Un infierno para crecer

El gran objetivo del Valencia Basket esta temporada reside en la Liga Endesa, donde está en juego una plaza en la próxima edición de la Euroliga, liberada tras la eliminación del Gran Canaria en la Eurocup. Para llegar al playoff con la plantilla engrasada, los cinco partidos que restan en la Copa de Europa serán el mejor banco de pruebas. El caso más evidente es el de Latavious Williams, señalado de nuevo ayer por el técnico al recordarle que tiene que darse cuenta de que en cada partido «tiene que salir a tope, aprovechar la oportunidad y nos tiene que demostrar que está en disposición de ayudar». La actitud del americano ante el Bilbao Basket ha tenido como consecuencia que la lupa se pose sobre él pero no es el único jugador al que el Valencia Basket necesita a su nivel si quiere aspirar a esa plaza para la Euroliga. Vives, Sastre y Sergi García, que también han vuelto de lesiones, deben encontrar las sensaciones en pista que les conviertan en jugadores determinantes en el tramo final de la Liga Endesa.

Vidorreta contará con la baja de San Emeterio por su esguince de tobillo mientras que Doornekamp viajó aunque se perdió el entrenamiento matinal en la Fonteta por un proceso vírico. Su participación hoy como alero, con la baja del cántabro y el rol de Abalde como base que el técnico anunció que seguirá utilizando hasta la total recuperación de Vives, es fundamental.

El Estrella Roja es un rival directo del Valencia Basket en la clasificación. Si los taronja logran ganar de más de cuatro, los serbios lo hicieron en la Fonteta 82-86, superarán al conjunto de Belgrado en la tabla. Alimpijevic tendrá la duda de Dangubic, su alero titular, por una lesión en la rodilla y los locales tratarán de extender su buena racha en la sala Pionir, el actual Aleksandar Nikolic, donde no pierden un partido en los dos últimos meses y han logrado tumbar al Olympiacos, Unicaja o Partizan. El base Rochestie llega a la cita en su mejor momento de la temporada.