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Grupp Internacional | Hacer botas con espíritu de aventura

Grupp Internacional | Hacer botas con espíritu de aventura

Grupp Internacional está detrás de marcas de calzado como Panama Jack y Havana Joe, centradas en la exportación | La compañía ilicitana produce el 100% de sus calzado en España, tras una mala experiencia de tres años en China que le hizo volver hace 10 años

Álvaro Mohorte

Valencia

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Domingo, 19 de noviembre 2017, 03:02

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El huracán Harvey atraviesa Puerto Rico y el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, viaja para conocer la situación sobre el terreno. Al llegar al aeropuerto de San Juan, capital del estado, el residente en la Casa Blanca baja de la escalerilla del Air Force One mientras saluda, seguido de su esposa, Melania.

Ella, exmodelo y persona muy conocedora de la moda, le sigue con un atuendo informal. Cazadora verde, sueter y pantalón blanco y unas bota de un diseño y color perfectamente identificables: unas Panama Jack. Desde su fundación en 1989, la marca de la empresa Grupp International, se ha posicionado en los principales mercados del mundo como emblema de calzado de aventura sin renunciar al diseño.

De primeras se puede pensar que se trata de una corporación del sector de la moda con sede en Estados Unidos, Francia o Reino Unido, pero no. La empresa que esta detrás de esta marca de éxito tiene su sede en Elche (Alicante), donde Antonio Vicente la fundó y donde en la actualidad se produce.

La facturación ronda los 50 millones y la mayor parte de su producción se exporta

A diferencia de otras marcas internacionales, Panama Jack es 100% española en propiedad y producción, ya que en 2005 intentó trasladar parte de su fabricación a China, como estaban haciendo tantas otras firmas, pero decidió volverse en 2008. La razón era sencilla: como se produce en España, en ningún sitio de Extremo Oriente.

Para Vicente, el ahorro de costes no podía ir acompañado de una rebaja de calidad, ya que sus clientes, aunque no podían aceptar un precio demasiado elevado frente a lo que ofertaran otros competidores, también demandaban un nivel de calidad que no era posible garantizar en la distancia.

Cuando puso en marcha Panama Jack, este empresario contaba con 16 años de experiencia en el sector del calzado, por lo que había visto a esa industria funcionar a pleno pulmón, liderando con la italiana el mercado europeo. A principios de los años 80 había constituido Grupp International, a través del cual exportaba calzado español a destinos tan relevantes como Estados Unidos o Alemania. Con la red ya extendida, introdujo la marca y empezó a recoger los frutos que le animaron a desarrollar una segunda referencia, Havana Joe, para un perfil de público diferente.

De la treintena de empleado de los que disponía en sus inicios, actualmente genera casi un centenar de empleos directos y hasta cinco veces más de indirectos. Con red de tiendas propias, de su producción ha llegado a exportar un 70% a más de 40 países de Europa, América y Australia, mientras se abre paso en Asia, Países Árabes y Rusia.

Su facturación ronda los 50 millones de euros y se ha mantenido buenas cifras a lo largo de la crisis. La propiedad de Grupp International está en manos de la familia, concretamente un 75% es de Antonio Vicente y un 25% de su mujer, María José Martínez, que desde el pasado mes de marzo es administradora solidaria de la compañía. Además de la firma de calzado, disponen también de las sociedades de inversiones inmobiliarias Patcasa y Garganta Construcciones, además de una empresa de comunicación, Corporate Marketing Consulting, al frente de la cual está la hija del matrimonio, Patricia.

Más allá de lo empresarial, la compañía colabora desde hace años con la Fundación Vicente Ferrer, así como con el Padre Ángel o, ya en el ámbito cultural, ha sido desde sus inicios una firma unida a la experiencia educativa para adolescentes de España y América Ruta Quetzal.

Según los últimos datos de 2017, acumulados entre enero y junio, el calzado y sus componentes son el quinto grupo de productos más importantes en la exportación de la Comunitat Valenciana, con un valor de 651 millones de euros que corresponde al 4% del total exportado por la región, según los datos del último informe del Ivace. Esa cifra correspondía a una disminución del 6% en comparación con el primer semestre de 2016.

La Comunitat Valenciana es la primera región exportadora de este tipo de género con un 45% del total exportado por España, porcentaje que se eleva al 55% para calzado de piel. El saldo comercial ha sido positivo para la Comunitat Valenciana en 246 millones de euros durante este periodo.

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