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Miércoles, 15 de noviembre 2017
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El 'huracán Trump' se frenó al tocar tierra... para convertirse en tormenta tropical. Al cumplirse el primer aniversario desde las elecciones que dieron las llaves de la Casa Blanca a Donald Trump no se han confirmado los peores pronósticos y ha dejado espacio a la sorpresa.
Aunque el 45 presidente de la nación más poderosa del mundo no ha podido aplicar las medidas proteccionistas que planteó en campaña, al no contar con suficientes apoyos en el partido que le aupó, el Republicano, lo cierto es que los últimos doce meses no han sido buenos para las exportaciones de la Comunitat, pero un análisis más detenido permite apreciar importantes matices.
En 2016 y 2017 las exportaciones valencianas a Estados Unidos han registrado un continuado retroceso: un -11,7% el pasado año y un -3,1% en los ocho primeros meses de éste. «Dado que las elecciones gubernamentales en EEUU, con la victoria de Trump, fueron en noviembre de 2016, cabe deducir que el cambio de gobierno no ha tenido un impacto adicionalmente negativo en las exportaciones valencianas», se advierte desde la Cámara de Comercio de Valencia.
Si además tenemos en cuenta que la investidura no se produjo hasta el 20 de enero, los ocho primeros meses de 2017 (los últimos computados) han frenado la sangría. Es más, entre julio y agosto se puede apreciar un cambio de tendencia al alza (4% y 12% respectivamente), que habrá que ver si se consolida en los próximos meses, pero genera esperanzas. «Y ello a pesar de que a lo largo del 2017, el euro ha experimentado una apreciación con respecto al dólar del 12,4%, con el consiguiente efecto de encarecimiento de los productos valencianos», apuntan desde la institución que preside José Vicente Morata.
No obstante, el caso valenciano contrasta con la evolución de las exportaciones españolas al mercado estadounidense, dado que crecen por encima del 10% hasta agosto, mientras que las importaciones lo hacen en un 9,2%. El motivo es la composición de la cartera exportadora de la Comunitat en la que una de las palancas clave ha mostrado claros signos de deterioro y por motivos que no se pueden atribuir a Trump, ya que cuando se empezaron a registrar todavía era un aspirante en la carreta por el poder.
En este año, al igual que ya sucediera en 2016, las ventas de vehículos automóviles al mercado estadounidense ha sido el capítulo que ha experimentado la mayor caída. Concretamente, este apartado ha pasado de sumar 416,8 millones de euros a 300,6 millones, un montante total de 116 millones de euros, un 28% por debajo. Encima, es el epígrafe que desequilibra la balanza, ya que, sin tener en cuenta este capítulo, las exportaciones valencianas a EE UU entre enero y agosto de 2017 han aumentado un 8,8%.
Según las mediciones de Cámara Valencia, los productos valencianos que han mostrado un mejor comportamiento en este mercado son los destinados al consumo final, alcanzando todos ellos máximos históricos de ventas. Esto ocurre con los productos agroalimentarios, que aumentan un 19%; los aceites esenciales, perfumería y jabones y ceras, que se disparan un 60%; como también los bienes de consumo duradero, sobre todo, mueble y electrodomésticos, que han registrado un alza del 11%.
La presidencia de Barack Obama contó con un gran aplauso internacional desde el primer momento y dejó un buen sabor de boca para los exportadores valencianos, a excepción de los últimos momentos. Desde su investidura en enero de 2009 y hasta 2015 las relaciones comerciales de la Comunidad con EE UU estuvieron marcadas por un dinamismo que permitió cuadruplicar las exportaciones al mismo tiempo que se duplicaban las importaciones. Este salto se tradujo en un sustancial cambio en el saldo comercial entre ambos territorios, pasando de ser deficitario entre 2007 y 2010 para volver a mostrar superávit.
La otra cara de la moneda la muestran las importaciones desde EE UU a la Comunitat, en las que cabe destacar el retroceso de las importaciones de frutos secos, hasta hundirse un 33,5%; de productos farmacéuticos, descendiendo un 22,78%, y los aparatos eléctricos, que pierden un 41,14%.
Por el contrario, destaca el notable incremento de las compras de aceite y gas de petróleo estadounidense, cuya cuantía es la mayor (con diferencia) desde 2008. Estamos hablando de la friolera de un 80%, al pasar de unos ínfimos 16,1 millones, si se compara con los 146,1 millones de euros que se han pagado entre enero y agosto por este material. Sin embargo, desde la Cámara se pide sosiego al advertir que «este incremento habría que considerarlo como puntual y no tendencial».
En contra de lo que sucedía con las exportaciones, si descontáramos este capítulo que se dispara de forma desproporcionada, el total de importaciones había retrocedió hasta agosto un 14%.
En todo caso, los expertos advierten que, si las vinculaciones con Rusia no llegan a mayores y lo obligan a dimitir, todavía hay tres años más de presidente. Un total de 36 meses que, teniendo en cuenta lo agitados que han resultado los 12 primeros, guardan un mar de posibilidades que terminen por dar la razón a los que temían lo peor y ahora son considerados unos agoreros.
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