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INÉS HERRERO
Sábado, 29 de abril 2017, 23:51
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valencia. El empresario Marcos Gisbert Pérez, en 1976, importó de Estados Unidos el sistema de construcción de piscinas mediante hormigón proyectado con un cañón o manguera a alta presión. Esta técnica, llamada gunitado, inspiró el nombre de la empresa que fundaría en Jávea (Alicante) ese mismo año y de la que ha llevado el timón durante casi cuatro décadas, hasta que cedió el testigo a sus hijos Marcos, Maricruz y Lucas.
La segunda generación de la familia fundadora se reparte ahora las tareas de gestión de Gunitec, con cerca de 4.000 proyectos a sus espaldas, en su mayoría piscinas de alta gama, spas de lujo y grandes proyectos dentro y fuera de España. En un contexto de especialización en los segmentos más exclusivos y creciente presencia internacional en mercados como Alemania, Francia y el Caribe, la firma prevé cerrar este año con una facturación de dos millones y medio de euros, lejos todavía de sus cifras previas a la crisis.
En los últimos años la firma ha reforzado su apuesta por la innovación que, unida al compromiso con la máxima calidad que su fundador convirtió en marca de la casa, le ha llevado a diferenciarse «ofreciendo experiencias únicas para el cliente» y también a incrementar su facturación a ritmos superiores al 20%.
«Creemos que una piscina es para toda una vida y que hay que personalizarla acorde con las necesidades de cada familia», explican desde la empresa, que capeó la dura crisis económica de los años 90 del siglo pasado marchándose a Francia en busca dl trabajo.
Según relata a LAS PROVINCIAS Lucas Gisbert, en esa época su padre empezó a hacer «piscinas diferentes a la típica charca que se construía en España hace treinta años». En 1991, de hecho, ganó el Premio a la Mejor Piscina privada en el Salón Internacional de Barcelona, con la primera piscina desbordante -conocidas como ìnfinity- de España.
A partir de entonces, la firma fue especializándose en «un concepto de piscina más sofisticado, con equipamientos adaptados a las necesidades de los clientes», una línea que se reforzó con la entrada de la segunda generación, a partir de 2005, inicialmente con la incorporación de Marcos, responsable de la tienda, el departamento de I+D y la fábrica cubiertas automáticas. Le siguieron después sus hermanos Maricruz, a cargo de la gestión de la contabilidad, y Marcos, que dirige el apartado de construcción.
«Hemos intentado seguir el legado de nuestro padre, que nos enseñó a que la calidad primase en todo, hacer piscinas más sofisticadas y buscar clientes fuera de España», señala Lucas Gisbert, que actualmente trabaja en un ambicioso proyecto en una vivienda del Caribe.
La mayoría de sus encargos proceden de clientes particulares, aunque también trabajan para complejos hoteleros. De hecho, uno de sus proyectos más notorios es el SHA Wellness Clinic, la clínica de bienestar y estilo de vida saludable ubicada en L'Albir y distinguida durante años como el mejor spa de Europa.
Menos pero de más calidad
Entre los efectos de la última crisis económica, que se cobró buena parte de su facturación, Gisbert cita el vuelco en su cartera de pedidos. Del centenar anual de encargos de hace diez años, la mitad piscinas convencionales, se pasó a «entre 30 y 40 pedidos muy buenos al año». El cambio también se nota en el precio.
«Ya no son proyectos de 20.000 o 30.000 euros, sino proyectos singulares, de gente que busca crear un estilo de vida alrededor de la piscina, con terraza, barbacoa, jardín... todo adaptado a sus necesidades», explica. En resumen, ahora hace «menos proyectos pero de más de calidad», a partir de 100.000 euros.
Esa trayectoria le ha reportado reconocimientos como ese primer premio en el Salón de Barcelona de 1991, que revalidó ocho años después, la plata en el Concurso Aquamar por su inversión en innovación y apuesta por la sostenibilidad medioambiental o el de la Feria Piscina 2015 a la segunda mejor de toda Europa.
Para devolver parte de lo cosechado y ayudar a paliar los daños del incendio que afectó en septiembre a Jávea y Benitatxell, Gunitec donó materiales por valor de 1.500 euros a Protección Civil de Jávea, durante el reciente acto de celebración de su cuadragésimo aniversario.
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