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R. E./EFE
Viernes, 22 de septiembre 2017, 01:12
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valencia. Los exdirigentes de Feria Valencia Carlos de Vargas y Enrique Calomarde defendieron ayer en Les Corts su gestión, así como los gastos de promoción y representación realizados durante los años de crisis. En su comparecencia en la comisión de investigación, el que fuera director general entre 2006 y 2012 afirmó que más de la mitad de los gastos de certámenes están dedicados a promoción y relaciones públicas. Además, De Vargas aseguró que pasaban todos los controles.
Desde PSPV y Compromís, le preguntaron si considera normal gastar 300.000 euros en entradas para la F1 o hacer regalos de 2.800 euros, a lo que replicó que depende del tiempo en que se gastase y por qué. Según dijo, los regalos suelen ser en atención a clientes o expositores.
De Vargas afirmó que «jamás» usó su tarjeta para gastos personales y negó que hubiera tarjetas 'black'.
En cuanto la ampliación ferial, manifestó que era «una exigencia» de todos los sectores y «un clamor» del tejido empresarial, y justificó los sobrecostes por «imposiciones administrativas» sobre nuevas obras. En la misma línea, el exsecretario general Enrique Calomarde, que estuvo entre 2000 y 2012, señaló que la ampliación era «necesaria» y nadie lo discutía. También defendió la gestión y achacó los sobrecostes del proyecto a que tuvieron que hacer más obras exigidas por la Generalitat, como un puente o un túnel.
Calomarde subrayó los esfuerzos para evitar la pérdida de ingresos por la crisis de los «dos pilares» de la institución: el mueble y la cerámica. Así, enmarcó en la necesidad de abrir nuevos nichos de mercado y de negocio los gastos en viajes a Moscú, Dubai o Latinoamérica, cuestionados por el socialista José Muñoz y Teresa García, de Compromís.
Por su parte, el exconseller de Industria Miguel Peralta, citó Feria Valencia como una de las cosas que el PP hizo bien y reivindicó que, «hasta hace diez años», nadie se quejó de la ampliación y otras actuaciones que reclamaban los sectores «intentando copiar» a Ifema en Madrid.
Según Peralta, estaba «todo programado» y «parecía razonable», sin apreciar «demasiado sentido» en los sobrecostes. Defendió que esas actuaciones son «extremadamente beneficiosas» para la sociedad y criticó que quieran hacer «una enmienda» a la gestión de Eduardo Zaplana.
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