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El presidente de ACS, Florentino Pérez (c)
Florentino Pérez no empezará a ceder poder en ACS hasta dentro de «uno o dos años»

Florentino Pérez no empezará a ceder poder en ACS hasta dentro de «uno o dos años»

El grupo se plantea el "difícil reto" de tener 1.000 millones de beneficio en 2016, con un incremento del 10% anual

J. A. BRAVO

Jueves, 29 de mayo 2014, 21:55

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«Uno o dos años». Es el plazo que este jueves dio Florentino Pérez para ceder parte del poder casi omnímodo que mantiene en ACS casi desde sus inicios. Así, más bien en el horizonte de 2016, Marcelino Fernández Verdes, actual primer ejecutivo de la filial alemana Hochtief, se convertirá en consejero delegado del conocido grupo de construcción y servicios. Sería su trampolín para, a más largo plazo, relevarle en la presidencia.

Personas cercanas a la familia March, primer accionista con el 16,3% del capital (que controla a través de la Corporación Financiera Alba) señalaron hace semanas atrás su deseo de que Pérez, quien cuenta con 67 años, hubiera puesto ya fecha concreta incluso a su marcha. Una pretensión que, según fuentes del mercado, también comparten otros socios de peso: los «Albertos» (los financieros Cortina y Alcocer), con el 9,05%, y el empresario Miguel Fluxá (del grupo Iberostar) con el 5,6%.

Sin embargo, ninguno de ellos tomó la palabra para hablar del tema durante la junta de accionistas celebrada este jueves. Allí toda la atención la monopolizó el propio presidente de la compañía, quien para granjearse el apoyo de los socios fijó un «difícil reto» en el horizonte de 2016:_alcanzar los 1.000 millones de beneficio 300 más de los que alcanzó el grupo el año pasado con un incremento anual del 10%.

Para ello confía especialmente en el buen comportamiento de su negocio internacional, que ya supone el 86% de los ingresos totales, junto a una mayor «eficiencia financiera». A tal fin, pretende «incrementar» su acceso a los mercados de capitales, «sustituyendo deuda bancaria por bonos y obligaciones», lo que en la práctica también supondría reducir la carga de intereses gracias a la apreciación en los mercados de la imagen del país y, sobre todo, de sus empresas.

El capital extranjero, de hecho, controla ya un tercio (33%) del capital de ACS_tras haberse duplicado en los dos últimos años, y su presidente achaca a este aumento «parte» de la «positiva» evolución de la compañía en Bolsa, que en lo que va de año se ha revalorizado un 28% hasta superar los 10.000 millones. Su idea, no obstante, es captar todavía más inversores foráneos.

De otro lado, el presidente provechó también para hacer un llamamiento al Gobierno a que eleve la inversión en obra pública que, según sus cifras, ha caído un 59% desde 2010, lo que ha supuesto 12.400 millones menos destinados a tal fin en los Presupuestos del Estado. A su juicio, dicho incremento en las dotaciones para infraestructuras es necesario para reafirmar la incipiente mejora de la economía española más rápido y más solidamente.

La polémica de Castor

Entre las pocas réplicas que recibió Florentino Pérez destacó la de un antiguo directivo de Dragados, Tomás Peña, quien le reprochó presuntas irregularidades al formular las cuentas de la empresa por no haber integrado en ellas las cifras del polémico almacén de gas denominado Castor. La ejecutiva de ACS replicó que no puede hacerlo porque sólo controla un 66% de la sociedad que gestiona este proyecto, paralizado sine die por el Gobierno ante los movimientos sísmicos ocurridos al norte de Castellón y el sur de Tarragona.

La deuda vinculada a esa aparición aparentemente fallida supera los 1.680 millones de euros, aunque la compañía sigue considerando recuperable en cualquier escenario su inversión inicial de casi 229 millones.

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