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Varias naranjas que se han abierto. Algunas sufrieron este problema hace semanas y cayeron, otras han sido arrancadas del árbol para agruparlas en la foto. v. lladró
El mal de este año: las naranjas revientan

El mal de este año: las naranjas revientan

Buena parte de la fruta se abre y queda inservible, sin que nadie sepa por qué | Entre las causas posibles se barajan desajustes climáticos, nutricionales o la combinación de ambos, pero nadie acierta con remedios seguros

VICENTE LLADRÓ

VALENCIA.

Lunes, 23 de octubre 2017, 00:08

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Si el año pasado fue la 'clareta' y anteriormente el rajado horizontal, que fue bautizado irónicamente como la 'sonrisa', este año las naranjas revientan sin parar, lo que está extendiendo la preocupación entre los citricultores, porque la incidencia empieza a presentar altos porcentajes. Y lo que es peor: nadie conoce los motivos de este problema, ni mucho menos las posibles soluciones.

Al contrario de lo que ocurría años atrás con aquella perversa generalización de la 'sonrisa', manifestada en una abertura horizontal, el rajado que están sufriendo ahora las naranjas es vertical. Para entendernos, como un meridiano, desde el pedúnculo hasta la parte estilar o 'flor', o al revés. Aquello de la 'sonrisa' era por la zona ecuatorial del fruto.

Es bien curioso que no se mezclen los dos tipos de estallido. En la práctica es lo mismo, fruta que se estropea y se pierde irremisiblemente, pero resulta llamativo que unas veces sea de una forma (rajado horizontal) y otras ocurra al contrario (ahora vertical), sin mezclarse ambas, cuando es posible que en el fondo de la cuestión aniden motivos muy similares o próximos.

Entre los agricultores y técnicos se especula con casi todo. Que si habrán pasado sed los árboles, que si habrán tenido demasiado riego, que si hay más incidencia donde hay riego a goteo que a manta, que si influye el tipo de terreno, quizás dependa del modo de abonar, tal vez sea por las fuertes rachas de calor, o porque persisten las altas temperaturas en otoño, posiblemente se deba a cuestiones hormonales, o por el tipo de pie del arbolado (el Carrizo es mayoritario), o que no sea por... Lo más probable es que no se deba exactamente a nada concreto de todo ello y más bien sea por la mezcla o influencia de varios factores a la vez.

Porque el problema está muy extendido y afecta a todas las variedades de naranjas, con mucha mayor incidencia en las del grupo nável (ombligo); es casi inapreciable en las del grupo 'blancas' (Salustiana, Valencia late...), pero también implica, y con bastante dureza, a la Clemenvilla o Nova, que antaño era la que sufría esta cuestión casi en exclusiva.

¿Por qué revientan las naranjas?, preguntan los productores a diario, entre ellos y a técnicos, en busca de explicaciones factibles. Porque el problema viene desde hace meses y continúa sin parar. Otras veces ocurrió momentáneamente, tras alguna lluvia fuerte al final del verano o principios del otoño, y era fácil la explicación directa: ha sido por aquel atracón de agua; total, lo que engordan de más unas por las que se pierden. Pero en esta ocasión no es así, apenas ha llovido nada en los últimos meses, y la cuestión sigue en marcha: las naranjas continúan reventando.

No vale que se diferencie a la Navelina de la Washington Nável o la L7, M7, Lane, Barnfield, Chislett... Son todas las del grupo Nável. Posiblemente influya, aparte de otros hipotéticos condicionantes, la presencia del propio 'nável', el ombligo, que no es más que una especie de otro frutito que se desarrolla dentro del fruto. Desde luego se aprecia en muchos casos que este ombligo se ha desarrollado más de la cuenta y está claro que ha propiciado que la naranja se abra, que reviente; la corteza no tiene suficiente grosor o flexibilidad para resistir y se rompe, estalla. Si nos fijamos es fácil ver que en muchos casos la línea de abertura, o la descarada raja final, empieza por la flor, es decir por el ombligo.

Algunos técnicos aseguran que todo esto se remedia bastante si se realizan tratamientos preventivos con auxinas de síntesis en la fase de cuajado de los frutos, tras la floración. De esta manera se favorecería que el ombligo (el nável) se desarrolle poco o casi nada, lo que haría a la larga que no proliferara este problema. Además, los frutos son más hermosos y comerciales al presentar la parte estilar más cerrada, no con esos ombligos feos y descarados, aunque no lleguen a provocar que revienten las naranjas.

Lo cierto es que no se debe a una plaga o enfermedad; es por tanto una fisiopatía, como lo es la 'clareta' (arrugamiento de la piel), y todos reclaman en el campo que los investigadores ofrezcan respuestas claras para poder poner remedio.

Quizás una buena ocasión se dé esta semana, el día 25, en el XI Congreso Citrícola de Picassent, donde se hablará precisamente de las fisiopatías, así como de los mejores medios de control de los ácaros y otras plagas, la influencia de los patrones, las amenazas de la Xylella y el Greening, posibles alternativas a los cítricos, etc. Pasado mañana miércoles desde las 8,30, Casa de Cultura.

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