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Efe
Ford se aferra al Kuga y a su próxima versión híbrida para asegurar el futuro de la planta

Ford se aferra al Kuga y a su próxima versión híbrida para asegurar el futuro de la planta

La factoría valenciana se volcará el próximo año para lograr compromisos de producción que le garanticen carga de trabajo y empleo

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Lunes, 16 de octubre 2017

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«Es el momento de asegurar el futuro de la planta de Ford y, para atarlo, es clave consolidar el Kuga». Con esas palabras, Carlos Faubel, vicesecretario general de UGT-PV y responsable del sindicato mayoritario en la factoría, resume la estrategia de la instalación para el próximo ejercicio, en un contexto de buenas perspectivas, en el que las cifras de producción y las de empleo fijo resultan propicias.

Como publicó LAS PROVINCIAS, una de las prioridades es salir bien parado del reparto de los pujantes vehículos eléctricos, y en concreto desde Almussafes aspiran a adjudicarse la fabricación de la versión híbrida del Kuga, su modelo estrella, que ha duplicado sus cifras de producción iniciales y representa ya la mitad de los vehículos fabricados.

La empresa confirma el buen momento de la instalación y cerrará 2017 con 417.000 vehículos

En 2012 se presentó en sociedad el primer Kuga fabricado en Valencia, que tres años más tarde experimentaba su primera modificación importante y fue rediseñado hace apenas unos meses. De acuerdo con el ciclo de vida habitual de los modelos, se espera una nueva generación en torno a 2020. Con esas previsiones, el próximo año se presenta como el ejercicio clave para tratar de atar con la dirección de Ford la continuidad del modelo que fabrica en exclusiva para Europa.

«Dos años antes de la producción se toman las decisiones importantes, y para Almussafes es vital el Kuga, que supone la mitad de la producción, para garantizar el volumen de trabajo, renovar el acuerdo laboral y asegurar una dinámica estable, sin sobresaltos», recalca Faubel, que recuerda bien las épocas más duras de la planta y se aferra al modelo estrella para que no se repitan.

Su llegada a la factoría se produjo en 2012, un año nefasto en cuanto a cifras de producción tras decir adiós a los modelos Fiesta, Focus y C-MAX, con apenas 133.155 unidades fabricadas frente a las cerca de 230.000 de un año antes, y los consiguientes ajustes de empleo.

La plantilla ve vital atar la continuidad de su modelo estrella, que representa la mitad de la fabricación

Se llegó a temer por el cierre de la instalación, crucial para la economía valenciana, pero todo cambió con la adjudicación de la Transit Connect, el lanzamiento del Kuga y el traslado a Valencia, tras el cierre de la factoría belga de Genk, de las nuevas generaciones de los modelos Mondeo, Galaxy y S-MAX.

La planta de Almussafes, que nació y creció al ritmo del Fiesta, daba el salto así de los modelos pequeños de la firma del óvalo a los tope de gama, los de mayor valor añadido de la marca y que requieren «alrededor de veintidós o veintitrés horas de trabajo por coche, frente a las «catorce o quince» de los modelos fabricados en las primeras tres décadas de la instalación valenciana, como explicó en julio su director de Fabricación, Dionisio Campos, al presidente Ximo Puig.

Con motivo de la visita del jefe del Consell a la factoría, Campos anunció que la empresa alcanzará este año «una cifra récord desde que se implementó la transformación de la planta» para pasar de modelos como el Fiesta o el Ka a otros más complejos, como los actuales.

Ford volvió al tajo tras el parón estival con previsión de fabricar 140 unidades más cada día hasta final de año, lo que permitirá cerrar el ejercicio con 1.940 vehículos diarios y alcanzar una producción anual de 417.000 unidades, un 5% más que el ejercicio anterior. Desde la empresa confirman a este periódico la buena marcha de la factoría, muy próxima a cumplir el objetivo fijado en cuanto a producción y que mantiene los ajustes previstos en la planta de motores. Tras expirar el contrato con Jaguar Land Rover, se vio abocada a funcionar a un solo turno, aunque podría recuperar el segundo en abril, cuando vuelva a incrementar su carga de trabajo.

Sin querer pronunciarse sobre la quiniela del reparto de modelos, fuentes de la compañía se limitan a constatar que fabrican todo lo que la multinacional decide y, hasta la fecha, los distintos modelos están siguiendo el ciclo de vida habitual.

En la actualidad, la mitad de los vehículos que salen de Almussafes son Kuga, auténtico motor del repunte de la producción, y le sigue la Transit Connect, que ronda las quinientas unidades diarias, prácticamente las mismas que suman los Mondeo, S-MAX y Galaxy.

Pérdida contable

En cuanto a las pérdidas de 5,8 millones a cierre de 2016, desde Ford España señalan que su beneficio antes de impuestos fue de 114 millones y que generó una caja de 320 millones a través de su actividad, mientras que las ventas rondaron los 9.000 millones. «La pérdida contable, después de impuestos, de 5 millones de euros, viene propiciada por un ajuste contable de 103 millones en el activo por impuesto diferido valorado en 185 millones de euros, que tenía contabilizado», explica la empresa, que agrega que los diecisiete millones restantes «se corresponden con un ajuste por el impuesto correspondiente al ejercicio 2016».

El reciente ajuste al alza de las cifras de producción le permitió contratar a 160 personas, renovar a otras 240 que llegaron en 2015 con carácter eventual y situarse así en sus mejores registros de producción y de empleo fijo en cerca de una década.

Con ese bagaje a sus espaldas, la plantilla mira al futuro con la ambición de consolidarse como la joya de la corona de Ford Europa y el creciente tirón de su utilitario deportivo (SUV, por sus siglas en inglés) convierte al Kuga en el talismán para cimentar sus planes de futuro.

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