Borrar
Urgente El precio de la luz sigue a la baja este Viernes Santo: las horas que costará menos de 1 euro
Doornekamp disputa un balón con un jugador del Bilbao. EFE
El bello arte de saber sufrir
Baloncesto | Valencia Basket

El bello arte de saber sufrir

Los de Vidorreta vencieron en los últimos segundos al Bilbao tras un partido muy igualado que terminó con polémica por la actuación arbitral | Cinco inicial: Vives, Green, San Emeterio, Will Thomas y Dubljevic

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Domingo, 12 de noviembre 2017

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El Bilbao Basket recibe al Valencia Basket en Miribilla, en el choque correspondiente a la ocatava jornada de la Liga Endesa a las 12:30 horas.

Los de Txus Vidorreta llegan con dudas sobre Van Rossom y el esguince de Vives, pero también con ayuda para suplir esta situación: Doornekamp, San Emeterio y Abalde.

El conjunto taronja queda así: Vives, Green, San Emeterio, Doornekamp, Dubljevic, Will Thomas, Abalde, Van Rossom, Rudez, Rafa Martínez, Tibor Pleiss, Sastre y Hlinason.

Los de Carles Durán, técnico del Bilbao, serán: Tabu, Pere Tomàs, Todorovic, Hervelle, Gladness, Fischer, Mendia, Hammink, Redivo, Salgado, Mumbrú y Vucetic.

Sigue el choque en directo en lasprovincias.es.

LA PREVIA

A Txus Vidorreta le ha cambiado mucho la vida desde aquel lejano 20 de abril de 2005, la primera vez que el entonces Pamesa visitaba la pista del recién ascendido Lagun Aro Bilbao Basket. En La Casilla, lejos del glamour de Miribilla. Aquel equipo, que contaba en sus filas con Maluenda y un joven Javi Salgado, zarandeó por 78-69 a los valencianos, que agotaban los últimos estertores del proyecto dorado de los Oberto, Tomasevic y Rigaudeau. Lo que es la vida, aquella tarde en el centro de Bilbao el entrenador del Pamesa era Chechu Mulero tras el despido de Pablo Laso. Más de doce años después, el pucelano es el jefe de Vidorreta. Cosas del baloncesto. Será la octava vez que el de Indautxu se siente en el banquillo visitante del Bilbao Arena, tras debutar en ACB como entrenador del conjunto vasco. Lo hará, en otro giro del destino, frente a un Carles Duran que también se enfrenta al equipo que le dio su primera oportunidad en la Liga Endesa, tras el despido de Perasovic.

El partido será una prueba de carácter para el Valencia Basket. Las heridas del calendario y de la Euroliga es el peaje que pagan los grandes y el actual campeón liguero lo es. En envites así, a la vuelta de la esquina de otra semana con tres compromisos de máxima exigencia, no sólo se juega con baloncesto. Se juega con la cabeza. El porcentaje de opciones visitantes se comenzará a calibrar en el calentamiento, donde se sabrá si Van Rossom puede vestirse de corto. La predisposición del belga, tras su esguince de tobillo derecho frente al CSKA, es la de aguantar el dolor y jugar. De no hacerlo, un Vives tocado (está superando otro esguince sufrido en Estambul) se quedaría como único base del equipo. En un inicio de temporada plagado por las lesiones, el cuerpo técnico tiene en su carpeta todo un catálogo de 'parches' para distintas situaciones, como ya se ha comprobado con el gran nivel de Doornekamp en el puesto de alero para paliar las bajas de San Emeterio y Sastre. El cántabro, que comenzó su carrera en el puesto de uno, y Abalde, que ya ha tenido minutos esta temporada en algún partido, volverán a ser los elegidos en el caso de que el tobillo de Sam no responda.

El Bilbao Basket se presenta con resaca, después de enlazar dos derrotas esta semana en Miribilla, contra el Barcelona con un contundente 83-104, y asimilando la marcha de Tim Kempton, traspasado al Bnei Herzliya de Israel a petición del propio jugador, descontento con su rol en el equipo. El conjunto vasco aún no ha fichado sustituto con lo que Gladness, Vucetic y Hervelle son los únicos tres interiores con los que contará Duran. El gran peligro del Retabet es la pólvora exterior de Redivo, Todorovic, Mumbrú y Tabu.

En el baloncesto no cansa la acumulación de partidos, cansan las derrotas. La frase la pronunció el añorado Antonio Díaz-Miguel y mucho tiempo después sigue vigente. En la vorágine de partidos en la que se ha instalado el calendario europeo para los grandes, el Valencia Basket ya es uno de ellos, el cansancio se lleva mejor cuando se gana. En semanas donde sólo se juega y no se entrena lo único que cuenta es seguir sumando. El Valencia Basket regresó ayer de Bilbao, tras haber salido de casa el miércoles para viajar a Moscú e iniciar otra semana entre maletas, con una victoria bajo el brazo y poco tiempo para descansar y asimilar lo que el equipo debe mejorar para seguir creciendo como equipo. Cuando se gana un encuentro con sufrimiento extremo y en valoración arrasas al rival (61-104) hay que poner la lupa en todo lo ocurrido. Las 17 pérdidas y los 14 rebotes ofensivos del Bilbao Basket elevaron a 31 las posesiones extras del rival. Una auténtica barbaridad que, en condiciones normales, le costaría la derrota a cualquier equipo.

La gran ayuda que tuvieron los valencianos es que se encontraron a un oponente errático que firmó una carta con 25 de 66 en tiros de campo. Todo un seguro de vida para acabar poniendo un balance de 7-1 en el arranque de la Liga Endesa, uno de los mejores de la historia del club dejando de lado los años de los récords de Miki Vukovic y Pedro Martínez. Los taronja ya son colíderes de la ACB junto al Real Madrid. Los dos finalistas del pasado año.

El baloncesto es un deporte tan maravilloso que permite que un equipo que llevaba 46 puntos al final del tercer cuarto anote 35 en el último, transformando de un plumazo un partido muy negro a otro en el que poner en la pala de colores algún elemento interesante. En los minutos decisivos, como suelen hacer los grandes de Euroliga en sus ligas domésticas cuando disputan un envite con desgaste, el paso al frente de varias piezas importantes (San Emeterio, Sastre, Doornekamp y Van Rossom) sirvió para salvar una victoria muy sufrida en Bilbao.

Ese último cuarto salvó del sopor a los presentes en Miribilla. Por tener tuvo hasta un final polémico. Todorovic comprimió el marcador con un triple a falta de doce segundos (74-75). El Valencia Basket sacó de banda y eligió a Doornekamp para ser objeto de falta y lanzar tiros libres. Mumbrú tocó el brazo del canadiense... pero no se señaló nada. Ante el desconcierto, no existe la ley de la ventaja en el deporte de la canasta, Tomàs interceptó por detrás al taronja. Antideportiva de manual. Doornekamp sumó los dos y Dubljevic otro más en la falta posterior (74-78). Mumbrú recortó distancias con una bandeja a cuatro segundos del final (76-78) y Tomàs llevó de nuevo a Doornekamp a la línea del tiro libre. El ala-pívot anotó el primero (76-79) y falló el segundo. Mumbrú cogió el rebote y San Emeterio le hizo falta. Pudo ser señalada también como antideportiva, pero no. El catalán anotó el primero (77-79), lanzó a fallar el segundo pero entró en la zona antes de que el balón tocara el aro. Balón taronja y partido resuelto. Una faena de aliño.

Bilbao Basket

Fischer (5), Todorovic (16), Hammink (2), Hervelle (2) y Gladness (15) -cinco inicial-; Tabu (9), Redivo (4), Tomàs (7), Mumbrú (13), Vucetic (4) y Salgado

77

-

81

Valencia Basket

Vives (8), Green (19), San Emeterio (11), Thomas (6) y Dubljevic (5) -cinco titular- Van Rossom (4), Rafa Martínez (2), Sastre (11), Doornekamp (11), Pleiss (4), Abalde y Rudez

  • ÁRBITROS: Benjamín Jiménez Trujillo, Rafael Serrano y Carlos Sánchez Monserrat. Eliminados por faltas a los locales Tabu (m.40) y Tomàs (m.40)

  • incidencias: Partido correspondiente a la octava jornada de la Liga Endesa disputado en el Bilbao Arena de Miribilla ante 7.959 espectadores

Desde el salto inicial quedó claro que la matinal enfrentaba a un equipo con dudas, el de negro, y a otro con la gasolina en reserva, el naranja. Del 0-6 inicial se pasó a un 7-6 de la mano de Todorovic. El Valencia Basket intentó pisar el acelerador al inicio del segundo cuar-to (17-23) pero se ofuscó a base de balones perdidos y de circulaciones espesas de balón. Los gestos de descontento de Green con sus compañeros fueron evidentes. El cansancio físico y mental de otro viaje largo era patente. Al descanso, lo mejor del 36-34 para los visitantes es que el Bilbao Basket, lastrado por su 13 de 39 en tiros de campo, no supo tumbar a un rival con síntomas de colapso. Lo pagaría.

El tercer cuarto se inició con otro balón perdido por parte de los valencianos que acabó en la grada de Miribilla. Vidorreta resoplaba en el banquillo. Los ‘hombres de negro’ amasaron una máxima renta de siete puntos (48-41) que los taronja, con el despertar anotador de Green, lograron taponar antes del inicio del último cuarto (50-46). Los síntomas de la matinal se mantuvieron hasta el 59-59. En ese instante, se activaron los jugadores con más galones. Cinco puntos consecutivos de Sastre devolvieron el mando al Valencia Basket (60-64) y Doornekamp fulminó el intento de Mumbrú de volver a remontar. La última ventaja vasca fue el 71-70. Desde entonces, el actual campeón supo sufrir y decidir.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios