros y se reutilizarán 100 Hm3 de agua residual depurada

Para llevar a cabo el plan es necesario «tener un exhaustivo conocimiento de los problemas, necesidades, soluciones y mejoras del regadío valenciano y desarrollarlo durante los próximos años, adecuando las inversiones de la Generalitat a la nueva Ley de Estructuras, que se está tramitando en Les Corts».

Se prevé una inversión total para los próximos veinte años de mil millones de euros, entre recursos públicos y privados, para lograr que «más de 100.000 hectáreas» optimicen al máximo su «eficiencia hídrica y energética». Al mismo tiempo se pretende conseguir que más de 100 hectómetros cúbicos de aguas residuales regeneradas se puedan reutilizar sin problemas en riegos agrícolas, aumentando a la vez la capacidad de embalse en 10 hectómetros cúbicos, a través de nuevas balsas de almacenamiento y regulación de caudales.

Sin embargo, toda esta encomiable labor que ha empezado a rodar se está viendo entorpecida por un inesperado sobresalto. Las encuestas que ha preparado el Centro de Estudios del Riego, para poder conocer de manera exhaustiva la realidad de la que se parte, no llegan a todas las entidades de regantes, y en las reuniones informativas comarcales que se realizan tampoco están representadas todas ellas. Y no es porque algunas o muchas rechacen acudir a las convocatorias; es que ni siquiera las pueden convocar, porque no se conoce bien su existencia o su ubicación.

¿Qué esta pasando, pues? Porque llama la atención enseguida que en una reunión están las comunidades de regantes, es decir, los usuarios de aguas superficiales, pero apenas hay unos pocos pozos de riego, cuando éstos suponen del orden del 40% del regadío valenciano. ¿Acaso es que hay pozos ilegales o clandestinos? No, nada de eso.

Sencillamente ocurre esto porque la Conselleria de Agricultura no dispone aún de una información completa al respecto, la tiene la Confederación Hidrográfica del Júcar, lógicamente, a la que le han pedido listados de las entidades de riego, superficies regadas, ubicación, contactos, etc. Pero según técnicos de la conselleria, la confederación indica que no puede facilitar esa información por ahora debido a las restricciones obligadas por la aplicación de la normativa sobre protección de datos. Sorprendente, ¿no?

Y de esta manera tenemos que una Administración autonómica se encuentra coja a la hora de acometer algo tan recomendable como es la modernización y racionalización de regadíos, para ahorrar agua y energía y ganar comodidad y eficiencia. El caso es que la conselleria ya podría disponer de toda esa información a estas alturas de la historia. ¿O es que no se ha ido actualizando? Pero en todo caso no parece apropiado que otra instancia de la Administración se resista a facilitar la cuestión. ¿O tendremos que resignarnos a sucumbir hasta el absurdo por culpa de las modernas normas de protección de datos?

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