Borrar

150 años de sociedades de trabajo solidario en la Comunitat

Tres de cada diez valencianos están asociados a alguna de las 2.400 cooperativas de la región, que generan 77.000 empleos

BEATRIZ LLEDÓ

Miércoles, 23 de diciembre 2015, 00:07

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La Comunitat cuenta con una amplia tradición cooperativista que comenzó a forjarse a mediados del siglo XIX. Entre 1837 y 1920 surgieron, al menos, 259 cooperativas, tal y como recoge la investigadora Amparo Álvarez en un estudio en el que trata la génesis del cooperativismo obero.

Sus denominaciones tienen reminiscencias obreras (como lealtad, protección y progreso), gremiales o religiosas. Entre las más antiguas figuran los Escoberos de Torrent (una sociedad de socorros mutuos fundada en 1837), los Papeleros de Buñol (de 1838 y que terminó siendo una entidad de crédito), los Acomodadores de la plaza de Toros (1851), la Sociedad Filantrópica del Gremio de Sastres (1847), así como La Proletaria en Valencia y la Alianza, ambas de 1856, considerada esta como la primera cooperativa de consumo. Desde el principio todas ellas nacieron envueltas en los valores éticos de igualdad, solidaridad, transparencia, responsabilidad y vocación social.

«Entre las primeras cooperativas de producción el sector textil presenta un particular dinamismo, aunque pocas superaron la crisis sectorial de finales del siglo XIX. En cuanto a las relativas al consumo, nos encontramos con dos variantes: adquisición de materias primas y de productos de primera necesidad. Los objetivos prioritarios de estas cooperativas primitivas, de índole obrerista, eran trabajo, educación y ahorro», afirma Nardi Alba en su libro 'La empresa más humana. Episodios de historia cooperativa en la Comunidad Valenciana(1975-2005)'.

El arranque del cooperativismo agrario fue débil, ya que no logró grandes volúmenes de negocio. Pese a ello en la Comunitat hay claros ejemplos de la existencia de cooperativas prósperas en aquel periodo, algunas de las cuales permanecen activas aún hoy. «Merecen una referencia especial las cajas rurales, que presentan particularidades muy propias en la Comunitat y que consiguieron reunir un notable número de socios», añade Alba. Además, estos orígenes no se entenderían sin tres nombres propios, los de los principales difusores del cooperativismo en la Comunitat: Eduardo Pérez Pujol, AntonioVicent y José Polo de Bernabé.

Durante la Guerra Civil y el franquismo muchas cooperativas mantuvieron su actividad, convirtiéndose en auténticas «islas de democracia» en un entorno hostil. Hoy son muchas las cooperativas valencianas centenarias, que se completan con un cooperativismo más joven nacido ya en democracia, con empresas de referencia como son Consum, Caixa Popular, Florida y Anecoop, que han convertido el cooperativismo valenciano en uno de los más importantes de España.

En pleno siglo XXI, 150 años después del nacimiento de las primeras entidades sociales, estas siguen demostrando que generan riqueza y empleo estable y de calidad, que están comprometidas con el territorio y son socialmente responsables. «Se trata de una empresa moderna, con una dilatada historia pero que mira siempre hacia el futuro, que apuesta por un modelo económico donde los valores humanos y la responsabilidad social son primordiales», resume el presidente de la Confederació de Cooperatives de la Comunitat, Emili Villaescusa. Hoy, alrededor de un millón y medio de personas forman parte de alguna cooperativa valenciana, es decir, tres de cada diez valencianos.

Pluralidad

El cooperativismo valenciano destaca por su pluralidad, ya que tiene una gran presencia en todo el territorio de la Comunitat, consta de empresas de todos los tamaños, y actúa en todos los sectores y actividades económicas. Valencia es la provincia de España con más personas empleadas en cooperativas (un 10,8% del total).

Los datos revelan su importancia y peso. Así, el 84% de los puestos de trabajo que generan en la Comunitat son indefinidos, por encima del 97% en algunos sectores. Y entre las diez mayores empresas de la Comunitat hay dos cooperativas: Consum y Anecoop. Incluso en plena crisis económica las cooperativas siguieron creciendo en masa social y mantuvieron el empleo; entre 2007 y 2014, la destrucción de empleo ha estado 6,5 puntos por debajo del conjunto.

Por otro lado, siete de cada diez cooperativas eléctricas de España se concentran en la Comunitat. Otra área, la de la enseñanza, destaca como foco de innovación pedagógica y constituye el principal agente de la enseñanza laica concertada. En España solo hay dos cooperativas que impartan estudios universitarios; una es la valenciana Florida.

Por su parte, las cooperativas agroalimentarias generan el 33% del total de puestos de trabajo de su tipología a nivel estatal y son el principal agente de vertebración territorial y desarrollo rural en la Comunitat, a la vez que avanzan en su proceso de internacionalización ya que en 2014 exportaron el 70% de su producción.

Pese a todas estas razones de peso que demuestran la importancia de estas sociedades sociales, el presupuesto que la Generalitat destina al fomento y promoción del cooperativismo ha descendido de forma progresiva en los últimos años. Entre 2007 y 2015 ha habido un recorte superior al 60%. Y ello pese a que la valenciana es la autonomía española en la cual el cooperativismo tiene un mayor peso específico dentro del conjunto de la economía social: más del 90% del total de los empleos. La Confederació de Cooperatives hace hincapié en que son «un agente necesario para la recuperación económica y están demostrando su mayor capacidad de sacrificio y de resistencia ante las dificultades».

Soluciones

Insisten en que pueden aportar «soluciones a problemas sociales como el desempleo, la deslocalización o la discriminación, y cobra una especial relevancia como fórmula empresarial para impulsar un nuevo modelo empresarial que favorezca el crecimiento económico sostenible. Para ello se enfrenta a unos desafíos, como son el fomento de estas iniciativas en enseñanza, dependencia, vivienda o transportes con la inclusión de cláusulas sociales en los contratos públicos, el desarrollo del Plan Bienal de Apoyo y Fomento del Cooperativismo y el desarrollo del Plan Estratégico del Consejo Valenciano de Cooperativismo.

«Es el momento de proyectar todo lo que las cooperativas han aprendido, en más de un siglo de experiencia, en provecho de toda la sociedad y todo el tejido empresarial», afirman las mismas fuentes. El cooperativismo tiene hoy ante sí un reto de inusual grandeza: contribuir a la construcción de una sociedad más humana, más libre y más justa. Una sociedad en la que no tengan cabida los abusos, las desigualdades, la violencia, la pobreza o la falsedad.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios