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Sábado, 7 de marzo 2015, 00:50
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La nueva Fundación Bancaja dio ayer por concluida la relación laboral con Aurelio Izquierdo 27 años después de que éste se incorporase a la antigua Caja de Ahorros de Valencia, Castellón y Alicante. El patronato de la entidad aprobó el despido del directivo en su reunión del pasado día 4 de febrero, pero la rescisión contractual no se pudo hacer efectiva hasta ayer debido a que Izquierdo ha pasado las dos últimas semanas centrado en preparar su declaración en la Audiencia Nacional como imputado por una de las piezas separadas del caso Banco de Valencia.
Esta semana, tras conocerse que el hasta ayer director financiero de la Fundación Bancaja viajó a México y Cuba en el jet privado de dos empresarios a quienes se investiga por haber resultado presuntamente beneficiados en operaciones con Bancaja y Banco de Valencia, la Fundación decidió acelerar la salida del directivo, quien ayer estuvo en Valencia para resolver definitivamente su contrato.
Según informó la entidad en un comunicado, la rescisión «responde a una reorganización directiva abordada tras la aprobación del plan estratégico 2015-18 el pasado 15 de enero». De ese plan se desprendía que la Fundación no podía permitirse un director financiero del caché de Izquierdo -cuyo salario anual era de 150.000 euros- teniendo en cuenta sus limitados recursos.
Las funciones que desarrollaba Izquierdo -la gestión de los recursos y el patrimonio de la fundación- ya han sido asumidas por el nuevo gerente, Antonio Vidal.
«La incorporación de la gestión financiera al perfil profesional de la gerencia permite amortizar el puesto de la dirección financiera y adaptar la estructura directiva de la fundación a sus necesidades actuales», precisó la Fundación Bancaja.
La entidad ha aducido motivos organizativos para prescindir de Izquierdo por criterios objetivos, lo que le permite ceñirse a la indemnización mínima prevista en la legislación laboral vigente de 20 días por año trabajado con un tope de 12 mensualidades. El patronato acordó que fueran 150.000 euros, pero fuentes de la entidad concretaron que Izquierdo reclama 400.000 por tenerlo reflejado en su contrato de alta dirección.
La vinculación de Izquierdo con Bancaja arranca en 1988, aunque fue con José Luis Olivas cuando pasó a ocupar los más altos puestos de responsabilidad en la entidad. El expresidente de Bancaja y Banco de Valencia lo nombró director general en 2007 con un blindaje de alrededor de 14 millones de euros entre plan de pensiones y seguro de jubilación anticipada, decisión que no pasó por el consejo tal y como recomendaba el código ético de la entidad.
Tras una breve etapa como director de Negocio de Bankia, Izquierdo pasó fugazmente por Banco de Valencia hasta que fue intervenido. Tras ello fue recolocado por Olivas en Bancaja antes de que se transformara en fundación. Aunque renunció a su indemnización por retiro anticipado, Izquierdo aún dispone de un plan de pensiones dotado por la caja de 7,6 millones de euros.
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