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Tres excavadoras trabajan en la construcción del AVE a la Meca en Arabia Saudí.
Las constructoras valencianas del AVE a la Meca aceleran sus obras tras la amenaza de expulsión

Las constructoras valencianas del AVE a la Meca aceleran sus obras tras la amenaza de expulsión

Torrescamara y Rover Alcisa, que aseguran que cumplen los plazos previstos, envían a cien empleados adicionales para acallar las críticas del gobierno de Arabia Saudí

Daniel Valero

Lunes, 27 de abril 2015, 20:51

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La golosa participación de Torrescamara y Rover Alcisa en el denominado AVE del desierto se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para ambas constructoras valencianas, encargadas de levantar los talleres de los ferrocarriles. El ministro de transportes de Arabia Saudí, Muhhamed Al-Muqbel, aprovecha cada visita a las obras para arremeter contra los trabajos del consorcio español que ejecuta el macroproyecto, valorado en más de 6.700 millones de euros, y en la última ocasión las críticas se dirigieron a las instalaciones que materializan las firmas de la Comunitat. El dirigente llegó a amenazar con la expulsar a las sociedades por la "lentitud" de sus trabajos, a lo que estas han respondido con el envío de más trabajadores para acelerar sus labores.

Tal y como publicó el diario local Saudí Gazette en una información recogida por ABC, Al-Muqbel exigió a las empresas que presentaran "un plan alternativo para compensar el retraso en la construcción" en un plazo de 24 horas, al tiempo que reclamó la elección de "otro contratista". Al respecto, fuentes de Torrescamara explican a LAS PROVINCIAS que Arabia Saudí, de forma oficial, se limitó a pedirles que acortaran los plazos pese a que, según sostienen, sí están cumpliendo con el calendario previsto. "Para satisfacer esta petición se han enviado cien empleados adicionales", añadieron. Preguntadas sobre si la medida supondrá un sobrecoste, las mismas fuentes añadieron que "existe la posibilidad", aunque entienden que, en caso de producirse, "el gobierno saudí responderá en consecuencia al tratarse de una demanda suya".

Torrescamara y Rover Alcisa, integradas en el consorcio denominado Cart, son las responsables de la construcción de los talleres y cocheras de la ciudad de Medina junto a la empresa local Atco. Las instalaciones cuentan con la complejidad añadida de crear el kilométrico entramado de vías que permita el acceso a los convoyes. Respecto a los edificios, se trata de dos grandes naves de una superficie total de alrededor de 50.000 metros cuadrados. El conjunto de la actuación está valorado en 60 millones de euros.

La adjudicación se produjo a finales de julio, y sólo diez días más tarde ya habían comenzado los trabajos para levantar las instalaciones en Medina con motivo de la urgencia que impone la administración árabe. El consorcio, además de llevar a cabo los trabajos para poner en servicio las instalaciones requeridas, es el responsable de "proporcionar el material" para su construcción.

Según publicó el último número de la revista de Rover Alcisa, las naves servirán "para la puesta en servicio de los trenes de alta velocidad, para actividades de mantenimiento ligeras y rápidas y para actividades de mantenimiento periódicas y exhaustivas". Además, contarán con "una serie de edificios e instalaciones auxiliares que se construirán como diversas unidades de limpieza de trenes por soplado y para el material rodante y los vagones con el fin de minimizar los efectos de la arena en la maquinaria y, además, para el depósito de combustible, el almacén de basuras, la zona de descarga de trenes y una zona de pintado y secado, entre otras funciones". Las constructoras calculaban a finales de 2014 que la infraestructura estaría terminada en el plazo de un año y medio, por lo que no se espera que concluyan hasta la primera mitad de 2016.

En un principio, entre las empresas adjudicatarias estaba prevista la participación de la también valenciana Cyes, pero su delicada situación -se encuentra en concurso de acreedores- la llevó a quedarse al margen. Rover Alcisa, que habría sido su socia en este proyecto, resultó finalmente la compradora de su codiciada división de obra portuaria, operación que Cyes considera clave para superar la antigua suspensión de pagos.

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