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Un coche repleto de naranjas robadas en un campo. La foto fue tomada tras ser detenidos los ladrones por la policía. :: lp
Técnicas de inteligencia para frenar los robos

Técnicas de inteligencia para frenar los robos

En los últimos tres meses han aumentado un 70% las denuncias de agricultores, sobre todo las referidas a la sustracción de naranjas

VICENTE LLADRÓ

Lunes, 25 de abril 2016, 00:01

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El número de detenciones de ladrones de cosechas y otras propiedades agrarias ha crecido en los últimos meses, y así se destaca en las cada vez más frecuentes acciones policiales. También las autoridades han insistido sobre esos datos ante los representantes de los agricultores, que se reunieron el pasado día 20 con el delegado del Gobierno, altos mandos de los cuerpos policiales y el Poder Judicial. Era el pasado día 20, en la reunión prevista tras la rueda de prensa que ofrecieron dos semanas atrás AVA-Asaja, Unió de Llauradors y Cooperatives Agroalimentaries, al efecto de denunciar la escandalosa escalada de robos que está sufriendo el sector agrario valenciano.

Cristóbal Aguado (AVA), Ramón Mampel (Unió) y Cirilo Arnandis (Cooperativas) quisieron saber, tras escuchar las cifras de casos aparentemente resueltos y de detenidos, cuántos de éstos han acabado en la cárcel para que no vuelvan a robar. Pero no encontraron respuestas concretas. Sólo la explicación de que los procedimientos judiciales suelen prolongarse más de lo que desearían los ciudadanos, porque las cuestiones legales son así, y la promesa de que, en la medida de lo posible, se va a intentar dotar de mayores medios a los juzgados que tienen pendientes casos de este tipo e incluso trasladar algunos de ellos a la Ciudad de la Justicia de Valencia.

Los dirigentes agrarios insistieron en trasladar el estado de opinión que existe en el campo. Los agricultores les presionan para que presionen, porque crece la sensación de que les roban con impunidad, que los detenidos vuelven enseguida a lo mismo y que por toda la geografía valenciana florecen almacenes donde todos saben que se compra toda clase de naranja que les lleven, legal o ilegal, que acaba en las fábricas de zumos. Y pese a las reformas del Código Penal, donde se contemplan penas más duras para delitos en el campo y para reincidentes, todo sigue a peor.

Se multiplican las denuncias

Los propios mandos policiales y el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues (de quien destacan los dirigentes agrarios su gran interés por coordinar este asunto y hacer que mejoren los resultados), reconocieron que en los últimos tres meses se ha producido un aumento del 70% de denuncias por robos, sobre todo referidas a la sustracción de naranjas. Y es de sentido común establecer la relación de que, si se roba naranja en gran cantidad es porque la compran, y no para el autoconsumo. Por tanto convendría actuar más allá de lo que son los que roban directamente, porque se sabe que lo hacen muchas veces por encargo, que siempre lo venden a quienes se lucran más y que existen líneas comerciales con apariencia completamente normal que se nutren de materia prima muy irregular.

Como todo ello ha ido tomando cuerpo en el convencimiento general, de la propia nota oficial que emitió la Delegación del Gobierno tras la referida reunión se desprende que hay un relevante salto cualitativo en el modo de afrontar este extenso problema.

La nueva estrategia de la Administración, los cuerpos policiales y el Poder Judicial incide en un «plan de inspección de almacenes ilegales... que compran fruta robada y la venden», porque es evidente que es lo que está «animando estos hechos delictivos».

Al mismo tiempo «se están intensificando los trabajos y la comprobación en materia de trazabilidad». Palabra que significa capacidad de poder trazar la vida y el recorrido de cualquier producto. Y no sólo en cuanto de quién es, de dónde procede, quién es su dueño, quién lo ha comprado y quién lo vendió, sino también con qué se ha producido, qué plagas y tratamientos ha tenido, cómo se ha abonado cada parcela, etc. La trazabilidad es obligatoria por ley y resulta notorio que en estos casos delictivos que tienen en vilo a los agricultores se está incumpliendo sistemáticamente. No es que se falsifican los documentos DATA, sino que hay una imposibilidad clara de que se conozca todo lo concerniente a cada una de las diversas partidas pequeñas que al final nutren la carga de cada camión cuando sale hacia una fábrica. Cabe que aparentemente se lleve la documentación requerida, pero no obedecerá fielmente a la realidad.

Investigación compleja

De ahí que surgiera de la misma reunión la gran novedad: «Es importante aplicar técnicas de inteligencia». Por fin se asume de plano que hay que investigar y conocer no sólo quién roba, sino cómo, para quiénes, de qué modo proceden unos y otros, hasta el último detalle, lo que implica muchas normativas y no sólo las penales ordinarias, también sanitarias, fiscales... Es complejo y multidisciplinar.

No en balde los representantes agrarios salieron de esta reunión razonablemente satisfechos y esperanzados, con el convencimiento de que se está avanzando de verdad en líneas prometedoras. Después de insistir durante años desde el campo en la existencia de bandas organizadas o al menos comportamientos afines a las mafias, lo que exige tratamientos policiales y judiciales apropiados, la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana reconoce que «es importante aplicar técnicas de inteligencia porque hay veces que son bandas organizadas y por ello necesitamos una coordinación».

De ahí que los dirigentes agrarios declararan que la reunión fue «fructífera y positiva». Es muy posible que a partir de aquí se noten resultados bastante más notables.

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