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Un edificio de viviendas en proceso de construccción. :: d.torres
Valencia y Alicante agotan  el 'stock' de viviendas  de la burbuja inmobiliaria

Valencia y Alicante agotan el 'stock' de viviendas de la burbuja inmobiliaria

Expertos del sector apuntan que la demanda de obra nueva sólo en la capital del Turia alcanzará las 5.300 unidades al año hasta 2025

ELÍSABETH RODRÍGUEZ

Martes, 19 de julio 2016, 00:26

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valencia. La reactivación del negocio inmobiliario sigue mostrando síntomas de fortalecimiento. Valencia y Alicante han agotado el 'stock' de viviendas que permanecía en manos de las entidades financieras como resultado de la burbuja del ladrillo, según la consultora CBRE y corrobora en su interpretación Engel & Völkers, con datos del INE y de informes del Fondo Monetario Internacional (FMI).

«Como vaticinamos el pasado año, Valencia y Alicante agotaron antes el excedente y ya se encuentran en fase de producción, mientras que Castellón sigue en asimilando lo acumulado», explica el director de CBRE en la Comunitat Valenciana, José Ángel Sospedra, quien advierte de la necesidad de obra nueva para hacer frente a la creciente demanda.

A la liquidación del 'stock', se suma el fuerte incremento en 2015 del número compraventas de inmuebles de segunda mano y la escasez de nuevas promociones. Como consecuencia, la consultora calcula que la demanda de vivienda nueva alcanzará, sólo en la capital del Turia, las 5.300 viviendas al año hasta 2025, según su informe 'Las claves del sector residencial en España', elaborado a partir de datos del INE.

Por su parte, la inmobiliaria de alta gama Engel & Völkers se une a esta interpretación y apunta que el propio FMI, en su Informe sobre España, señala que «hay signos de que el sector inmobiliario podría haber experimentado un punto de inflexión». Tras un largo período a la baja, los precios de la vivienda comenzaron a aumentar de forma moderada en la segunda mitad de 2014 y la inversión y el empleo en la construcción han empezado a recuperarse». No obstante, los expertos advierten que se trata más de una estabilización del sector que de una fuerte recuperación debido a que las cifras de partida son muy bajas, muy lejos de los precios y del volumen de operaciones que se realizaron cuando el mercado estaba en plena ebullición.

En este sentido, Sospedra concreta que Valencia sufrió una drástica reducción de la oferta de vivienda de nueva construcción al pasar de 117 obras en 2014 a 49 en el ejercicio pasado. «Los bancos se han tenido que quedar con edificios de la época del boom y además las han tenido que terminar porque muchas no estaba ni finalizadas siquiera. O sea, muchas concesiones eran terminaciones de esas obras, no eran realmente proyectos nuevos», cuenta. Sospedra señala que en lo que va de año, se han realizado unas 15 o 16 solicitudes de obra nueva. «Veremos otras 15 o 16 próximamente», concreta el experto.

Dos años de repunte

El tipo de vivienda que los potenciales demandantes exigen a día de hoy es clave para entender la necesidad de obra nueva. Los inmuebles construidos antes de la crisis no responden a las preferencias de los usuarios, según señala Sospedra. «Lo que se exige son viviendas de calidades superiores a las construidas antes de la crisis, personalizadas y sostenibles, con un protagonismo creciente de la domótica, disponibilidad de servicios comunitarios y que incorporen sistemas de ahorro energético», reza el análisis de CBRE.

Por otro lado, el sector encadena dos años de repuntes en el número de tasaciones, lo que muestra el ritmo positivo que protagoniza el mercado inmobiliario en términos de compraventa. En concreto, en 2015 se consolidó la tendencia al alza, con un crecimiento del 7,3% en la capital valenciana. Según señala el informe, las causas de este dinamismo son principalmente dos: el crédito bancario, que comienza a fluir para la adquisición de suelo, y la entrada de fondos extranjeros gracias a los recursos propios que aportan y su capacidad de compra sin financiación.

En cuanto a los precios por metro cuadrado en la capital (1.160 euros), el estudio señala caídas interanuales del 3.6%, aunque la presión al alza es visible en algunas zonas, y ya se presentan tasas positivas a nivel autonómico (2% interanual) debido a la consolidación de la demanda de segunda vivienda, con una importante contribución de compradores extranjeros. En este sentido, destaca la provincia de Alicante, que registró un incremento interanual de 9,7% en la compraventa de viviendas (26.771 en 2015), de las cuales un 46% fueron realizadas por extranjeros.

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