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Thyssenkrupp reabre su planta de Galmed en Sagunto y prevé generar 500 empleos

Thyssenkrupp reabre su planta de Galmed en Sagunto y prevé generar 500 empleos

La compañía cerró las instalaciones hace tres años y ahora las reactiva ante el incremento de la demanda del sector de la automoción

Á. MOHORTE

Sábado, 10 de diciembre 2016, 00:19

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La compañía alemana Thyssenkrupp ha reactivado las instalaciones de su filial en Puerto de Sagunto Galmed. La planta, que fue cerrada en 2013 por la crisis de la metalúrgica y por los ajustes que necesitaba la propia matriz, volverá a producir piezas de chapa de acero galvanizado por inmersión en caliente. Este producto va destinado principalmente al sector de la automoción, cuya reactivación está detrás de la reapertura de la planta, según asegura la compañía.

Aunque los preparativos para el inicio de la producción se llevan realizado desde hace varias semanas, parte de la plantilla de la instalación está en proceso de formación y se prevé completar las contrataciones, que superarán las 160 directas y alcanzar las 500 sumando estas a las inducidas.

Parte de los trabajadores que se han incorporado son algunos de los 50 con los que la empresa siguió contando tras el cierre y que trasladó a otros emplazamientos en Alemania. Por otra parte, como ha destacado tras el acto el consejero de Thyssenkrupp Steel Europe AG, Herbert Eichelkraut, aunque las instalaciones españolas estaban en perfectas condiciones, se va a inyectar varios millones de euros para probar nuevos sistemas de galvanizado demandado con la industria del motor.

Además, la compañía plantea la apertura en Sagunto de un centro de formación propio para trabajadores y los estudiantes que participen en los programas de formación dual. Este último grupo son los jóvenes que cursan formación profesional y que simultanearán este empleo con los estudios, siguiendo una práctica habitual en Alemania. Concretamente, la compañía dispone en su sede de Duisburgo (Alemania) que sería el modelo a seguir para en Valencia.

En el momento del cierre, Galmed contaba con 165 empleos directos y en su reapertura la plantilla asciende a unos 90 trabajadores, según han indicado a Efe fuentes de CC OO a partir de los datos que se facilitaron en la última comisión de seguimiento de la reapertura.

A esos 90 empleos se suman algunos de servicios indirectos sobre los que existe el compromiso de integrarlos en la plantilla, ya que anteriormente al cierre eran plantilla propia. Son los relacionados con logística y expediciones, que es el transporte de mercancía en el interior de la factoría. En una segunda fase, se prevé volver a tener una plantilla de unos 165 empleados, una vez se alcance la capacidad productiva de la planta, ya que en el inicio la producción está siendo menor.

En todo caso, CC OO reconoce que la mayoría de los empleados que se han reincorporado a Galmed son antiguos trabajadores, aunque existe un grupo de afectados por el expediente te de regulación de empleo (ERE) que no han sido repescados y se contratará a personal externo.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, valoró especialmente la importancia que tiene el empleo industrial en la Comunitat, ya que «genera mayores ingresos, mejores salarios y tira un poco del conjunto de la economía». En este sentido, destacó que esta ha sido una buena semana para Sagunto tanto por la reapertura de Galmed, como por el anuncio de Mercadona de instalar su rincipal centro logístico en Parc Sagunt.

Ayudas a Galmed

La noticia coincide con la aprobación por parte de la Comisión de Presupuesto del Parlamento Europeo (PE) a la concesión de 856.800 euros en ayudas a 250 trabajadores despedidos en el sector del automóvil en la Comunitat. El objetivo es ayudarles a encontrar un nuevo empleo y 215 de estos beneficiados serán los empleados afectados por la bancarrota y cierre de la empresa Bosal, dedicada a la producción de piezas y accesorios para vehículos de motor y que estaba instalada en la zona industrial de Puerto de Sagunto.

Precisamente, el cierre de Bosal en Sagunto abrió un nuevo frente a principios de noviembre, cuando el juzgado de lo Mercantil número 3 de Valencia inició el juicio contra la dirección de la compañía belga. Los directivos están acusados de descapitalizar la compañía dos años antes de cerrarla.

Según la denuncia, la empresa vendió en 2013 sus activos de producción y un almacén que la compañía tenía en Madrid por 4,9 millones de euros. El tribunal investiga si se buscó evitar el pago de indemnizaciones a los trabajadores y derivarlas al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), además de que los beneficios de la venta debían haberse repartido posteriormente entre los acreedores.

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