Decepción por la ley de la cadena agroalimentaria

La puesta en marcha de la Ley de la Cadena Agroalimentaria suscitó grandes esperanzas en que fuera el inicio de cambios sobre los niveles de cotizaciones que se pagan para la mayoría de productos agrícolas y ganaderos en origen. Sin embargo, conforme ha ido pasando el tiempo se ha podido comprobar que las cosas no eran tan fáciles ni rápidas y que hay múltiples obstáculos que superar, incluso para la propia Administración agraria que aspira a mejorar estas cosas, porque se tiene que enfrentar al cumplimiento y el reequilibrio ante reglas de otras partes de la misma Administración.

En esta tesitura, La Unió de Llauradors ha señalado su gran decepción al hacer resumen del año agrario, porque dicha ley «no ha servido para mejorar la situación de precios de los productores y muchos de ellos se encuentran lejos de cubrir los costes de producción».

AVA-Asaja se ha mostrado menos crítica al respecto y confía en que salga algo en claro de los miles de inspecciones realizadas por la agencia AICA, creada para hacer cumplir dicha ley. No obstante incide también en la gravedad de persistir las ventas a pérdidas.