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Jaume Ponsarnau, tras su presentación como nuevo entrenador del Valencia Basket. damián torres
Jaume Ponsarnau: «Cuando no consigues las cosas hay veces que es por falta de humildad»
Baloncesto | Valencia Basket

Jaume Ponsarnau: «Cuando no consigues las cosas hay veces que es por falta de humildad»

El nuevo técnico taronja defiende la renovación de Rafa Martínez: «Es un ejemplo, un estandarte y un jugador al que admiro mucho»

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Domingo, 17 de junio 2018, 00:39

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Jaume Ponsarnau (Tàrrega, 1971) afronta sus primeros días como entrenador del Valencia Basket con la tranquilidad del trabajo acumulado durante los últimos dos años. Para el club, lo suyo no ha sido un fichaje sino un ascenso. Un reconocimiento a su labor.

-En su presentación habló mucho de un proyecto que lleva dos años. ¿Le hubiera gustado tener esta oportunidad tras la salida de Pedro Martínez?

-No es algo que pensara en ese momento. Hace tiempo que aprendí, entre otras cosas porque tuve que aprenderla, que al final pasa lo que pasa con las cosas. Cuando ocurre algo tienes que vivirlo siempre de la mejor manera posible, con la mayor intensidad y la máxima ilusión.

-¿El Valencia Basket sabía de su intención de volver a ser la próxima temporada primer entrenador?

-Supongo que sí, sabían que quería ser primer entrenador. Durante la temporada apareció la opción de algún interés y el club lo sabía. Todo es muy relativo, tenía la intención de volver a ser primer entrenador porque me llegaron ofertas para serlo. Después de que el club comunicó el viernes 8 de junio su decisión a Txus Vidorreta fue cuando el club se puso en contacto con mi agente, no antes, y es cuando todo comenzó a fraguarse.

-Ha repetido mucho en los últimos días la palabra humildad. ¿Desde que se ganó la Liga en 2017 faltó humildad?

-Cuando no consigues las cosas que puedes conseguir hay muchas veces que es por falta de humildad. La humildad es un valor que se convierte en un estímulo enorme y en la sociedad en la que estamos hoy, donde hay tantas cosas que te impiden ser humilde, reforzarla es muy importante.

-Con lo cual, un batacazo deportivo es una cura de humildad.

-Sin duda. Lo que pasa es que, cuando ocurre, tienes que ser listo y práctico para aprovecharte de forma adecuada y aprender.

-El baloncesto es cuestión de jugadores y no de entrenadores. La frase es suya. ¿Tiene el peligro de que el aficionado entienda que se tiende a la autogestión?

-No, lo que quiero que la gente entienda es que el que manda y el que dirige es el entrenador pero lo que tiene que conseguir el técnico es que los jugadores se sientan convencidos de lo que hacen. Que sientan que se les aprovecha al máximo de lo que pueden dar. En eso el entrenador es muy importante y responsable. Los entrenadores tenemos que tener siempre en mente que, al final, los que meten las canastas son los jugadores. En el momento en el que intervenimos demasiado lo que hacemos es limitarles.

-¿Es el sello de la nueva escuela española y el antagónico a la balcánica de las últimas décadas?

-Son dos modelos pero no son antagónicos. Creo que en la escuela balcánica la característica era que había un trabajo de repetición pero al final era que para en una situación real el jugador tomase la decisión y tuviera muchos recursos para tomarla. En el baloncesto actual nuestra intervención táctica tiene que servir para dar recursos al equipo, no para limitarlos.

-¿Cómo se consigue ese equilibrio?

-Cuando un equipo tiene menos talento necesita más recursos tácticos y cuando tiene más talento necesita que le ayudes menos tácticamente. Se trata de encontrar el equilibrio para que tus jugadores encuentren la forma de expresar su juego de la mejor forma posible.

-¿Le molesta cuando escucha de alguien que es usted un técnico 'hacendado' o es un estímulo?

-Ni a mí ni a mi equipo nos sirve de nada pensar en estos calificativos. Lo que le servirá a mi equipo es dar lo máximo en la pista y hacerlo bien para que genere la máxima confianza y orgullo a nuestra gente. Como consecuencia, significará que yo también lo generaré.

-Pedro Martínez sintió en un época poco aprecio y su último recuerdo de taronja es una plaza entera pidiendo que se quedara. ¿Es injusto sacar conclusiones por un tiro de Renfroe que no entra y otro de Eriksson que sí?

-Desde entonces los triples que hacen corbata se dice que hacen 'Renfroes'. El de Eriksson no lo hizo y así es. Cuando pasan estas cosas sólo puedes pensar en lo que puedes hacer para hacer mejor tu trabajo. Al final todas las cosas te dan lecciones, en este caso estar focalizado en lo que puedes controlar, que es trabajar al máximo con los jugadores.

-¿Su segundo entrenador va a ser un primero como en su caso?

-Tenemos que contemplar el crecimiento de un entrenador de la casa como es Juan Maroto, eso es imprescindible. En la medida que podamos trataremos de aprovechar el conocimiento y el trabajo de Javier Vilaplana y Ángel Cepeda. A partir de ahí queremos sumar a una persona.

-¿Aleix Duran es una opción?

-He trabajado mucho con él, es un excelente profesional y un muy buen entrenador. No hemos tomado aún la decisión.

-¿Defiende un cambio en los servicios médicos?

-No tengo ni idea de medicina y por lo tanto necesito confiar al máximo en los servicios médicos. La primera exigencia es identificar las cosas que no se han hecho bien, donde no hemos acertado, para ver si se pueden hacer mejor. Todos tenemos que tener la máxima exigencia. Lo que ha ocurrido este año nos ha dado enseñanzas para ser mejores. No es imprescindible el cambio de personas pero sí aprovechar la experiencia de lo que ha ocurrido.

-¿Rafa Martínez tiene que seguir siendo el capitán del equipo?

-A mi me gustaría tenerlo en el equipo. El Valencia Basket es un club de proyecto de jugadores y Rafa Martínez es un ejemplo, un estandarte y un jugador al que admiro mucho. Ojalá pueda ser.

LAS CLAVES

Los jugadores. «El técnico tiene que conseguir que se sientan convencidos, que se les aprovecha al máximo»

Su libro de estilo. «En el baloncesto actual nuestra intervención debe servir para dar recursos al equipo, no para limitarlos»

Los servicios médicos. «Todos tenemos que tener la máxima exigencia, lo que ha ocurrido este año nos ha dado enseñanzas»

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