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El final de 36 años de historia de la gran patronal valenciana

El final de 36 años de historia de la gran patronal valenciana

Nacida con la intención de ser un interlocutor único ante los sindicatos y el Consell, la desunión fue una constante con continuos pulsos de poder

á. mohorte

Miércoles, 22 de febrero 2017, 01:03

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Las instituciones democráticas estaban en plena composición en España cuando el empresario y presidente de la patronal provincial valenciana CEV, Vicente Iborra, impulsa la creación de una entidad que en realidad carecía de estructura: la Confederación Interregional Empresarial Valenciana, Cierval. Su constitución formal fue el 26 de mayo de 1981, un puñado de meses después de que nacieran las patronales de Valencia, Alicante (Coepa) y Castellón (CEC) ante la necesidad de convertirse en un interlocutor único ante los sindicatos y la administración en el recién nacido Estado de las autonomías. Si los sindicatos ya estaban unidos más allá de las fronteras provinciales, Iborra consideró urgente que los empresarios lo estuvieran.

Sin embargo, la negativa a ceder poder por parte de todas ellas y las continuas tensiones, especialmente entre Alicante y Valencia, hizo que se optara por que el cargo de presidente de Cierval fuera pasando de año en año por cada unos de los presidente provinciales, encargándose el equipo de cada patronal de las necesidades del nuevo ente como mejor le pareciera.

Esto significó que los asuntos de Cierval fueran muchas veces una molestia frente a los problemas propios. La cosa cambió en 1986, cuando el entonces presidente de la patronal de Valencia, Pedro Agramunt, sacó adelante su propuesta de ampliar el mandato a tres años y darle un sentido que culminó en 1989 con la Cumbre de Orihuela. La cita significó una toma de conciencia de la clase empresarial, unida por la reivindicación frente a los gobiernos socialistas de Felipe González en España y de Joan Lerma en la Comunitat. De hecho, el acto catapultó políticamente a Agramunt, que unos meses más tarde sería designado presidente del Partido Popular, recién fundado por Manuel Fraga tras Alianza Popular.

Los enfrentamientos entre las provinciales volvieron a repetirse, pero ya había una cierta conciencia colectiva. De este modo, con los sindicatos y el Consell se firmaron acuerdo relevantes como las dos ediciones del Programa Económico Valenciano (PEV I y PEV II), del mismo modo que con los años llegarían el Acuerdo Valenciano para el Empleo y la Formación (Avef) o el Pacto Valenciano para el Crecimiento y el Empleo (Pavace).

Con esto, Cierval pasa a repartir fondos para la formación y se siembra uno de los grandes problemas de la patronales. Por una parte, se llega a depender de estos fondos para mantener la estructura, haciendo que los retrasos en los pagos por parte de las Administración les lleve a la anemia, al tiempo que las denuncias de irregularidades se suceden.

En 1999, siendo presidente el alicantino José Luis Montes Tallón se redactan por primera vez unos estatutos que recogen la existencia de una asamblea electoral que elige presidente al valenciano Rafael Ferrando, de la CEV. Se contrata personal y se establece la sede en un piso de la calle Colón de Valencia. Son los años de la burbuja inmobiliaria, el dinero correo y pronto la entidad pasa a un palacete en la calle Hernán Cortés.

Sin embargo, en 2005, Ferrando es relevado en la CEV por el metalúrgico José Vicente González, e intenta ganar independencia, aunque también será sucedido en 2011 otra vez por González. Para entonces la crisis ha carcomido las organizaciones y los impagos de Coepa y CEC la empujan a la caída.

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