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Establecimiento comercial de la ciudad de Valencia.
Economía obligará a reservar un suelo comercial mínimo en cada plan urbanístico

Economía obligará a reservar un suelo comercial mínimo en cada plan urbanístico

La versión actual del Patsecova prevé que futuros desarrollos similares a Alfahuir incluyan tiendas para garantizar el servicio

INÉS HERRERO

Jueves, 7 de julio 2016, 20:00

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La Conselleria de Economía prevé regular la superficie mínima que debe dedicar a uso comercial cada plan urbanístico, lo que obligaría a futuros complejos residenciales, similares a los construidos en Alfahuir o Nou Benicalap en Valencia, a tener bajos comerciales.

Así lo recoge la versión preliminar del Plan de Acción Territorial Sectorial del Comercio de la Comunitat (Patsecova), inmerso en el periodo de consultas y participación pública hasta octubre y que ayer explicó el director general de Comercio, Natxo Costa, a representantes municipales y agentes del sector.

Como publicó este periódico, el Patsecova también endurece los requisitos exigidos para autorizar la implantación de grandes superficies y macrocentros comerciales como Puerto Mediterráneo, proyectado en Paterna por Intu Eurofund en la legislatura anterior y convertido ya en paradigma del modelo que rechazan los gobernantes de Compromís.

Además de introducir la figura de zona saturada, que permitiría denegar o o restringir la apertura de establecimientos, el borrador prevé procesos de audiencia específicos para municipios colindantes y ahondar en criterios de sostenibilidad, al tiempo que señala otras áreas supramunicipales donde se impulsará el desarrollo comercial.

Entre los aspectos que despiertan recelos en distintos agentes comerciales, que asistieron al encuentro con Costa y confirman a LAS PROVINCIAS que estudian presentar alegaciones, figura esa ratio mínima de metros cuadrados de bajos comerciales en relación con la edificabilidad de las zonas, que obligaría a los promotores urbanísticos a destinar parte de las plantas bajas de los edificios a locales comerciales, no sólo a espacios comunitarios.

La justificación de esta medida entronca con la apuesta por el comercio de proximidad del departamento que dirige Rafael Climent y con su intención de garantizar el acceso de todos los ciudadanos a los equipamientos comerciales. Según explica Costa a LAS PROVINCIAS, con esa reserva mínima de suelo pretenden «evitar que haya barrios enteros desabastecidos en lo comercial o que se provoque una movilidad obligada» hacia superficies comerciales más alejadas, que afecta especialmente a las personas mayores o con problemas de movilidad. De hecho, prevén fijar unos mínimos para la dispersión, que impidan sumar la reserva mínima de superficie comercial en un único espacio.

Se trata, en definitiva, de promover mediante esa regulación un cierto regreso hacia el modelo comercial de décadas atrás, en el que «en un radio de 50 o 100 metros había establecimientos comerciales de todo tipo» y, de ese modo, «evitar que el modelo sea uno en el que sólo haya grandes equipamientos comerciales, un problema especialmente grave en pequeños municipios». «Es un tema de justicia social y nuestra obligación, como gobierno, es garantizar el acceso de la población a los suministros básicos», sentencia.

Reordenación

El conseller Climent reunió en mayo a los representantes del comercio para presentarles la versión preliminar del Patsecova y les trasladó entonces que esta hoja de ruta «pretende impulsar el comercio de proximidad, manteniendo la diversidad y el equilibrio entre comercio urbano y periférico».El documento apuesta por una «reordenación de la planificación del comercio alineada con un nuevo modelo productivo basado en el principio de sostenibilidad social, productiva y ambiental, así como en la innovación y la investigación», e incluye un plan de actuaciones a cinco años con una inversión de 73,5 millones, el 58,8% a cargo de la Generalitat.

El plan sectorial, que parte del anterior Consell, establece ahora «objetivos, estrategias, directrices y normas» para que «se salvaguarde al territorio de proyectos comerciales que puedan tener efectos devastadores sobre el medioambiente, la cohesión social, las ciudades y sus centros urbanos, las infraestructuras, el comercio de proximidad y otros elementos estratégicos».

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