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Bombas de riego sin pagar recibos de la luz

El coste de los 640 paneles y los equipos de regulación se amortizará en siete años y a partir de ahí costará el agua a menos de la mitad de precio

VICENTE LLADRÓ

Lunes, 31 de octubre 2016, 00:23

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La sociedad de regantes San Vicente de Torrent, ubicada en la partida de Monredondo, al sur de El Vedat, ha invertido 260.000 euros en la instalación de paneles solares que generan la electricidad suficiente para dos de las cuatro bombas de elevación de agua de la entidad. La inversión se ha realizado sin ningún tipo de subvención, pese a la multitud de buenas intenciones oficiales que suelen prodigarse en favor de extender el uso de energías renovables.

El proyecto nació por el impulso de Ramón Merino, presidente de la entidad, quien ha tenido que desplegar una intensa actividad para convencer a todos los agricultores asociados y salvar las innumerables trabas administrativas que se han ido presentando en el proceso.

Según ha explicado José Luis Coquillat, secretario de esta sociedad de regantes, la tramitación de todos los permisos requeridos tardó un año de gestiones, por lo que la instalación no se pudo ultimar y poner en marcha hasta principios del pasado verano. Como es habitual, y más en este caso, hubo que contar con autorizaciones del ayuntamiento y de varias consellerias. Pero cuando ya parecía que estaba todo listo en cuanto a 'papeles' surgió el último escollo con la Confederación Hidrográfica del Júcar, puesto que el terreno donde se ubica el extenso parque de paneles linda con un pequeño barranco. Debido a ello hubo que ultimar el permiso correspondiente para la colocación del vallado perimetral y corregir lo proyectado inicialmente.

De cualquier manera todo se da hoy por bueno y bien empleado entre los más de cien socios de esta agrupación, una vez que han podido comprobar en los meses veraniegos el notable ahorro que les representa el gasto realizado.

90 metros de elevación

El riego se efectúa con agua captada del canal Xúquer-Turia, que discurre casi al lado. El caudal se recoge primero en una pequeña balsa a nivel del canal y de ahí se eleva a una balsa situada a 90 metros de altura, desde la cual salen por gravedad las conducciones de distribución hasta cada una de las parcelas. La superficie total que riega son 3.500 hanegadas, la gran mayoría de cítricos y todas ellas a goteo.

Disponen de cuatro bombas de elevación. De ellas, dos están independizadas para funcionar únicamente con la electricidad generada de día por los 640 paneles fotovoltaicos y suman un caudal de 4.200 litros por minuto. Las otras dos siguen conectadas a la red eléctrica y ambos suministros están completamente separados.

De forma habitual funcionan las dos bombas 'solares' según lo que se requiere para reponer el caudal que se haya gastado en la balsa. Si no es suficiente con ello, cosa que ocurre muchos días en pleno verano, se recurre también a poner en marcha una de las bombas (o las dos) que funcionan con suministro eléctrico externo.

Para no encarecer la factura eléctrica, la contratación con la compañía suministradora se limita a mantener la potencia necesaria para las bombas en horas 'valle', que son ocho nocturnas más porciones horarias diurnas de sábados, domingos y festivos nacionales. En horas 'llano' y 'punta', que son más caras, se reduce la potencia contratada al mínimo requerido para iluminación y mantenimiento de instrumentos electrónicos.

La instalación de los paneles, variadores de frecuencia y otros mecanismos de regulación, más la compra de terrenos, vallado y dispositivos de seguridad se han financiado mediante un crédito concedido por la Caixa Rural de Torrent (Grupo Cajamar).

Plan de amortización

Los cálculos de amortización de las inversiones se han establecido en siete años, lo que constituye sin duda un plazo conservador; seguramente se habrán generado antes ahorros suficientes que se equiparen al gasto realizado, pero en todo caso siempre es mejor ser previsores.

El plan consiste en lo siguiente: los agricultores siguen pagando el agua al mismo precio que antes, a 15 céntimos el metro cúbico, como si todo siguiera funcionando con electricidad de la red. Como, lógicamente, los recibos de la luz son ahora muy inferiores, la diferencia recaudada se destina a pagar el préstamo.

En el momento en que esté saldada toda la deuda, el precio del agua se reducirá a la mitad o menos (seguirá habiendo gastos generales, de facturas eléctricas, de personal y de mantenimiento) y los ahorros generados empezarán a revertir a los agricultores.

José Antonio Linares, de la empresa Hidrovoltaica, es el responsable de la ejecución de este proyecto. Según sus cálculos actuales «la amortización de lo invertido va a ser algo más rápida porque está habiendo muy buen rendimiento y seguramente va a haber subidas de la electricidad, con lo que estaremos ahorrando en un futuro próximo a precios superiores a los que calculamos inicialmente».

En función de las últimas noticias, «para el año próximo podría haber subidas de la electricidad de entre el 5% y el 12%, según tipos de tarifas y de clientes». Así pues, a ese ritmo de subida, la amortización de las instalaciones «podría acortarse un año o incluso algo más».

Aclara Linares que este tipo de instalaciones son de 'riego solar directo', sin el empleo de baterías, que no son necesarias y encarecerían los proyectos sin justificación técnica. Las bombas funcionan entre seis y diez horas diarias, según época, y un variador de frecuencia acopla su velocidad a la energía generada en cada momento.

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