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¿Cuándo empezó a dudar el Banco de España de Bankia?

El exresponsable de supervisión sostiene que fue tras salir a Bolsa en 2011, aunque el jefe de la Inspección advirtió de problemas ya en 2010

José Antonio Bravo

Lunes, 21 de julio 2014, 21:19

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Que el Banco de España dudaba de las cuentas presentadas por Bankia y, más en concreto, que sospechaba que estaba minusvalorando algunos riesgos importantes, es un hecho. La duda es cuándo empezó a hacerlo de forma fehaciente.

De hecho, este lunes no se pusieron de acuerdo en ello los dos altos cargos del instituto emisor que declararon como testigos ante la Audiencia Nacional. El exdirector general de Supervisión, Jerónimo Martínez Tello, dijo haber tenido las «primeras dudas» eso sí, «a título personal» en octubre de 2011, es decir, tres meses después de la salida a Bolsa de la entidad financiera surgida de las fusión de Caja Madrid y otra media docena de cajas de ahorros.

No fueron, sin embargo, a más hasta el primer trimestre de 2012, cuando la auditora Deloitte mostró reticencias sobre el valor de las acciones de Bankia para su matriz (BFA) y la viabilidad de sus créditos fiscales. Poco después fue el Fondo Monetario Internacional el que, de forma implícita, aconsejó su rescate al no creerse las cuentas.

Ese informe del FMI «nos sorprendió por el momento en que se produjo y por su contenido», admitió Martínez Tello, quien añadió que aquello «aceleró los acontecimientos». Finalmente, el entonces presidente de Bankia, Rodrigo Rato, dijo que necesitaban 7.000 millones en ayudas públicas, cifra que desde la supervisión elevaban hasta los 10.000 por su riesgo inmobiliario.

Consejeros demasiado "políticos"

Sin embargo, para el jefe de la Inspección del Banco de España, José Antonio Casaus, los problemas para Bankia se veían venir desde finales de 2010. El 3 de diciembre presentó un informe donde denunciaba «deficiencias en la gestión del riesgo de crédito y control interno» de la entidad, al tiempo que se quejaba de que no tenía «una política de refinanciación documentada y aprobada al nivel adecuado».

Criticaba en ese dictamen, además, el carácter «acentuadamente político» de sus consejeros y que se siguieran repartiendo bonus cuando no había excedente, anteponiendo así sus intereses, según recalcó ante el juez, informaron fuentes financieras.

También declaró este lunes en la causa otro inspector del Banco de España, Francisco Priego. Este dijo que el Banco de España no puso pegas a las reuniones que el ministro de Economía, Luis de Guindos, mantuvo a comienzos de abril de 2012 con los presidentes de los tres grandes bancos españoles (Santander, BBVA y Caixabank) para buscar una solución al problema de Bankia y abordar la presumible salida de Rato.

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