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Francisco Cantos Viñals, nuevo decano del Colegio de Notarios de Valencia. :: irene marsilla
«Las compras de viviendas no indican una recuperación porque las realizan fondos»

«Las compras de viviendas no indican una recuperación porque las realizan fondos»

El presidente de los notarios, Francisco Cantos Viñals, afirma que la crisis continúa en la economía familiar porque lo sintomático son las ventas a particulares

ELISABETH RODRÍGUEZ

Lunes, 5 de diciembre 2016, 20:26

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El nuevo decano del Colegio de Notarial de Valencia, Francisco Cantos, llega al cargo en pleno proceso de adaptación legislativa. Según cuenta, en los últimos años se ha producido «un aluvión de nuevas leyes», por lo que su principal objetivo es conocerlas en profundidad y ponerlas en marcha en el sistema informático. En cuanto a los indicadores económicos que pasan por sus manos, apunta que la dinamización inmobiliaria no indica una recuperación como tal, debido a que es protagonizada por grandes empresas y no por particulares. No obstante, confía en que esas operaciones por parte de personas físicas no tardarán en llegar.

-¿Cuáles son sus objetivos al frente del Colegio de Notarial?

-El principal objetivo es abrirnos a la sociedad y seguir avanzando en la informatización del sistema. En estos años hemos tenido un aluvión de nuevas leyes y ahora hay que asentarlas y montar las aplicaciones informáticas. Los próximos años que vienen no serán de mucha legislación, por lo que tendremos tiempo para estudiar las últimas novedades y conocer su aplicación con los programas informáticos. Hay que añadir que somos líderes en la modernización; el notariado español es de los más avanzados del mundo. De hecho, vendemos nuestros programas informáticos en Sudamérica. Pero todavía hay que seguir ahondando en ese camino.

-¿Considera que hay exceso de legislación?

-Sí, siempre lo he creído. Yo soy partidario de pocas leyes, buenas y que se cumplan. El exceso de leyes es enorme; se superponen y llegan a ser contradictorias. Este problema sucede sobre todo en campos administrativos locales, fundamentalmente en derecho público.

¿Cree que sigue vigente la idea de que el trabajo de un notario consiste sólo en firmar y ganar un buen sueldo?

En los pueblos, la figura del notario es muy conocida. La gente tiene un trato cercano y directo con el notario, al que sabe que puede acudir para asesoramiento jurídico y demás funciones. Pero en las ciudades es cierto que el desconocimiento es mayor, simplemente porque no existe esa cercanía propia de los municipios más pequeños. Por ello, es necesario insistir en la necesidad de abrirnos a la sociedad para que conozca todos nuestros servicios. En cuanto a la labor de trabajo, encargarnos de un testamento, del más básico, nos puede llevar más de hora y media. Si hablamos de uno fácil. Por lo que respecta al dinero, todos los notarios cobran igual. Lo que pasa es que el cliente puede pagar más o menos en función de las escrituras, que pueden costar más o menos según el número de operaciones.

¿Aprecia signos de recuperación en la economía?

Yo, personalmente, creo que no. Si yo tuviera cada semana cuatro parejas jóvenes que vienen a comprar un piso entonces sí se evidenciaría una mejora de la economía. Las viviendas que se están comprando no indican una recuperación porque las realizan fondos. Es cierto que eso también cuenta, pero hay dos tipos de mentira: las que son pecado y las estadísticas. Lo sintomático son las viviendas que compran personas físicas, no jurídicas. Hay que pasar de la compra mayorista al menudeo. Aunque está claro que si una empresa o un fondo está comprando viviendas es porque espera venderlas, pero eso será a un plazo más largo porque lo que se está comprando no se puede vender mañana mismo.

-¿Cómo va a afectar a las donaciones y sucesiones la eliminación de las bonificaciones prevista por el Consell?

-Yo creo que no se va aprobar. Además, en cuanto a donaciones, no creo que vayan a recaudar más por ello, porque son operaciones voluntarias, no necesarias.

-¿Qué cambios significativos ha experimentado la figura del notario en los últimos años?

-Hoy en día, los notarios somos los mayores expertos en fiscalidad. En la época de mi padre, el notario que conocía derecho tributario era un personaje fuera de lo común. En esos años, sucedía con frecuencia que la gente rebajaba el precio en las escrituras a propósito para pagar menos. Hoy la grandes defraudaciones se hacen poniendo el precio hacia arriba para blanquear. Ahora, la fiscalidad es clave en el notariado, formamos una pieza esencial contra el fraude fiscal. Toda la economía pasa por nuestras manos y por las entidades bancarias.

-¿A qué otros retos se enfrenta la profesión?

-Aunque telemáticamente estamos muy avanzados, hay que seguir rodando el sistema. Por ejemplo, no tenemos un registro de cooperativas; no podemos saber quiénes son los administradores vía informática, sino que hay que consultar un registro, lo que es muy lento y caro. En ese sentido, es como volver al siglo XIX. Otro reto es recuperar el registro de poderes. Se trata de la potestad que una persona otorga a otra sobre un bien. Con esa capacidad, podíamos introducir el DNI de alguien y nos indicaba si tenía algún poder concedido por otra persona o, si por el contrario, se lo revocó.

-¿De qué manera pasó factura la crisis a la labor que realizan los notarios?

-A los notarios nos llegó más tarde que al resto de sectores, pero también saldremos más tarde que la construcción y sus derivados. De hecho, aún estamos en crisis. El trabajo en las notarías ha bajado entre una mitad y una tercera parte de lo que antes se hacía. No obstante, hay que dejar claro que las notarías pueden arruinarse pero no pueden cerrar; están fijadas por el Ministerio y ofrecemos un servicio público.

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