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Un proyecto de Iberdrola y la Unión Europea reutiliza el CO2 para la limpieza

La iniciativa consiste en capturar los gases que emiten las centrales y utilizarlos para combatir la suciedad en los sistemas de refrigeración

EFE

Martes, 16 de septiembre 2014, 00:01

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Iberdrola lanzó ayer en la central de ciclo combinado de Castellón el proyecto CO2Formale que utiliza el dióxido de carbono proveniente de las centrales térmicas para sustituir los productos químicos clorados empleados para el control de la suciedad que causan habitualmente los moluscos en estas instalaciones. El proyecto está dotado con un presupuesto superior a los 4 millones de euros, y está financiado al 50% con fondos de la Unión Europea.

Según el coordinador del proyecto, Elías Rodríguez, la iniciativa pretende demostrar que se puede utilizar de manera eficiente el CO2 de los ciclos combinados para combatir el «macrofouling» o ensuciamiento de los sistemas de refrigeración de las centrales energéticas causado por moluscos como mejillones y similares.

Las larvas de estos organismos se fijan en las estructuras de hierro o acero de las instalaciones y al crecer causan la obstrucción de los sistemas, por lo que impiden la circulación del agua necesaria para su funcionamiento. El proyecto se desarrollará en Castellón donde se validará su idoneidad para poder aplicar los resultados obtenidos en el resto del parque térmico de generación en Europa.

El CO2 procedente de la combustión de gas natural en la central será capturado mediante una novedosa tecnología de absorción desarrollada por Westec Environment Solutions y posteriormente se disolverá en agua para conseguir los efectos biocidas sobre los moluscos.

Con la disolución del CO2 se conseguirá no sólo eliminar el uso de compuestos clorados, sino que además el dióxido de carbono de los gases que se utilizaría para limpiar los residuos causados por los moluscos no se emitirá a la atmósfera. Este proyecto contempla también el desarrollo de equipos automáticos de detección de la presencia larvaria y la optimización de los sistemas de almacenamiento y disolución del CO2 en el agua.

Se espera que al final del proyecto, para un ciclo de 400 megabatios, como es el caso de Castellón, se podrían extraer 50.000 toneladas de CO2 que no serían emitidas y se ahorraría 1.500 toneladas de hipoclorito sódico, es decir las lejías que habitualmente se utilizan para combatir esta suciedad.

La iniciativa se suma a otras impulsadas por Iberdrola de aprovechamiento del CO2 emitido por las centrales térmicas como el de seguimiento de la incidencia del mejillón cebra en el ciclo de Castejón (Navarra).

Iberdrola destacó el apoyo del Ayuntamiento de Castellón, la Generalitat y la Universidad Jaume I, que se comprometieron a participar en el comité de seguimiento del proyecto. La consellera de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, Isabel Bonig, que asistió a la presentación de la iniciativa, animó a las empresas a seguir el ejemplo de Iberdrola.

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