Goirigolzarri alerta al Gobierno del peligro para la sociedad de hacer política contra la banca

En su opinión, eso hace que se cree un caldo de cultivo en la sociedad, a partir del cual se tomen decisiones erróneas sin ser conscientes de que: si la rentabilidad del sector es insuficiente, los bancos no podrán obtener capital y, por tanto, estarán infracapitalizados.

Goirigolzarri lamentó que la sociedad esté «decepcionada» con la banca y ha considerado que la supervivencia de cualquier proyecto o sector depende de que la sociedad quiera que exista y entienda que es útil. Sin embargo, añadió que actualmente España cuenta con un sistema sólido y eficiente que permite que las pymes españolas se financien a tipos más baratos que las alemanas y el coste de las hipotecas sea el más bajo de Europa, junto con Finlandia y Portugal, «un coste claramente inferior al de países como Alemania, Francia e Italia».

Por otra parte, señaló que ahora «no es un buen momento para privatizar» la entidad por las malas condiciones del mercado. «El sector financiero está penalizado por los tipos de interés negativos», señaló el máximo responsable de la entidad nacionalizada que recibió casi 20.000 millones de dinero público. Sin embargo, el banquero se mostró convencido de que en los próximos meses ese escenario bursátil mejorará con el cambio de política monetaria del BCE, que a partir del próximo curso puede elevar gradualmente el precio del dinero.

Goirigolzarri dejó claro que la «privatización» de Bankia es el «único paso que falta para la normalización del proyecto». Por ese motivo, aunque destacó que no existe una situación de «agobio» por llevar a cabo este proceso (hay de plazo hasta finales de 2019), insistió en que «tampoco se puede eternizar». En cualquier caso, el presidente de la entidad resaltó que la decisión no le corresponde tomara a él, sino al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), es decir, al Estado como máximo accionista.

El presidente de Bankia defendió que los ajustes realizados por la entidad a cambio de recibir 17.959 millones de dinero público para su saneamiento fueron fijados por la Comisión Europea en el marco del rescate financiero solicitado por España. Un rescate que, según afirmó en el Congreso, impidió que se llevara a cabo el plan de recapitalización de 19.000 millones elaborado por la propia Bankia. En concreto, Goirigolzarri explicó que nada más asumir la presidencia de la entidad, el 9 de mayo de 2012, el Banco de España le requirió elaborar un plan de saneamiento urgente. Una petición que fue atendida y se entregó el 11 de junio de ese año al supervisor.

Un plan que contemplaba unas necesidades de capital de 12.000 millones para Bankia y otros 7.000 millones destinados a sanear la matriz (BFA). El máximo responsable de la entidad recordó que su idea era que este plan fuese aprobado por el Banco de España y el FROB para inyectar el dinero «en breve plazo». Sin embargo, Goirigolzarri indicó que «nada de eso ocurrió» porque el Gobierno español solicitó el rescate bancario a la UE de hasta 100.000 millones. «Esto trastrocó totalmente nuestros planes y supuso un cambio radical en los calendarios», señaló.

El presidente de Bankia señaló que el Memorándum de Entendimiento (MOU) con Bruselas firmado por España (es decir, el acuerdo de rescate) fue el que fijó las condiciones para que Bankia accediera a esa ayuda. Para empezar las necesidades de capital no serían estimadas por la entidad ni por el Banco de España, sino por un test de estrés independiente que fijó en 24.743 millones las necesidades en el escenario más adverso.

Al final se requirió 17.959 millones de ayuda público, 10.700 fueron a Bankia y el resto a BFA. De esa cantidad, la entidad sólo ha devuelto 2.863 millones de euros.