Los economistas temen que la exportación se resienta por el proteccionismo de Trump

Las exportaciones valencianas acusarán el golpe de las medidas proteccionistas anunciadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Ese es el veredicto emitido por más del 75% de los economistas de la Comunitat, preocupados por la onda expansiva del 'América, primero', lema de la nueva política industrial y comercial del primer destino de los productos valencianos fuera de la Unión Europea y cuarto país, después de Alemania, Francia y Reino Unido. En 2016, las ventas a Estados Unidos alcanzaron los 1.864 millones de euros, un 6,5% del total exportado por empresas de la Comunitat el año pasado.

Según una encuesta realizada a finales de febrero por el Consejo de Colegios de Economistas, presentada ayer en la jornada inaugural de la feria Forinvest, la repercusión del giro proteccionista de Trump en las ventas de empresas valencianas en el exterior será notable. En una escala del uno al cinco, de ninguna incidencia a un efecto muy negativo, los economistas sitúan el impacto de la política estadounidense en un destacado 3,32 , que se eleva hasta el 3,41 entre los profesionales de Alicante, especialmente preocupados por el posible perjuicio para sectores como el calzado, según apuntó su decano, Franscisco Menargues.

Los economistas opinan que la política de Trump, a corto plazo, tendrá efectos positivos en suelo americano, sobre todo en términos de creación de empleo -con un 5,53 sobre 10- y también, aunque en menor medida, en la industrialización (5,19) e inflación (5,01). El pronóstico cambia para los exportadores del otro lado del Atlántico, pese a los beneficios de la fortaleza del dólar, entre otros motivos por el impacto del replanteamiento de las relaciones y tratados comerciales para sectores como la maquinaria, el calzado, la cerámica o la automoción.

La planta de Ford, a salvo

«También la planta de Ford podría verse afectada por la política de primero EE UU y después lo demás», advirtió Menargues, en alusión a la apuesta por repatriar la producción de empresas americanas, amenazando con sanciones y fuertes gravámenes en caso de deslocalización. Desde Cámara Valencia, no obstante, aseguraron que la factoría de Almussafes está fuera de peligro y que, en las exportaciones, «va a afectar más el 'Brexit' que Trump».

Según Vicente Mompó, director de su área internacional, el Congreso norteamericano no le permitiría subir un 10% los aranceles a productos como los coches Ford fabricados en México o en Almussafes, e incluso si lo hiciera, intervendría la Organización Mundial del Comercio. «No me lo creo, son sus empresas y, además, el 80% de lo que ha dicho Trump no se ha cumplido», sostuvo Mompó, que también recalcó que «las decisiones de inversión no se toman en un año, ni en dos, ni en tres».