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Aceitunas de la variedad Serrana en El Camp de Turia. v. ll.
Las aceitunas maduran antes por el persistente calor

Las aceitunas maduran antes por el persistente calor

La mayoría de almazaras aún no han abierto para molturar

V. LLADRÓ

VALENCIA.

Lunes, 23 de octubre 2017, 00:08

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Las aceitunas están madurando de forma generalizada en muchas comarcas, sobre todo en las más cercanas al litoral, lo que provoca complicaciones añadidas a los agricultores, que no pueden adelantar de igual manera la recolección puesto que la gran mayoría de las almazaras todavía no han abierto sus puertas para empezar a molturar.

El adelanto de la maduración es de unas dos semanas como mínimo, quizás en algunos casos más, y se debe sobre todo a la persistencia de las temperaturas altas. Aunque en los últimos días han bajado bastante las mínimas (sólo es que han llegado hasta 12 o 13 grados en zonas intermedias) las máximas permanecen todavía elevadas, lo que contribuye a empujar que el color del fruto vaya virando deprisa del verde al negro.

La primera consecuencia que tiene este cambio apresurado de color es que las aceitunas (u olivas) son víctimas preferentes de la mosca 'Bactrocera oleae', que hace en ellas sus puestas. Las larvas se alimentan de la pulpa excavando galerías y la aceituna dañada cae normalmente al suelo. La que no llega a caer, pese a haber sido 'picada', pierde gran parte de su condición y el aceite resultante será de inferior calidad, puesto que la galería excavada por la larva llega al exterior de la piel, lo que facilita la entrada de aire e incluso ataques de hongos o bacterias.

Frente a esta plaga existen tratamientos con pesticidas, naturalmente, pero no es conveniente realizarlos cerca ya de la época de recolección, a fin de evitar la presencia de residuos químicos. La poca rentabilidad del cultivo tampoco permite en la mayoría de los casos el despliegue de persistentes estrategias de lucha con plaguicidas.

Lo que sí se ha extendido de manera casi generalizada es el uso de trampas para atrapar dichas moscas. La mayoría de las veces ni siquiera hace falta gastar en nuevos elementos de plástico, basta emplear botellas vacías de agua mineral o refrescos, que de este modo encuentran una eficaz reutilización que puede servir varios años.

Sin embargo, si persiste el calor que favorece el estallido de la maduración se genera una situación perversa: al mantenerse las temperaturas benignas avanza en mayor medida la multiplicación de la plaga, que además se ve favorecida porque encuentra más frutos apetecibles. Y al mismo tiempo puede ocurrir con frecuencia que a estas alturas se haya agotado el poder atrayente de las trampas, cuya capacidad no es eterna, naturalmente, y no es lo mismo pensar en un periodo de dos meses, por ejemplo, que comprobar luego que se alarga más de la cuenta. Cuando los interesados llegan a darse cuenta de la situación, igual no hay remedio.

Y encima no pueden optar por recolectar ya, porque las almazaras están cerradas; previeron abrir a primeros de noviembre.

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